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Una práctica de la paz en Colombia y de amor al planeta

 

Por Comité de Dirección del Festival Internacional de Poesía de Medellín

El 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín hará presencia en la vida local y global para manifestarse mediante los dones de la palabra poética e invocar el fin de una era ominosa que ha amenazado con sumergir el espíritu de todo un pueblo en los sótanos de la degradación y la afrenta.

Es el tiempo de las acciones poéticas y artísticas que propiciarán el esplendor de las voces que fueron apagadas.

Por el cese definitivo de la matanza.

Es el  tiempo para preservar la memoria mítica e histórica de nuestro pueblo, con el lenguaje soberano del arte y la poesía.

Es el tiempo de desplegar la poesía que desencadene el gran festejo sobre lo que fuese tierra arrasada. 

Es el momento de sanar la herida histórica con las virtudes de la poesía y el arte.

Es el tiempo en el que la poesía alimentará el fuego de la renovación.

La poesía es gesta que todo lo impregna con su oxigeno liberador. Es ese espíritu vigorosamente creativo que ayuda a mantener viva la memoria de los  desaparecidos y la voz  de los desterrados forzosamente de sus raíces.

Es el ímpetu vital de todo un pueblo por transformar una memoria de lo nefasto en canto, en memoria que sublima y vivifica.

Es el momento de los pasos decisivos hacia una primavera en el alma de todo un pueblo que merece el sosiego, después de una tormenta de guerras y excesos de lesa humanidad.

Es el tiempo de cantarle a la tierra recuperada para la vida y la alegría sobre el planeta.

El artista, el poeta, son cada vez más esenciales para un nuevo oxígeno en la cultura, en la vida cotidiana de la comunidad, con su ojo visionario y su alegría espiritual que celebra la palabra sagrada de la tribu y a ella le retorna enriquecida la melodía de un sueño colectivo en expansión, hacia los mundos posibles donde vivir sea celebrar el rayo de la espiga que renace en los labios de cada uno.

Hacer paz con la experiencia poética es alimentar un ánimo, una actitud abierta a la coexistencia que prolifere entre la humanidad afrentada y recupere su grandeza y valoración de la vida. 

Hacer paz con la energía congregante del espíritu, con la voz poética de la humanidad intercultural, en su verdadera dimensión de seres que se unen al clamor mundial de construir un mundo acorde a la dignidad que se le ha usurpado a todo un pueblo.

Hacer paz con el despliegue de la poesía, como un gran tsunami de sensibilidad que eleve el espíritu de la ´población a un nivel de catarsis colectiva, donde sea sanado el dolor tanto tiempo agazapado en el espíritu de una comunidad, con la que se tiene una gran deuda histórica y que ha pagado con grandes cuotas de dolor el errático escenario de la barbarie.

Cuando la vida de la humanidad peligra por el deterioro y la devastación de la guerra, la poesía se manifiesta como fuerza de cohesión, como escudo que nos alerta de la decadencia y la sumisión.

Que nuestro porvenir sea un río de vitalidad alimentada con la sustancia de la que está hecha nuestro sueño, que es la inteligencia universal, potestad de la vida.

Todo acto creador es propio de la poesía y la paz sería inalcanzable sin esa voluntad de creación.

Lo que más se necesita, fuera de resolver los problemas básicos de un gran porcentaje de la población, son acciones creativas, acciones que restituyan la dignidad de los pueblos mancillados, humillados por la violencia y la injusticia social.

Se hace urgente la voz del canto, la palabra vivificante que exprese y manifieste su posición contraria a la guerra, exaltando la vida por venir y la celebración anticipada de un gran festejo sobre la tierra y sus dones.

Es preciso contribuir en la autoafirmación cultural de una colectividad que ha estado sometida a la atomización y desconfianza social a causa del entramado de conflictos que le han impedido recuperar su memoria histórica, su identidad y su sensibilidad.

Que los poetas, los artistas y la comunidad en general converjan en una voluntad común para lograr la metamorfosis de todos los horrores y las heridas en voluntad colectiva para construir un mundo donde por fin gravite la paz y la participación de todos en el gozo de existir.

Los poetas y los artistas por razones  vitales y esenciales de su arte están dentro del sentir popular y una verdadera experiencia poética es aquella que está impregnada por todo el oleaje vital que sustenta el día a día en el gran conglomerado social donde reverbera el canto que es su habla natural.

Ahora, dos milenios después de haber sido expulsados de la república de Platón, los poetas confirmarán su condición aterrizada y creativa, sin formas ideales sino con acciones concretas, con verdaderos gestos que entrelazarán las fibras humanas, emocionales y afectivas, que redimensionen y cualifiquen nuestras maneras de interrelacionarnos y que nuestro lenguaje sea por fin liberado de los maniqueísmos de la guerra.

Se hace necesaria la presencia  de los poetas y los artistas alimentando la hoguera de la reconciliación, involucrándose creativamente allá donde está la raíz del dolor colectivo y contribuir en su sanación.

En ésta perspectiva el 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín, próximo a realizarse del 19 al 27 de julio de 2014,  será  un gesto soberano, proyectado local y globalmente como  una  práctica de la paz y la reconciliación que aumentará el caudal humano de los que se unen para transformar escenarios vulnerados por la exclusión y la violencia en espacios abiertos a la coexistencia y a la construcción de comunidad, con los dones de la palabra poética y de las acciones artísticas que construyen armonía social y crecimiento humano.

La  paz en Colombia, en el mundo, y la celebración de la tierra con los pueblos originarios no son simples temas a tratar. Son urgencias, necesidades sentidas que es preciso recordar a cada instante, por las cuales se hace imprescindible luchar todo el tiempo.

Las ciento cincuenta acciones poéticas que se realizarán en todas las comunas de Medellín, en sus corregimientos, en algunos municipios de Antioquia y en algunas ciudades de Colombia, serán auténticas prácticas de la paz en un contexto (local y nacional) que está en el ojo del huracán de delicados conflictos que inducen signos de crisis humanitaria, ante lo desbordante de los sucesos históricos, heredados y actuales, que han cercado las libertades de la sociedad civil.

El conjunto de todas las actividades, constituidas por lecturas de poemas, acciones formativas, acciones artísticas y conciertos también comprende la realización del foro Poetas y artistas por la paz de Colombia cuyo objetivo es contribuir, mediante el diálogo  y el debate plural, planteado por poetas y algunos invitados de otros sectores sociales, en la construcción de una nueva conciencia favorable al advenimiento de la paz y al mejor desenlace del posconflicto en Colombia.

Será un foro abierto a la sociedad civil y se espera la configuración de grupos dispuestos a continuar procesos de construcción de conciencia, comunitaria y global, en defensa de la paz y del mejor desarrollo del posconflicto en Colombia, mediante las acciones poéticas, artísticas y culturales en general.

Otra actividad que se realizará es el Encuentro por la celebración de la Tierra y los pueblos originarios. Su objetivo es contribuir, mediante participación de poetas de pueblos originarios invitados al Festival, en la construcción de una nueva conciencia planetaria que propicie cambios urgentes de actitud ante la crisis ecológica mundial.

Será también un encuentro abierto a la participación de toda la comunidad. Habrá tres ejes temáticos generales: La tierra originaria, Presente de la Tierra y En defensa de la tierra. Cada panelista presentará una  ponencia que genere el diálogo respecto al tema correspondiente. Se espera gran concurrencia a las actividades programadas y participación de personas representativas de los principales sectores sociales y culturales de la comunidad así como la constitución de grupos de trabajo para continuar procesos de construcción de conciencia comunitaria y global, en defensa de la tierra y la biosfera, mediante las acciones poéticas, artísticas y culturales en general.

Todos estos actos guardan coherencia con la urgente necesidad de que le devolvamos  a la tierra la paz ecológica que hemos perturbado como civilización que aún no es capaz de frenar un posible desenlace catastrófico a nivel planetario. Es necesario atenuar y frenar la desaparición de un gran porcentaje de especies, evitar la extinción del agua y  que el océano no quede reducido a las tumefacciones de nuestros equívocos.

Las actividades del 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín aumentarán el caudal de las  acciones mundiales por la paz, en las que trabaja permanentemente el movimiento poético mundial (WPM).

El Festival será una intervención de gran nivel intercultural que confirmará a Medellín como ese centro radiante de convergencia de voces del mundo que generarán un gran torrente de mensajes constructores de la atmósfera de la paz y nos entrelazarán en el respeto a la vida.

De esta manera hacemos una invitación fraterna a toda la sociedad civil, a todo el lúcido y libertario público que asiste a las actividades del Festival para que se una a este despliegue y manifestación colectiva por la paz ecológica del planeta y la paz social de Colombia.

También invitamos a todas las organizaciones sociales y culturales para que se unan a esta celebración. Igualmente a las comunidades virtuales de las redes sociales que serán un gran aporte para crear un clima favorable a la vida y a la celebración del nacimiento del sol renovado de la paz.

Publicado en mayo 20 de 2014.

Última actualización: 28/08/2023