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Encontraremos ese retrato de nosotros mismos

Fotografía de El País

Por: Marialcira Matute

Encontraremos ese retrato de nosotros mismos,
que puede dialogar con originalidad con el Mundo

 

 

Transcripción de Mónica Chalbaud
Tomado de la Librería Mediática

William Ospina conversa con La Librería Mediática , al día siguiente de recibir el premio Rómulo Gallegos, después de haber atendido un promedio de 10 entrevistas diarias en los días previos a la ceremonia. Lo hace con serenidad y paciencia, bromea cuando le preguntamos cómo hace para no repetirse, y dice que tiene bastante cuidado de no hacerlo.Disfruta este premio con sus padres y su hija, que lo acompañan en Venezuela. Este colombiano de 54 años , padre de una hija de 35 y orgulloso abuelo, delgado y pensativo, con indios y blancos europeos mezclados en sus facciones serenas, barba y larga coleta de cabello oscuro y ondulado, ha transitado el periodismo, el ensayo, la poesía, y durante lustros se ha dedicado a investigar la historia para producir sus novelas,llenas de poesía. La trilogía sobre los viajes al Amazonas en el siglo XVI, cuyo segundo tomo, El país de la canela, lo hace merecedor del Rómulo Gallegos le ha tomado años de vida.

 

El jardín de PDVSA/ Centro de Arte La Estancia nos sirve de escenario para la entrevista. Ospina no lo conocía, y él mismo elige el sitio, sobre unas gradas, entre matas de cala y a la sombra de los árboles en una tarde fresca y muy iluminada. Mónica Chalbaud nos acompaña como lectora invitada, y nuestro lector invitado de siempre, Isidoro Duarte está allí como camarógrafo. Registramos la conversación para todas las plataformas de La Librería Mediática, el pasado lunes 3 de agosto.

No llueve, está fresco y sabroso el jardín, todo listo para la entrevista, después de haber buscado al autor en su hotel, de haber roto el hielo compartiendo anécdotas en el trayecto. El pais de la Canela y Ursúa, son el fruto del trabajo de años, tesonero, de filigrana, con poesía, naturaleza y conciencia del “orgullo de mestizajes”, así se refería Ana Enriqueta Terán al Presidente Chavez. Por cierto, en una entrevista de hace años, que circuló por internet, Ospina refería cómo el presidente se había constituído en la piedra en el zapato para los grupos de poder: “Un mulato indómito y locuaz que llama a cambiar un panorama de injusticia y de menosprecio por el pueblo es una de las más antiguas pesadillas de las élites latinoamericanas.”

Mestizaje

Recordamos parte de discurso el día de la entrega del premio en el CELARG, cuando Ospina dijo que no era indígena, ni europeo, y que los europeos se encargaban de recordárselo cuando estaba allá. Preguntamos¿ Qué es ser mestizo? ¿Por qué quieres reivindicar el mestizaje, con toda tu obra? Y entonces, su Tolima natal, su Colombia se hacen presentes en la voz y el acento de Ospina, que expresa sin apuro sus reflexiones: “Es que después de cinco siglos de presencia europea en América, y después de más de 4 siglos y medio, de presencia africana en América, pues, se ha configurado, ya no una cultura indígena, ni una cultura africana, sino una cultura americana, en la que esos componentes indígenas, persisten, son muy importantes, su memoria tiene que ser incorporada, pero sólo como parte de un gran mosaico continental.No me parece que sea posible revivir una Arcadia Indígena, que no existe ahora, y que dificilmente podría existir.

Me parece que, si nosotros dialogamos con todas las fuentes de nuestra sangre, con todas las fuentes de nuestra cultura, encontraremos ese retrato de nosotros mismos, ese perfil de nosotros mismos, que puede dialogar con originalidad con el Mundo.

Mientras nos esforcemos por ser europeos, por fingir que somos europeos, contra toda evidencia, estaremos rechazando, esos otros componentes de nuestra cultura, que son grandes alternativas. Son grandes respuestas a muchos enigmas, de la civilización contemporánea. Yo no creo que Europa tenga hoy las grandes soluciones, para el Mundo,porque han inventado muchas cosas, pero muchas de las cosas que han inventado, son en verdad muy peligrosas para el mundo contemporáneo.El saqueo de la naturaleza, la industrialización desaforada, la producción de basuras industriales, la contaminación del ambiente. De manera que, yo creo que hay que volver la mirada sobre otras tradiciones, y nosotros, tenemos esas posibilidades, y entonces, para nosotros el mestizaje, no es sólo vocación, sino una realidad que hay que interrogar.”

Mónica Chalbaud, artista plástica , comunicadora, avidísima lectora de Ospina, lo conoce desde hace años, y nos acompaña para compartir anécdotas comunes, de un grupo llamado “Venezuela y Colombia sin fronteras”, que se encontró en Colombia y recorrió el Orinoco y el Guaviare. Hacemos notar que los mapas que están en los libros de Willim Ospina, no tienen fronteras entre Venezuela y Colombia, que la conciencia del mestizaje, también borra las fronteras.Reseña Mónica las palabras de Ospina en ese encuentro “Hay un árbol enclavado en la precisa línea divisoria, y que da frutos en dos tierras, flores en dos prrovincias y sombra en dos países. Celebremos ese árbol, y son muchos, como símbolo de lo más distinto, de un sueño.”

Escritor, lector

Saboreamos la poesía, celebramos la dedicación al ensayo de Ospina, el abordar con tanto frenesí el trabajo de Juan de Castellanos.Y le decimos con sinceridad que a veces todas esas cosas dan como resultado unos ladrillos insoportables y para los lectores.Y a veces dan milagros, como sus libros: la trilogía Ursúa,El País de la Canela, y la novela en producción que es La Serpiente sin Ojos.Hablamos del impulso y la paciencia, del tesón y la iluminación. Nos dice Ospina: “La paciencia es uno de los nombres del Arte, pero también ocurre que la iluminación, se vuelve uno de los nombres del Arte…Dicen que la principal diferencia que hay, entre las otras obras humanas y las obras artísticas es la diferencia que hay entre los fuegos de artificio y el rayo.A veces ese prodigio es instantáneo. Sin embargo, yo pienso que lo único que uno no puede es madurar las cosas prematuramente.” Hablamos de nosotros como lectores, de nuestra voracidad ante otros libros y de cómo sus libros exigen pausa, reposo, reflexión. Bromeamos con las transcripciones de Mónica de cada libro que lee, de cada hecho noticioso, del su uso del internet como poderoso medio divulgativo .Ospina nos comenta: “Bueno, en una época yo era muy buen lector…en el sentido de que me dedicaba fundamentalmente a leer…Leía por gusto. Por placer, por capricho casi. Ahora, me he vuelto un lector menos bueno…diría yo.Porque no leo ya sólo por deleite, sino, que me fui metiendo en una historia, por ejemplo, ésta que estoy contando ahora, y es mucho lo que tengo que leer, y a veces no son textos gratos que leer…¡ Pero que para mí son valiosísimos!Que proporcionan una información que yo podré transformar, espero, en algo más grato de leer, ¿no? Y debo contarme esas historias antes que contárselas al lector…Debo contármelas a mí mismo…Necesito detenerme en cualquier detalle, y entonces, tengo que dedicarle mucho tiempo…a esas investigaciones, y entonces, ya no me queda tiempo para leer todo lo que encuentre…Mucha literatura de actualidad, lo reconozco, yo estoy completamente desactualizado…porque llevo 15 años dedicado a leer crónicas del siglo XVI…a leer documentos, a leer libros de Historia…A veces, me concedo el deleite de leer alguna novela de autor contemporáneo…”

Colombia y Venezuela se parecen

Mónica recuerda el primer contacto con Ospina, su voz, su pensamiento en Colombia, la primera recomendación que alguien le hizo de los libros de Ospina: “A Inírida ,en Colombia,no se puede llegar sino por avión…Habiamos llegado, dos Hércules, mágicamente, besándonos, un avión con otro! ¡Llegamos al mismo tiempo! Bueno, nos bajamos y nos abrazamos…Y te digo, cuando nos separamos colombianos y venezolanos…porque a ellos los vinieron a buscar primero que a m텡 eran 60 hijos que se me iban! Allí me recomendaron la primera vez los ensayos y poesías de Ospina,los leí todos…”

Ospina se emociona, abraza a Mónica, y recordamos las tantas entrevistas que le han hecho en estos años, en las que dice que los libros aunque sean una trilogía pueden leerse por separado.Nosotros decidimos leerlos en orden. Referimos una frase de Ursúa, referimos lo parecidos que somos los pueblos colombiano y venezolano: “Cada región alimenta un pueblo…que se le parece…tantos siglos a la orilla de un río, volvieron a los hombres diestros para nadar como peces, y para atacar como caimanes, la familiaridad de los montes los volvió mudos y a la vez solos como las estrellas del cielo, y la vida en el desierto los volvió rudos y pacientes, como cardos, la vida en la selva les dió el sigilo de las serpientes., la agilidad de los monos y los ramajes…los hizo capaz de ver un mundo que hormiguea de color y sonidos, allí, donde otros sólo ven monotonía y silencio…”

Afectos, cercanías, amores

Y continuamos conversando , recalcamos que el silencio es mucho de los andinos…en la mirada, el estar cerca nada más, estar cerca y sentir que la cercanía es ya una expresión de afecto…Y eso, los caraqueños, muchos no .lo entienden…Y los costeños, muchos no lo entienden…Le preguntamos: ¿ Cómo entiendes tú el afecto? ¿ Cómo entiendes tú la cercanía, cómo sientes tú que eres amado?

Ospina dice: “ Bueno, hay muchas maneras, ¿verdad? No todas son verbales, por supuesto que es muy bueno, y muy bonito por el mensaje.Existe el lenguaje de los signos, el lenguaje del ritmo corporal.A veces, por miradas se transmiten un montón de cosas, y la persona entiende que tipo de mirada está recibiendo, que tipo de mirada está buscando…y se diría que a veces la naturaleza tambien nos dirige, tiene unos lenguajes, nos habla la naturaleza…

Y es mucho lo que hay que aprender de los pueblos indígenas, que ellos pueden ver los seres de la selva, los seres del cielo…Cuando los shamanes entran en diálogo con las fuerzas de la naturaleza, y cuando dicen que es como la fuerza suprema cuando ven el tigre en todo…Parece que el felino representa, como la plenitud del ecosistema. Sólo aparece cuando el ecosistema es total, y el felino es, como lo dice mi narrador, en El Pais de la Canela, son los felinos las coronas de las selvas voraces…Entonces coinciden, parecieran coincidiendo, la mirada de la ciencia occidental, con la mirada indígena…”

Volver pero para conocer al sur

Ospina anda con ganas de volver a Venezuela pronto, a recorrer el sur, la Gran Sabana, Canaima, y le decimos que acabamos de regresar de allí, que allí recorríamos las páginas de sus libros y pensábamos que podíamos ver con con perplejidad el país y su naturaleza, que con naturalidad la veían los indígenas, y con perplejidad la veían los africanos, con perplejidad la verían los conquistadores…que venían a arrasar esa naturaleza…sin importarles lo que tuvieran que llevarse por delante.Le preguntamos si también la mirada puede ser mestiza…Y dice Ospina: “Bueno, yo creo que en realidad la humanidad es mestiza,¿no? Nosotros estamos asumiendo nuestro mestizaje, que es antiguo, pero es bueno señalar, que cuando los españoles llegaron a América, eran mestizos. Ellos mismos. Ellos se lo negaban, se lo negaban…porque tenían obligación de negárselo… Eran mestizos, porque habían estado, la península ibérica, ocupada seis siglos por los moros, y la lengua se había llenado de ¡algarabia!…que es nombre de la lengua árabe…Pero, también habían pasado por ahí los visigodos, también ellos habían sido originalmente una mezcla de celtas, y de íberos, y de latinos, que habían venido de Italia…Entonces, ¿ qué es eso? ¡Mestizaje! Eso se llama mestizaje… ¿ Qué es el cristianismo originalmente, sino un gran mestizaje.?

Accesible país de la canela

Finalizamos la conversación pidiéndole que lea una de las páginas iniciales de El País de la Canela , la merecidamente premiada novela …lee entonces un pasaje inicial que dice así: “La primera ciudad que recuerdo vino a mí por los mares en un barco. Era la descripción que nos hizo mi padre en su carta de la capital del imperio de los incas. Yo tenía doce años cuando Amaney, mi nodriza india, me entregó aquella carta, y en ella el trazado de una ciudad de leyenda, que mi imaginación enriqueció de detalles, recostada en las cumbres de la cordillera, tejida de piedras gigantes que la ceñían con triple muralla y que estaban forradas con láminas de oro. Tan pesados y enormes eran los bloques que parecía imposible que alguien hubiera podido llevarlos a lo alto, y estaban encajados con tanta precisión que insinuaban trabajo de dioses y no de humanos ínfimos. ..No sé si esa lectura fue entonces la prueba de las ciudades que había sido capaz de construir una raza: al menos fue la prueba de las ciudades que es capaz de imaginar un niño.”

Terminamos la entrevista maravillados ante la experiencia de compartir con un escritor que no improvisa: trabaja, investiga, reflexiona.Este será uno de los Premios Rómulo Gallegos que sin duda, los lectores seguiremos comentando por años.

Celebramos así la buena literatura mestiza, nuestroamericana, y comentamos que además de la edición original de la novela existe una edición popular del libro ganador del RG por parte del Min Cultura, y que se incluye en el Plan Revolucionario de Lectura . Con esa mención cerramos la entrevista,luego regresamos a Ospina a su hotel y nos vamos a continuar disfrutando en silencio de esa maravilla literaria que merecidamente ha ganado el premio este año.

Última actualización: 13/03/2019