Yván Silén (Puerto Rico, 1944)
Yván Silén (Puerto Rico, 1944)
Partí el agua como cartón, como
cuerpo de la muerte en el espejo
(Partió el bálano de luna la sangre:
la sangre, sola, como sombra
Los ciegos
Que no veo la luz,
Que soy la luz que no veo,
He venido
No he venido a ver la nada que veo.
Oh, qué amanece el sexo
No ha venido la luz a verme,
*
Soy vidente y tengo rabia.
humo blanco: llanto gris y muerte lila,
donde hay espinas florecidas y domingos
del brazo de mi madre
¡Soy vidente y tengo rabia:
sombra del miedo de estar muerto. Partí
la lluvia como cortina de baño
que devela la mujer desnuda:
de morir: lluvia seca tu sexo
de rosa; agua negra tu sexo de lata
que partió mi sed, mi labio...
lagartijo de losa degollado
-risa de niños de cartón-). Partió
de miedo de la mujer desnuda: los niños
de cartón en los espejos de la muerte.
ni oigo el eco,
ni la sombra soy.
y el eco que no oigo soy,
y no veo la sombra,
porque no he venido a ser
eco de su ser
sino a ser del eco la palabra.
que muerto y vida,
y bien y mal,
cruzo,
lejos de mí, corpeando
del doa a la nochi
al borde del sueño en un espejo
de la imagen que sale al
vacío.
A ver, ciego, mi ausencia,
y a mi cuerpo que canta
la canción callada,
la palabra silencio
del que pasa: Que cómo me llamo.
Que quién seré si doa,
que cuándo fui si nochi.
de la rosa, copa de agua,
semen de agua,
y eco sordo si luzoigo.
Si sombramor
del sereco y de la luz.
ni el eco a oírme ha venido,
sino la nada que soy
a bien y a mal,
al borde del espejo,
ha venido vacía,
en la palabra repleta del sereco,
de ser mal, de seroscuro.
Que no oigo la luz,
ni el eco oigo,
sino la sombra que soy.
En el cementerio fusilan a los muertos:
lactean sus heridas como si en la bala
el canto de una madre repercutiera:
han fusilado otra vez mi trapo
nuevo. Han fusilado el ataúd
y la corona de rosas marchitas,
florecidos. Soy vidente y tengo
rabia, porque detrás del mismo paso
a lo fatal del beso.
en el cementerio fusilaron a las madres!