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Merle Collins (Granada)

Merle Collins en el 17º Festival Internacional de Poesía de Medellín

Por: Merle Collins
Traductor: Nicolás Suescún

 

MÚSICA

tal vez tú tienes
suerte

cuando estás a
tono con la música que
están tocando

no así los

que quieren una canción
diferente

 

SUEÑO DE LUTO

Durante siete meses, y siete
días, cada noche penosamente
atravesaron el patio. Dime,

¿no viste el largo sudario blanco
de la muerte, del luto, de los finales
amargos, de más comienzos

pavorosos? Siete meses, siete larguísimos
días, del trece de marzo al diecinueve
de octubre, se desplazan de la montaña

a los sueños flotando en el
sueño drogado de días de incertidumbre.
Vienen con la forma de las cosas

para que recuerdes. Piqueta, azadón,
cuchillo de cacao, horca, azote, machete,
tallo de caña, canasto, sombrero de paja,

botas, morral, pala. ¿De qué otra
manera decirte? Bailan
sobre cobre, cacao pulido,

en círculo triturando piedras para
recordarte. Dime que no viste filas
andando penosas, redoblando el paso, noche

oscura tras profética noche.
Tal vez no querías ver
la ropa anudada, las cajas,

los atados, las rápidas miradas
sobre los hombros, y no te despertabas
pensando en qué y por qué pasaba eso. Dime

que no oíste ni un susurro
silbando en tus sueños, que no
viste gente llorando, con miedo y

a la deriva, botes en agua fangosa
zigzagueando y esperando. Dime
que no viste sombras

agazapadas en la orilla, que no
despertaste de un salto pensando
qué viejo dolor te estaba asediando

y por qué. Siete meses, siete días
de duelo, una revelación
que se abría ante ti y esperaba.

Pero las revelaciones de los sueños
son humo, no tu clase
de conocimiento. Luego viene la furia,

vienen las salpicaduras de sangre, vienen
los pasos pesados, viene el horror
del pasado convertido en futura crucifixión

de nuevo. Y ahora se han llevado
a los soñadores muertos de vuelta a la
montaña para alimentar la fuente de

los sueños de nuevo. ¿Qué quiere decir esto?
¿Que el hombre es más humano de lo que
cree? ¿Necesita esa mujer mostrar

su desconfianza? ¿Que los jóvenes
soñadores se emborrachan con la novedad
del conocimiento y se apartan de la

sabiduría de los viejos?

 

Un tributo (pasaje de Una carta)

Día cuatro
A ti, desconocido, a los que
caen y mueren marchando o mirando hacia delante,
a aquellos cuyos nombres permanecen escondidos para la multitud,
a los que fueron llorados por la madre, la hermana, el hermano, la
    amante,
lamentados por los que tienen miedo de hablar,
que temen llamar la atención sobre una pérdida.
A ustedes no celebrados en estatuas
o placas, o muros conmemorativos, o tumbas del soldado desconocido,
a ustedes que pueden haber gritado por amor al líder,
que pueden haber gritado por amor al país,
o que pueden sólo haber luchado por el amor,
a ustedes, que muertos en la cama,
pueden no haber conocido su participación hasta que despertaron
para preguntarse bajo otra luz.
Les damos gracias por su viaje hasta acá.
Día cinco
En el principio
fue la Palabra
y la Palabra que cada cual oye es la Palabra
de Olodumare, Jah, Alá, Dios,
Jehová, Yavé, Ciencia, suprema.

Un hombre está de pie sobre un cráter
donde antes estaba su casa,
mira en la oscuridad sin fondo,
llora y llama a su hijo, Mahoma.
Y alguien abre los brazos y dice,
Mahoma, no hay Mahoma,
Mahoma no está allí.
Y los profetas inclinan la cabeza y lloran.
La palabra que ha sido dicha antes,
tendrá que ser dicha de nuevo.

 

LOS BLUES DE OCTUBRE

 

Así que tengo los blues
de octubre. Estamos a mediados
de octubre y en mi cabeza se cierne

un  helicóptero. Un reconocimiento
da vueltas rugiendo. En un
pintado paraíso de tarjeta postal

bombas torpes desatan explosiones
en un fuerte estropeado y temeroso
Estamos a mediados de octubre

y yo siento de nuevo esos blues
de octubre. En mi cabeza, bombas
con visión nocturna buscan bocas

de cavernas y doblan para meterse. El
Jacob de tía Myra está allí. El no es
de esos que apoyan la revolución a gritos

pero quiere las cosas que le han dicho
trae la revolución. Comida, salud,
prosperidad, por supuesto, y

educación. Yo tengo los blues
de octubre porque en mi cabeza
bombas explotan en la boca

de una caverna y Mark, mi primo,
se refugió allí  cuando
el último ataque empezó .

Una instalación militar,
ese fuerte. Él está ahí porque
allá lo llevaron. Está avergonzado

porque no cree para nada
en los líderes de su país. Aún así
se siente traidor porque

quiere irse. Los perros grandes ladran,
masculla, cuando los cachorros
se alejan para morir. Yo tengo estos

blues de octubre importados, esta
depresión del mar Caribe. En mi
cabeza hay una inmóvil imagen azul

Rosa, cargando armas. Ella esta ahí
porque, apoye o no a los líderes,
la nación es el hogar.

Ella no quiere ninguna bondadosa
figura paterna invadiéndonos para
predicar el amor a la humanidad. Tengo

estos blues de octubre porque 
de nuevo veo a mi amigo tendido
en una alcantarilla. Un cerdo lo

empuja con el hocico. Un hombre con
sueños, mi amigo, no sueños rojos sino sueños
húmedos con la esperanza azul marina 

de una luminosa alba caribeña. Tengo
los  blues de octubre porque
de nuevo veo la hosca,

decidida cara de Dan, que con
el fusil al hombro masculla que culpa
al Jefe por este espantoso

desastre. No era lo bastante firme,
refunfuña sobre el asesinado
Jefe. Tengo de nuevo esos blues

porque hacia dondequiera miro hay
alguna vengativa paliza masoquista. Estoy
segura que alguna hermana, en alguna parte

tiene los blues de septiembre, que algún hermano
en alguna parte, canta en voz baja unos blues
de noviembre. Sé que hay blues

de verano y blues de la estación de lluvias,
blues de primavera y blues más blancos
de invierno. Alguien en alguna parte

tiene un año atestado de días que
tocan  blues. Yo no soy la única que tiene
estos recurrentes blues caribeños.

 

NOTAS SOBRE AZUL

 

Notas en papel azul,
Bonos de nuez moscada, tantas
Verduras vendidas, tanta

Cocoa, tanto de
Salario, tan poco
Para el año

86 escrito muy claro
después del 19 de arriba
El total para 1986

dieciocho mil
catorce dólares
con cuarenta y siete centavos

No lo sabías entonces
pero te quedaban diez años más
de ansiosa escritura

Notas en papel azul
pago de la deuda
el nombre del banco

y unos garrapateados
mil dólares
espero que fueran un pago

por el año. El azul vacío
cuenta el resto de la historia
y hay una parte, también

en el recuerdo
de una voz lamentándose,
Este hombre trabajando todos

los días y siempre sin un centavo
de una voz preguntando,
¿Qué es lo que haces con la plata?

Yo heredo el garrapateo del acusado
que, conociendo las carencias
que no podía permitirse tener

construyó un monumento de silencio
que ahora se levanta, sólido,
en su defensa.


 

Merle Collins nació en Granada el 29 de septiembre de 1950. Ha sido profesora de inglés y Literatura Comparada de la Universidad de Maryland, donde también ha enseñado Escritura Creadora y Literatura Caribeña. Realizó además estudios universitarios de español y de historia. En 1985 integró The African Dawn, un grupo musical que incorporó poesía y musica africana. Obra poética: Because the Dawn Breaks, 1985; Rotten Pomerack, 1990y Lady in a Boat, 2003. Coeditó una colección de escritura inventiva llamado: Watchers and Seekers: Creative Writing by Black Women in Britain, 1987. Su trabajo ha sido publicado en varias antologías. Novelas: Angel, 1987, The Colour of Forgetting, 1995; e Invisible Streams. En 1990 publicó Rain Darling, una colección de relatos breves. En su obra ha expresado el sofocamiento a la que fue sometida la revolución granadina (1979-1983), posteriormente a la invasión norteamericana. Además del inevitable tema político en su obra confluye el canto a la infancia, el amor y los esplendores de la naturaleza caribeña.

Última actualización: 17/11/2021