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"El poeta se convierte en la conciencia de la sociedad": Derek Walcott


(Diario Córdoba)

Este poeta y dramaturgo antillano, premio Nobel de Literatura desde 1992, famoso por su afán por retratar la cultura caribeña, de lenguaje torrencial y abundante, nació en la isla de Santa Lucía y estudió en las universidades de St. Mary, en Santa Lucía, y West Indies en Jamaica. De 1959 a 1976 Walcott dirigió el Trinidad TheatreWorkshop que puso en escena algunas de sus obras. En 1981 viajó a Estados Unidos y se instaló en Boston para dar clases en las universidades de Boston y Harvard. Walcott ha escrito más de quince libros de poesía y cerca de treinta obras de teatro. La mayor parte de su obra aborda las experiencias del pueblo caribeño y reflexiona sobre su herencia, una mezcla de cultura africana, inglesa y holandesa. Entre sus obras destacan Otra vida, Uvas de mar, El reino de la manzana estrellada, El viajero afortunado, Verano, El testamento de Arkansas y Omeros, entre otras. Estos días visita Córdoba para participar hoy en la inauguración de Cosmopoética 3. Su traductor para contestar a estas preguntas es el profesor de filología inglesa José Antonio Gurpegui.

--En su poesía evoca usted constantemente a su tierra. Por ejemplo, en ´La sobreabundancia´ dedica sus poemas a su isla natal. Hay en su poesía una especie de gesto renovado por la expresión poética. ¿Por qué esa mirada constante a su mundo originario?

--Yo escribo sobre ello porque vivo allí. Yo creo que un poeta no puede hacer muchas más cosas que escribir sobre el lugar donde nació. En mi caso me siento muy afortunado porque, además, me gusta el lugar donde nací.

--La huella de Walt Whitman está también en sus versos, en ese torrente donde veo la huella de de Pablo Neruda, no sé si por obligada lectura o por afinidades continentales y geográficas.

--Los dos son poetas del nuevo mundo. Creo que es una poesía optimista. Depende también del punto de vista, uno es comunista, como Pablo Neruda, y el otro, Walt Whitman, es más humanista, mucho más democrático.

--Poesía torrencial, fresca, que todo lo inunda, que todo lo rebosa y tan lejana a la poesía norteamericana actual. ¿No le influye Estados Unidos en sus versos por haber vivido allí tantos años?
--Yo no sería tan taxativo. Creo que tengo influencia de Lowel importante. Pero después del tiempo creas tu propia voz, pero esa voz es una mezcla de todas las voces que has escuchado.

--Usted dijo en su discurso del Nobel que "solo soy la octava parte del escritor que podría haber sido si hubiera sabido contener dentro de mí todos los fragmentados lenguajes de Trinidad". ¿Qué quiso decir realmente?

--Pues eso, lo que dije. Pero para abundar en ello le diré que yo iba por la calle, en Puerto España, y recibía muchas influencias de culturas diferentes. Ves la tienda de un chino, de un sirio, una joyería libanesa. Intento sorprender a cada una de estas personas y remontarme a sus orígenes, a su cultura y es un privilegio poder hacer eso.

--Llama la atención cómo la poesía actual se entumece, se agarrota, pierde la humedad de la vida y, sin embargo, en su poesía hay frescura, vitalidad, aliento vital. ¿Cómo se explica ese fenómeno en esta época? ¿Es usted consciente de que es una "rara avis" en el panorama creativo mundial?

--Simplemente pertenezco a un lugar como el que vivo y uno sabe que no es una "rara avis" en el Caribe. No es parte de la poesía norteamericana o inglesa pero está escrita en inglés. Y no me preocupa en absoluto cuáles son las tendencias en esas culturas.

--¿Es su mundo, el antillano, el último reducto para los poetas de grandes recursos verbales?

--No es así. Todo depende del genio del poeta, individual. Aquí en Córdoba o en Madrid el poeta escribirá un tipo de poesía u otra dentro de la lengua española porque es así, es su forma de ver la poesía.

--´Omeros´ es un libro de raigambre clásica donde funde usted su mundo caribeño con el clásico griego. ¿Qué importancia tiene en su poesía ese libro? ¿Qué relación hay entre el Egeo y el Caribe?

--No. Hay sólo un mundo. Y el mundo es el Caribe. Lo que llamas el mundo clásico son las diferencias hechas por este mundo al otro mundo, pero no están mezclados, hay una diferencia.

--¿Usted cree que el poeta es un elegido, alguien al que se le concede una especie de don divino?

--El poeta es siempre alguien que se convierte en la conciencia de la sociedad. Y por eso muchas veces se mete en problemas. Porque tiene que hablar contra la injusticia y por eso son castigadoslos poetas... por Platón.

Abril 25, 2011

Última actualización: 26/04/2020