English

Mensaje de Edgar Morin al 26º Festival Internacional de Poesía de Medellín

Mensaje de Edgar Morin al 26º Festival
Internacional de Poesía de Medellín


Paris, junio 16 de 2016

Querido poeta Fernando Rendón,

Pido en su nombre que mis palabras se conviertan en sonido, colores y sabores, en emociones y sentimientos y que mis vocales galas y planetarias canten mi querencia por Colombia y por el 26 Festival de Poesía de Medellín.

Colombia es mucho más que realismo mágico, es un país de creatividad, donde lo poético es utopía realizada. Prueba fehaciente y vital de ello, es este Festival, que lleva 26 años tejiendo sentidos de belleza, de esperanza, de vida y de alegría por todas las calles, los barrios y pueblos de Antioquia.

Colombia que crea a la temperatura de su propia destrucción, enredada en múltiples conflictos, antiguos y modernos, y tantas contradicciones que lo ciegan y entristecen hasta a crueldad y el horror, en vez de servirle de barro mostrar la belleza y riqueza de sus gentes y tierras.

Pero tengo muchísima fe en el alma colombiana, en su sed de vida, que es más fuerte que la sed de venganza y de muerte; creo en el apetito intelectual que alegra sus gentes; creo en la obra maravillosa del Festival Internacional de Poesía de Medellín; creo en los talleres de Prometeo con niños, con jóvenes, con la generación del relevo; construyendo un mundo donde el conflicto no es muerte, sino la posibilidad de contradicción, diversidad, complementariedad y convivencia emuladora. Un mundo donde se viva de verdad poéticamente.

Espero que pronto Colombia encontrará sus propios pensamientos complejos, pues ningún país esta tan cerca de entender la necesidad de comprender la complejidades de la realidad de cada vida, de cada situación y de nuestro mundo.

Espero que Colombia, inspirada por vuestro Festival Internacional y por la fuerza espiritual del poeta Arthur Rimbaud, pueda firmar los Acuerdos de Paz y acoger todos los influjos de vigor y de ternura autentica. Y cuando llegue la Aurora del Posconflicto, armada de ardiente paciencia, sin distinción de origen, confesión, clase ni color de piel, todos los compatriotas colombianos entran con las manos unidas en la espléndida geografía e Historia de la Paz, por todos los territorios de Colombia y todos los corazones del mundo.

De corazón y espíritu por siempre,

Abrazos fuertes,

Edgar Morin

Publicado el 21 de junio de 2016

Última actualización: 05/07/2018