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Marcelo Morales (Cuba)

Fotografía tomada de EcuRed

Por: Marcelo Morales

Última

Años atrás en un cuarto de tu infancia
tu madre es joven aún
y mira por la ventana
mientras los pedazos de pan caen sobre la mesa.
Recorres con la vista los objetos,
esas cosas por ti reconocidas,
no es posible que no sean para siempre.
Apoyas el pan en la mesa,
ves las venas de tus manos,
vuelves a ver las migajas.

Sabes que vives,
que en un segundo vives.
Y no es posible que no sea para siempre.

 

 

  Tout pure, tout centre, sous toi
  René Daumal

¿Cuántas veces amaste, sin que este acto tuviera la menor consecuencia?
el círculo de la vida seguía conteniéndote,
las horas en el tiempo continuaban,
y tú detrás de alguna mesa, creías visualizar un centro,
el estado de abandono en que existen los objetos, cuando el miedo a ese vacío,
se hace sereno.
Inmóvil como el cuerpo de una taza, como la tarde misma.

¿Cuántas veces, en la radio, escuchaste esas palabras,
cuando el terror a la muerte rompía tu existencia?
Los límites de la vida te atrapaban.
Entonces creías que el mundo era perfecto.
Que la misma lluvia caería para siempre.
La luz del mundo, rozaba la forma de su cara,
y tú, tratabas de quebrar el tiempo, tratabas de quebrarlo.

El cuerpo del espacio te envolvía,
La luz de algo terrible te cegaba, la luz de algo perfecto.
Tú querías ser, tú querías ser, pero el hueco era profundo, tú querías ser,
tú querías ser, pero el ojo te negaba, trataba de arrastrarte a un infinito,
de arrastrarte a una sustancia, toda pura, toda pura, menos tú.

2

Recuerda la condición profunda del espíritu,
los momentos en que viste tu rostro reflejado en un espejo
y te volviste muchas cosas y ninguna,
los momentos en que supiste que no eras,
los momentos en que supiste que lo único que no cambiaba,
era que todo cambiaba, que lo único inamovible era que todo se mueve. La ley. Recuerda las mañanas en que hizo frío y caminaste cerca de un muro y estabas solo y estabas triste, y pensaste. Querías eso que eras cuando no eras, tu Yo profundo, tu Yo, los momentos en que supiste que a ti, no te quedaría nada de ti, los momentos que supiste que no tenías nada, que no tuviste nunca nada, y recuerda la pureza, la pureza del perfume, y recuerda ese peligro, porque el amor que te debió eternizar, también, te llevó a la muerte.

*

Creí que cada cosa que escribía
era un trozo que arañaba de mi muerte,
como si fuese posible vaciarla.
Ahora veo el agua donde estuvo la flor
y se ha vuelto
amarilla.
Los papeles con el viento chocan
insistentes
agotados.

 

***


MATERIA

Cuando veo el polvo en mi cuarto flotando, pienso en la sentencia, hundo mi cara en él.

* * *

La madera podrida de la mesa se deshace entre mis dedos.
En el tiempo, el plato, las espinas de pescado, dos cabezas que se miran.
Mi cerebro mira hacia el futuro. El corredor del vacío.

* * *

Borracho en mi casa, el hielo cruje, estar vivo es un problema, pensaba,
que cada cual resuelve como puede. Cago, gotera de inodoro, espacio de segundos,
había pensado algo, había cerrado los ojos. Ojala llegara el amor, ojala se abriera.
No puedo volver a los espacios que ocuparon nuestros cuerpos en el tiempo.
No puedes volver a ti, el amor es un fantasma, los seres,
los pobres seres, no nacimos para nada

* * *

Nosotros, los humanos, hemos construido lo real, lo hemos idealizado.
En el bar, en la barra, mi percepción del tiempo, mi vida, la búsqueda del amor sin cese.
De eso se trata, me digo, de un fracaso tras otro, de estar de nuevo en el vacío que produce.
En la calle, en el carro, el viento y las luces en la cara, luces que pasan, vida que pasa, movimiento.

* * *

..........................................Der gedanke ist sprache.
.....................................................[Herman Broch]

Ni el pasado ni el futuro tienen consistencia material.
No podemos pesar el pasado, pesar lo que perdimos.
Eras uno con ella y serás uno cuando mueras, nunca dos.
En la iglesia, nuestras frentes, destinadas a la nada, se apoyan en el banco.
En la calle, cada vez más, tengo la sensación de estar en mi pasado.
Símbolos sin conexión, el lenguaje es pensamiento.

* * *

Al mundo uno lo siente. Estás adentro, me digo, en un fragmento las cosas se definen,
entrar en el círculo tiene ese significado, el polvo flota, luz.
En la taza de café no veo la taza sino el hueco.

* * *

Yo decía: cuando se ama se ha de llegar a algo verdadero, y no sólo, a algo útil.
Entender esto da poder y felicidad.
En la tarde, en el embarcadero, el tiempo y la madera mohosa de los botes.

* * *

Somos emanaciones de este tiempo, emanaciones materiales.
El pasado al presente llega sin peso. Pienso el mundo,
su desarrollo en mi, materia en movimiento.

* * *

There is no glory for you, there is no love.
I open the door, in silence; I open the door, in silence,
I walk through the hall to the kitchen.
There is no glory for you, there is no love.
You have to say something intelligent,
you have to think something intelligent,
Something to help you in life, you have to say:
the most important learning is to learn to forget.
You have to walk in to the days, all alone through the years,
and the only thing that you should learn is to learn to forget.

* * *

Yo vivo con dolor. Atravieso las calles con dolor. El pasado dura lo que de él puedes recordar. El pasado son minutos.

* * *

El mundo y la gente te imprimen su energía.
Energía en el recuerdo y en los sentimientos. Energía en las sensaciones. El mundo se siente, contaminación, eso es lo humano, charcos en la calle, barrio chino. Tus ojos recorren lo real, se van de un segundo a otro, tu cuerpo, de un segundo a otro, tu mente, eso es estar vivo, un lugar y luego otro.

* * *

Un vacío puede actuar sobre otro vacío. El universo es su producción.

* * *

Me levanto y veo, en el espejo, algunas manchas. Naturaleza del retorno. El amor en su punto último es el vacío, apréndete eso, me digo. Me levanto en el desierto, cambio las sábanas.

* * *

Tengo miedo de la luz en el cristal, aire que entra en la ventana, polvo cubriendo los objetos, la sensación, la búsqueda de la sensación sin cese. Una cuchara metálica en el borde de la mesa, una silla rota, hay una presencia aquí. Lo poético provee de una conciencia en medio de los días. Bajo las escaleras, subo las escaleras, mis ojos tienen la apertura. No hay significado pero hay símbolo, tiempo corriendo en lo real, conciencia.

* * *

Yo no sé donde se van los que se mueren, los que te amaron, yo no sé. La memoria de ti será eliminada. El susurro de su saya cuando cerraba la puerta.

* * *

Cualquier cosa que esté aquí, está dentro de un espacio infinito. Un segundo de existencia, es un segundo de existencia, en un tiempo sin fin. La realidad carece de significado, los objetos y los días, un millón de pasos en el suelo.


Marcelo Morales nació en La Habana, Cuba, en enero de 1977. Obra publicada: Cinema, (poesía) Editorial Letras Cubanas. Premio Pinos Nuevos. La espiral, noveleta, Editorial Sed de Belleza, 2006; El mundo como objeto, poesía, Isla Negra Editores, 2006. (Mención del Premio UNEAC de Poesía "Julián del Casal" 2003; Premio La Gaceta de Cuba 2004 (fragmento); Premio del PEN Club de Puerto Rico; Finalista Casa de las Américas 2004); El mundo como objeto, Ediciones Unión, 2007; El Círculo mágico, Editorial Letras Cubanas, 2007. (Poemas de este libro obtuvieron la beca de creación de La Gaceta de Cuba 2005, bajo el título de "Los momentos de ser"; y uno de los premios Nosside Caribe 2006, bajo el título "La cavidad"); Materia, Ediciones Unión, 2009 (Premio UNEAC de Poesía "Julián del Casal" 2008). En 2004 ganó el Premio de Poesía de la revista Gaceta de Cuba y Revita Prometeo de Medellín.

Última actualización: 08/11/2021