English

Paul de Brancion, Francia

Por: Paul de Brancion


Paul de Brancion (Francia). © #25FIPM. Photo: Sara Marín

 

 

1

Se trata de mi  Mor. Me produce malestar hablar de ella ya que estaba tan mezclada, como mis sentimientos  a propósito suyo. Mezclada, era permanentemente contradictoria. La felicidad de la lengua materna no bastaría

 

5

A veces la echo de menos. Es extraña, esta sensación, porque era mi temor, mi ausencia de consciencia y a veces es como un regreso, me sorprende. Sin más, está en mi mente, y me pone triste. La echo de menos en su vivacidad y por otra parte estoy contento de estar liberado de sus « estragos ». No añoro esta liberación, y sin embargo, no consigue consolarme.

 

8

No le he dicho adiós a mi Mor todavía, todavía no. Aunque lo he hecho. Me ha dicho adiós. He recibido su adiós pero no he contestado, no he dicho nada, era imposible porque había sido tan dura. Nunca la tome en serio, ni siquiera en su muerte. Era como una especie de monstruo.  Ahora que está muerta, soy consciente de que después de todo estaba extremadamente viva, es imposible decirle adiós de espaldas. Con ella no había cara a cara, huía, insistía en su huida. Era una madre huidiza. Tenía la huida en ella, insistente, permanente, irreductible. Masiva. Mamá masiva e ida ya.  Esto no me consuela. Mi tarea esta frente a mí.  Estoy extremadamente sorprendido por mi emoción. Lloro casi. ¿Cómo puedo llorar así por esta mujer que con tanta furia destroza todo a su alrededor?

 

21

Estoy tocando un punto clave cuando digo: «Mama está muerta ». Siempre es un choque, como la muerte de un hijo. Ne se puede aceptar, es inadmisible, absolutamente impensable. No puedo darme cuenta de esto, que mi mor está muerta, que mi niño ha muerto y yo, yo sigo sin estar vivo. Respiro, mi corazón late, a lo mejor sufro pero estoy vivo. Sigo existiendo, sigo existiendo mientras que mi Mor está muerta, muerta. No es posible, sobretodo porque Mor todavía no se había vuelto adulta.  Llegó al mundo desconocida de ella misma, creció en la ignorancia, y murió eternamente niña. Así Mor murió como un niño. Al perderla, también he perdido un niño (mi madre), y en parte me he perdido. Tengo que reencontrarme. Necesariamente. La pequeña Mor está muerta, luto doble. Mor, muerde, mordedura, remordimiento. Sin vergüenza. Hay que vivir

 

 

25

En algunas de mis hermanas encuentro lo peor de las actitudes de mi Mor. Esa manera que tenían de estar permanentemente manipulando la verdad, jugando con los sentimientos más profundos, exagerando todo comportamiento normal. Ella era imposible. No podía esperar. En las colas siempre hacia trampas. Nunca podíamos estar seguros de su amor. Siempre tenías que volver a darle juramento de lealtad lo que la llevaría a  quererte de nuevo. Ya que no se quería a sí misma, ni física ni moralmente. Pero consideraba que todos éramos sus deudores. Estaba en excitación permanente, bulímica desordenada de la vida. Le daba  vueltas a su lengua entre dientes cuando todo no salía exactamente como ella lo quería. Si algo fallaba, cogía a los niños por las orejas, su mirada se volvía de un azul metálico, fija, maravillosamente patológica, y aporreaba la cabeza del desgraciado contra la pared gritando: “¡te machacaré, te machacaré!”. Era bastante aterrador para el niño que yo era. ¡El niñito de mamá! Ella, en las hermanas, bueno algunas, siguen jugando jaque y zas sin tener en cuenta la vida. Se puede perdonar algo a su propia madre que no se le perdonaría a nadie más. Esto tiene que pararse como mínimo a una generación, si es posible, tiene de pararse.

 

36

Es extraño esa falta de ligereza. Casas, muebles, alfombras, libros malos, algo como una indelicadeza del gusto. ¿Cómo uno puede sobrevivir a este entorno de tan poca clase? Profusión, es la palabra en francés. Exceso. Mor tenía algo excesivo que yo temía infinitamente. Era peligroso para mí estar en relación con ella. Hasta mi amor por ella era inconveniente. Hablaba muy rápido y mucho. Un diluvio de palabras eran pronunciadas y yo me alejaba andando lo más lejos posible de la corriente continua de sus frases. Era dueña de la verdad. Rezaba, y su plegaria era un derrumbe. Chorreaba delante del Señor Dios. ¿Cómo uno puede decir esto sin ser provocador de escándalos? No consigo reunir una idea global o una imagen fija. Siempre movediza, estaba siempre en movimiento, conmovedora, agotadora, aterradora Mor.

 

 

43

Esta noche pesadilla, pesadella, estoy avergonzado. Creo que se ha caído al suelo de la entrada en forma de tablón blanco y negro fría y húmeda de mi infancia. Llevaba un largo vestido azul-gris oscuro que se le pegaba al cuerpo. Estaba tumbada, se sentía débil. He venido para ayudarle, No me ha llamado, Estaba tumbada en el suelo, sus ojos estaban cerrados y su tez pálida. Sentía su corazón salirse del pecho. Esto es el fin, pensaba con emoción. De hecho se murió del corazón, de una debilidad del corazón y no del cáncer que le roía las entrañas. Ya está, esas cosas pasan, por fin. Casi aliviado porque había esperado este momento preciso toda mi vida. Los consideraba, ella y el viejo pinrel mi padre como inmortales, eternos. Entonces eso era.  Ellos también se podían morir. Ya habíamos llegado. El gran salto de Mor. 
Se murió de un ataque al corazón. Había tomado muchos medicamentos. Su cuerpo estaba pudriéndose. Se había decido el no inocularle más productos estabilizadores que impiden que se pudra por dentro. Mala decisión.

 

 

52

La posible desaparición de mis padres me vuelve más dependiente del mundo. Cuando estaban vivos, en plena vida, de cierta manera, eran mis enemigos. Esto estrechaba  mi inconsciencia de  existir por la vindicta que les brindaba en vez del amor  debido según las leyes humanas o las tradiciones. Honrarás a tu padre y a tu madre. ¿Y si no son dignos de honra, ¡eh! qué hay que hacer? ¿Qué infierno? ¿Qué hacer? Acepto estas reglas porque no hay otra salida.

 

 

60

Ya está, ya está hecho el tren se aleja. Me asustan estos momentos de adiós, nos vemos pronto. Pero sabemos que cada vez la vida se adelanta entre dos... He visto mi cara en el espejo del ascensor. He visto todos esos pequeños elementos de desamparo. Uno nunca ha terminado con sus padres. Nací y morí el día que fui padre. Más o menos. He seguido el camino  aceptando la vida  y su límite. Precisamente porque venimos al mundo éste se acabara un día. Le dije adiós a mis hijos solo en el andén. Hacía frío. Ya los niños se van mientras uno apenas adviene.

 


Ética de la poesía y de los poetas en nuestro tiempo

 

Por Paul de Brancion
Traducción de Myriam Montoya

Llegada la noche, lluvia y viento se hacen escuchar,
¿quién sabe cuántas flores habrían caído ?
Meng Haoran (689-740)

En Europa hay mucha gente alérgica a la poesía pues(que) en el fondo les produce miedo porque ella abre hacia otro mundo no narrativo, inmaterial, casi incorpóreo, hace de lengua, alimentándose de una exigencia extrema, a lo opuesto del masaje general que la cultura contemporánea « mercantilizada » y americanizada, cultiva e impone en exceso.

¿Sabemos verdaderamente lo que es la poesía ? Tenemos una idea bastante clara de lo que no es.
En principio, es evidentemente, el reverso de lo que no es. Habita los lugares más inesperados, es a la vez, la más esperada y la más inesperada.

La Poesía se lee, se dice, se profiere.

Escrita en una lengua humana por cuerpos vivos, busca, no sólo decir algo, sino a expresarlo en el límite extremo de lo posible de la lengua (que es su medio esencial), no se prohibe nada.

Es el lenguaje más libre pero también el más forzado. Es discontinua en su forma y continua por su musicalidad o por el sonido.

La poesía tiene relación con la verdad, lo que da peso a su palabra, finalmente, es el grado de potencia evocadora de la verdad. Sentimos la verdad de un poema, la poesía no sabría engañar sobre el fondo de su intención. Es una palabra justa, no moral, pero animada por la veracidad.

Lo que es casi indecible, la poesía se esfuerza, tiende, a decirlo. Ella dice aquello « que es callado… » para buscar descubrir, sin forzosamente revelar. Hay una parte de secreto y de sagrado en ella.
La poesía se codea con los fines últimos, la muerte es su campo de batalla para la vida, hacia la vida y su intensidad.

El poema debe decir algo a los otros hombres, ensanchar su visión, ponerla en tela de juicio. La poesía es sin fondo.
Puede ser de análisis pero también de locura, ella puede ser cortante, hiriente, violenta pero también de ruptura total con los límites de la conveniencia social.

Ella no se ahorra palabras, pone en tela de juicio el lenguaje, el cuerpo, la muerte, la verdad, nada menos. Como si nos moviéramos en lo absoluto, valor absoluto, donde sólo lo mejor del ser, lo más intrínsicamente inclinado hacia una justeza de la expresión, se revela por las palabras escogidas, trabajadas pero también dadas/recibidas, luego dominadas, hasta el extremo de lo posible, en una lucha con lo que hay de incorpóreo en el sentido.

El texto poético muere en él mismo, se ausenta de él mismo, es « un silencio hablante», a veces ruidoso cuando la palabra es eficaz y justa. Muerte extremadamente viva, hueco colmado de sentido incorpóreo pero que por siempre hace cuerpo con el lenguaje y los sonidos.

La quintaesencia de la literatura o del arte es la poesía.

Hay que evocar también a los poetas. Éstos, deberían abstraerse de ellos mismos lo más frecuentemente posible, tanto son absorbidos por su yo, en la tensión de escribir.

Cuando el poema viene y durante toda su escritura su construcción con las palabras en ese momento sagrado, soñado, inspirado, o a todo lo menos particular, el poeta está allí…
Después, se vuelve en un ser normal, como los otros. Un hombre o una mujer comunes, por fin iguales a todos sus contemporáneos.

¡Fuera de la escritura no se es poeta!

El poeta es bien poca cosa enfrente de la poesía o enfrente del poema. El poeta no tiene función hoy, sólo la de escribir poesía y ésto no es nada.
Con este título él tiene un lugar de elección y es tanto más difícil, pues él está allí para borrarse delante sus/las palabras.

« El poema no tiene la exclusividad de la palabra poética. En verso como en prosa, lo que cuenta, es la densidad de la lengua, la relación de alerta al principio del texto y el efecto de sorpresa que precede el sentido, el nivel de tensión que no se doblega, la ausencia de oficio, de medios, técnica y la voluntand inflexible de escapar a todas las certezas que fundan la palabra »
Alain Veinstein

¿Por qué escribimos poesía ?

Para parafrasear a Blaise Cendrars diremos « porque »

Escribimos porque… lo escrito
Respiramos
el corazón bate
las palabras están allí

Pero
Porque hay un pero la poesía no debe, no puede ser simplemente la efusión del corazón, ella es hecha de lengua, ella se sitúa en los extremos, en los confines de la lengua.
Allí donde casi nunca se logra decir,
allí donde la lógica declarativa se vuelve inopérante, insuficiente
allí donde a menudo nos callamos porque no encontramos las palabras.

La poesía tiene que ver con el silencio
El poeta no tiene más función en nuestro siglo,
él no funciona.
Es conveniente sinembargo conservarle un sitio
pero ningún estatus
todo lo que instituye la poesía esta fuera de lugar
la poesía no tiene domicilio fijo,
ninguna casa,
ningún territorio delimitado

En la Ciudad griega, la Grecia Antigua era otra cosa
El teatro tenía esta función

Ese tiempo caducó
El dinero suplantó el lugar de lo sagrado

Esto no quiere decir que la poesía no procede de lo sagrado

El texto poético dice Merleau Ponty es «como un nuevo idioma que se construye, se inventa medios y se diversifica según su propio sentido» (La prosa del mundo)

Y la poesía es en sumo grado esta parte última de la literatura que debe afirmar con ostentación una total autonomía justo al bordo de la imposibilidad de decir hasta los límites del lenguaje.

Las palabras chocan.
Podemos decir que la poesía es la « falta/organizada », una caída programada donde el chorro de la frase, su espontaneidad choca y cae desciende precisamente cuando las palabras, el sentido, el alfabeto mismo, la aptitud para decir justamente vienen a fallar
A faltar
Esta caída paradógicamente está en el corazón de la creación poética contemporánea
La poesía es un « silencio hablante » el abismo consagrado, condenado a ser colmado la poesía es un culmen donde la música, los sonidos tienen un lugar superior.

Curiosamente toda declaración sobre la poesía sufre del hecho simple de ser enunciado, de súbito parece que no corresponde, que es insuficiente que se podría también decir finalmente lo contrario, tanto lo esencial se encuentra en el poema mismo.
No hay poeta sólo hay la poesía que se escribe.

El que escribe poesía es poeta sólo en el acto de escribir, justo en el acto de escribir.


Paul de Brancion nació en Francia en 1951. Poeta y novelista. Realizó estudios de Filosofía y ha sido por mucho tiempo profesor de universitario de filología románica y literatura (Aarhus, Dinamarca, Estrasburgo).

Ha trabajado con compositores contemporáneos, entre ellos Gilles Dodger. Actualmente vive y trabaja en París. Es fundador y director de la revista literaria Sarrazine (desde 1993). Ha sido productor y conductor de radio (programas literarios en Estrasburgo y París).

Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: El castillo de las estrellas, extraña historia de Tycho Brahe, astrónomo y noble, 1985; El niño de Cederfeld, 1991; Viento contrario, 2003; La cama de Alexander, 2005; El caminante del olvido, 2006; Tiempo de espera, 2010; Mi muerte está muerta, 2011.

Website -Francés-
Biografía y video Babelio.com -Francés-
Biografía y poemas Recoursaupoeme.fr -Francés-
Entretien avec Paul de Brancion - Éditions Bruno Doucey Youtube Murielle Szac -Francés-
Bio-Biografía Printempsdespoetes.com -Francés-
Qui s´oppose à l´Angkar est un cadavre Isabelle Lévesque. Terresdefemmes.blogs.com. -Francés-
Presentación del libro Ma Mor est morte Commeunmaqureau.wordpress.com -Francés-

 

Publicado el 4 de julio de 2015

Última actualización: 24/02/2024