Rostro de Agua
Por: Angela García
Variaciones sobre el deseo
Lo que quiero ser
en silencio alumbra la filigrana
de la reunión
agrupa voces
de la travesía solar
La gracia que busco
es ascua de otro nombre
II
Viene acosándome lo que quiero ser
alumbra cuando nada se ve
me da oído
empuja la voz que tendré
Lo que quiero ser
contiene
no me deja estar sola
recupera memoria
insemina el tiempo
para el abrazo
Lo que quiero ser
es mi dote
III
Me acosa
el nombre sin equivalencia
el levante
lengua ignorada
cámara de iniciación
nombre sin fonema
signo
como sol o negrura
sin semejanza
Preguntas
¿Qué rostro colma tus facciones
cada hora?
¿Qué luz en la retina, las transforma?
¿Qué sombra?
¿Quién se asoma por la comisura
cuando ríes,
cuando se abre la boca
ante el bailoteo de lo inesperado?
Cuando la carne es pulpa de cielo
¿cómo nombrarte?
¿Hay otro nombre
fuera de tu nombre
cuando entra y sale
el aire con el canto?
Y ese velo que el amor rasga
¿a quién muestra?
Semblante de vértigo y vacío
rostro de azogue
sin nombre
Del lúpulo del silencio
íntimo
y a la vez desconocido
Definición
Esto es el cuerpo:
una vara de bambú enhiesta
sus pequeñas hojas
en las yemas innumerables del viento
médula hacia el cielo
ceiba gigante
sus ramas fronda expandida
junco
erguido y flexible
ajetreo del aire liberando brazos
sobre la vida recibida
y desde ahí
sangre como raíz y fruto
como pasaje y flor
en el extremo de tu propia rama
ofrecida al hambre de la vida
Soy una extensa palma de mano
silvestre
contengo al súbito saltamontes
la madura acidez del níspero
el febril beso fertilizando las entrañas
la hoja de buey
que el otoño vuelve saltarina
soy verde y café
negra como pliegue de monte
árbol de hojas titilantes
Al extremo de mis dedos
rebrotan las delicias
Conjuro
Recuérdame siempre desnuda
quiero llegar a tu corazón
con los pies descalzos
como a una playa
En tu memoria el tatuaje
del silencio
cuando es un himno del cuerpo
voz hecha rumor
emanando en húmedas pulsiones
Como cuando somos
universo de luz
Encuéntrame en tu deseo
como cuando iniciamos la errancia
en pos de la edénica palabra