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Diálogos para dos Personajes

1.2. Completación de un diálogo para dos personajes.

En un diálogo pregunta-respuesta, extractado de Código, faltan las preguntas del personaje A.
Sólo están formuladas las respuestas del personaje B.

Escribamos los interrogantes, completando el diálogo.

Las respuestas de B, le exigen a A, encontrar una pregunta que se acople a aquellas.

Construyamos una atmósfera que hile las expresiones sueltas de B, a través de una intención que dirija las preguntas.

*

A. - ¿...?
B. - ¡Isolda lo curará!
A. - ¿...?
B. - ¡Tomad los colores y no penséis más!
A. - ¿...?
B. - ¡Porque es el único café negro sin noches blancas!
A. - ¿...?
B. - En primavera solamente. No hay mejor manera.
A. - ¿...?
B. - Es para objetivar. Ya no recuerdo.
A. - ¿...?
B. - ¡Gracias a su sentido del horizonte! Aunque yo no esperaba otra cosa.
A. - ¿...?
B. - Basta que él vuelva, lo cual no es nada seguro.
A. - ¿...?
B. - Pasemos la esponja. El efecto vuelve a la causa, ¡y es tanto mejor!
A. - ¿...?
B. - ¡Sin embargo, ella nunca había dormido tan bien!
A. - ¿...?
B. - La línea recta, si él se hubiese dado vuelta, le hubiera evitado tantas sorpresas.
A. - ¿...?
B. - Aquí y ahora. La hoguera acabará consumiéndose.
A. - ¿...?
B. - Era verdad, pues, esta vez.

*

El diálogo debe tener unidad orgánica a nivel de sentido, tono, ritmo y musicalidad de lenguaje; lo que nos conduce a experimentar exhaustivamente, con frases y palabras que enriquecen el devenir coloquial de los personajes.

Completación de A:

A. - ¿Ahora qué haremos?
B. - ¡Isolda lo curará!
A. - ¿Con un lienzo rojo?
B. - ¡Tomad los colores y no penséis más!
A. - ¿Por qué callas cuando nos atienden?
B. - ¡Porque es el único café negro sin noches blancas!
A. - ¿Acaso piensas hacerlo todo el año?
B. - En primavera solamente. No hay mejor manera.
A. - ¿Para qué trajiste las caricias?
B. - Es para objetivar. Ya no recuerdo.
A. - ¿Cómo lograste que mi amante no sospechara?
B. - ¡Gracias a su sentido del horizonte! Aunque yo no esperaba otra cosa.
A. - ¿Dejarás de abarcar mi cintura?
B. - Basta que él vuelva, lo cual no es nada seguro.
A. - ¿Qué sugieres?
B. - Pasemos la esponja. El efecto vuelve a la causa, ¡y es tanto mejor!
A. - ¿Por qué abandonaste a la estatua?
B. - ¡Sin embargo, ella nunca había dormido tan bien!
A. - ¿Qué defraudó al escultor?
B. - La línea recta, si él se hubiese dado vuelta, le hubiera evitado tantas sorpresas.
A. - ¿Estás dispuesto?
B. - Aquí y ahora. La hoguera acabará consumiéndose.
A. - ¿Es volcánico tu pulso?
B. - Era verdad, pues, esta vez.

*

La completación anterior, le dio al diálogo entre una pareja, un tono erótico, con visos de infidelidad.

A continuación, otra versión del ejemplo, donde el ambiente es la guerra.

A. - ¿Quién se hará cargo del ametrallado?
B. - ¡Isolda lo curará!
A. - ¿Cuándo saldremos del subterráneo?
B. - ¡Tomad los colores y no penséis más!
A. - ¿Por qué vas allí a recordar a la muerta?
B. - ¡Porque es el único café negro sin noches blancas!
A. - ¿Cuándo cesará la matanza?
B. - En primavera solamente. No hay mejor manera.
A. - ¿Para qué suben los soldados a la colina gris?
B. - Es para objetivar. Ya no recuerdo.
A. - ¿Por qué el niño sigue jugando en el campo arrasado?
B. - ¡Gracias a su sentido del horizonte! Aunque yo no esperaba otra cosa.
A. - ¿Cuándo empezará el bombardeo?
B. - Basta que él vuelva, lo cual no es nada seguro.
A. - ¿Y qué de la procesión de heridas?
B. - Pasemos la esponja. El efecto vuelve a la causa, ¡y es tanto mejor!
A. - ¿Recuerdas a la sepultada en el túnel?
B. - ¡Sin embargo, ella nunca había dormido tan bien!
A. - ¿Qué atormenta al mariscal paralítico?
B. - La línea recta, si él se hubiese dado vuelta, le hubiera evitado tantas sorpresas.
A. - ¿Cuándo tomaremos sopa en los cuencos de sus cráneos?
B. - Aquí y ahora. La hoguera acabará consumiéndose.
A. - ¿Nos espiaban antepasados en la última hoguera?
B. - Era verdad, pues, esta vez.

*

Gracias a la experimentación con diversas formas del preguntar, nos familiarizamos con la construcción de diálogos, necesarios en la narrativa y en el teatro.

Anexo.

Proponemos la completación de dos diálogos.
El primero, donde aplicamos la misma propuesta de Jean-Clarence Lambert:
Existen las respuestas de un personaje B, y un personaje A, el lector, formula las preguntas.

A. - ¿...?
B. - El prestidigitador en la marea de sombras.
A. - ¿...?
B. - ¡Traigamos los zancos!
A. - ¿...?
B. - El lago congelado de la luna.
A. - ¿...?
B. - ¡Luz diamantina!
A. - ¿...?
B. - Un camino bifurcado en el vértigo.
A. - ¿...?
B. - Como el limo del pozo.
A. - ¿...?
B. - ¡El faisán!
A. - ¿...?
B. - Velará siempre junto al dolmen.

*

El segundo, un diálogo con variantes en sus partes inconclusas.

A. - ¿Volverás en el eclipse lunar?
B. - ¡...!
A. - ¿...?
B. - Los santos del arroz.
A. - ¡...!
B. - ¿...y el río, han cambiado su curso?
A. - ¡...!
B. - ¿...lianas?
A. - ¿...?
B. - ¡La parálisis en los palacios!
A. - ¡...nunca lo olvidarán...!
B. - ...de la vigilia, los cristales.
A. - ¿...?
B. - ¡...!
A. - ¿...los catalejos?
B. - Y los secretos de los laboratorios.
A. - ¡...!
B. - ¿...?
A. - En el equinoccio que...
B. - ¡Cuando rasguen los velos de...!
A. - ¿...?
B. - ¡...!

Inventemos propuestas de completación, en conversaciones entre dos o más personajes.

Última actualización: 28/06/2018