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El sueño de Bismarck (poema inédito de Rimbaud)

Según informa el diario Le Figaro el joven cineasta Patrick Taliercio encontró el texto en un viejo periódico firmado el 25 de noviembre de 1870 con el conocido pseudónimo de Jean Baudry. Taliercio se encontraba preparando una película sobre la segunda fuga de Rimbaud, la que le llevó hasta Charleroi en Bélgica, y buscando información sobre la guerra de 1870 en las Ardenas, compró por unos pocos euros un ejemplar del periódico Le Progrès des Ardennes donde encontró el texto inédito el pasado abril. Posteriormente informó de ello al librero François Quinart, quien había comprado y leído los ejemplares a una anciana sabiendo que Rimbaud había escrito en el periódico, pero no cayó en la cuenta de que Jean Baudry era uno de los pseudónimos utilizados por él. Rimbaud tomó el pseudónimo de la comedia “Jean Baudry”, de Auguste Vacquerie, un amigo cercano de Víctor Hugo.

Se trata de un texto político, patriótico y contrario al canciller alemán Bismarck, y fue escrito cuando Rimbaud contaba 16 años. En él se incluye alguna frase en italiano, como “Hi! povero!” (¡El pobre!), y se centra en el momento en que las tropas de Napoleón III estaban sitiadas durante la guerra franco-prusiana, lo cual luego desencadenó la Comuna de Paris en la que llegó a participar el mismo Rimbaud.

Biograficamente el texto aclara un par de cuestiones, por una parte demuestra el interés por el periodismo del que Rimbaud habla a su amigo Delahaye en una carta, y por otra El sueño de Bismark o quizá algún otro texto similar es la respuesta a la carta en la que el director del Progrès des Ardennes respondió de manera fulminante a Rimbaud: “¡No me envíe más poemas! ¡Irán todos a la papelera! Si acaso, envíeme algo de actualidad. Veré si lo publico”

Un experto en el poeta, Jean Jacques Lefrère ha dicho que es “un bello texto metafórico” y ha declarado que lo importante del hallazgo, es que abre la esperanza de que se encuentren nuevos textos entre los ejemplares recientemente encontrados que sobrevivieron al bombardeo de la imprenta del periódico.

He aquí el texto del poema:

El sueño de Bismarck (Fantasía)

Es de noche. En su tienda, llena de silencio y de sueño, Bismarck, con un dedo sobre el mapa de Francia, medita; de su inmensa pipa se escapa una voluta de humo azul. Bismarck medita. Su índice encorvado camina, sobre el papel vitela, del Rin al Mosela, del Mosela al Sena; con la uña, rayó imperceptiblemente el papel alrededor de Estrasburgo: continúa.

En Sarrebruck, en Wissemburgo, en Woerth, en Sedan, se estremece, el dedito encorvado: acaricia a Nancy, araña a Bitche y Falsburgo, raya a Metz, traza pequeñas líneas rotas sobre las fronteras, -y se detiene...

Triunfante, Bismarck ha abarcado con su índice la Alsacia y la Lorena! - Oh! cuántos delirios de avaro, bajo su cráneo amarillo! Que deliciosas nubes de humo emite su pipa feliz!

Bismarck medita. Vaya! un enorme punto negro parece detener al índice retozón. Es París.

Así, la uñita mala, de rayar, de rayar el papel, de aquí para allá, con furia, - en fin, de detenerse... El dedo se queda ahí, medio doblado, inmóvil.

París! París! - Y bien, el buen hombre ha soñado tanto con los ojos abiertos, que, dulcemente, la soñolencia se apodera de él: su frente se ladea hacia el papel; maquinalmente, la cazoleta de su pipa, se escapa de sus labios, cae sobre el infame punto negro...

Hi! povero! abandonando a su pobre cabeza, su nariz, la nariz del Sr. Otto von Bismarck, se sumergió en la cazoleta ardiente Hi! povero! va povero! en la cazoleta incandescente de la pipa, Hi! povero! Su índice estaba sobre París! Se acabó, el sueño glorioso!

Era tan fina, tan espiritual, tan feliz, esa nariz de viejo primer diplomático! - Esconda, esconda esa nariz!

Y bien! querido, cuando, para compartir el chucrut real, usted regrese al palacio (...) con los crímenes de ... dama (...) en la historia, usted llevará eternamente su nariz carbonizada entre sus ojos estúpidos!

(Ilegible)

Ahí tiene! No había que soñar despierto!

Jean Baudry

Le rêve de Bismarck (Fantaisie)

C'est le soir. Sous sa tente, pleine de silence et de rêve, Bismarck, un doigt sur la carte de France, médite ; de son immense pipe s'échappe un filet bleu.

Bismarck médite. Son petit index crochu chemine, sur le vélin, du Rhin à la Moselle, de la Moselle à la Seine ; de l'ongle, il a rayé imperceptiblement le papier autour de Strasbourg : il passe outre.

A Sarrebruck, à Wissembourg, à Woerth, à Sedan, il tressaille, le petit doigt crochu : il caresse Nancy, égratigne Bitche et Phalsbourg, raie Metz, trace sur les frontières de petites lignes brisées, - et s'arrête...

Triomphant, Bismarck a couvert de son index l'Alsace et la Lorraine ! - Oh ! sous son crâne jaune, quels délires d'avare ! Quels délicieux nuages de fumée répand sa pipe bienheureuse !

Bismarck médite. Tiens ! un gros point noir semble arrêter l'index frétillant. C'est Paris.

Donc, le petit ongle mauvais, de rayer, de rayer le papier, de ci, de là, avec rage, - enfin, de s'arrêter... Le doigt reste là, moitié plié, immobile.

Paris ! Paris ! - Puis, le bonhomme a tant rêvé l'il ouvert, que, doucement, la somnolence s'empare de lui : son front se penche vers le papier ; machinalement, le fourneau de sa pipe, échappée à ses lèvres, s'abat sur le vilain point noir...

Hi ! povero ! en abandonnant sa pauvre tête, son nez, le nez de M. Otto de Bismarck, s'est plongé dans le fourneau ardent Hi ! povero ! va povero ! dans le fourneau incandescent de la pipe, Hi ! povero ! Son index était sur Paris ! Fini, le rêve glorieux !

Il était si fin, si spirituel, si heureux, ce nez de vieux premier diplomate ! - Cachez, cachez ce nez !

Eh bien ! mon cher, quand, pour partager la choucroute royale, vous rentrerez au palais (...) avec de crimes de...dame (...) dans l'histoire, vous porterez éternellement votre nez carbonisé entre vos yeux stupides !

(lignes manquantes)

Voilà ! fallait pas rêvasser !

Jean Baudry

Última actualización: 13/03/2019