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¿Qué significa para mí la poesía?

Fotografía de Nidia Naranjo

Por: Vladimir Marku

Especial para Prometeo

 

Algunas personas dicen que el poema es una escultura y el poeta una escultor que cincela el mármol con perfección. Dicen otros que es un rompecabezas que el poeta tiene que armar por su cuenta. Lo han comparado con un bebé recién nacido, con una fruta bendita del jardín de Dios. En tiempos de los romanos y de nuevo en el Renacimiento, los poemas eran descritos como pinturas parlantes, y la pintura como poesía silenciosa. (Robert DiYanni, Literature, 1986). Una cosa es más clara que el agua: no está hecho solo de palabras.

Un poema es todo lo que la gente dice y dirá qué es. En nuestro interior somos pura naturaleza, pura belleza, pura armonía que intelectualmente tratamos de corromper en nuestro exterior… pero ahí está, sintonizándose, cuando la mente consciente y la subconsciente abren la puerta que las comunica. La mente consciente escribe con la mano siguiendo el impulso y las sugerencias de la mente inconsciente… Hay un poema con la más dulce de las melodías que uno obtiene al pulsar las cuerdas más finas de nuestra alma y que solo puede ser tocada con manos benditas por Dios. Es, permítame decirlo así, un estríptis del alma… si uno refina el alma, uno obtiene el poema…uno destila los sentimientos.

Entonces la escogencia de las palabras exactas, las expresiones, el ritmo, etc., es sólo hacer corresponder las vibraciones de la mente subconsciente con la sustancia correcta. Esta está caliente… la dejamos a un lado para que se enfríe, y después de probarla con la lectura la podemos arreglar.

No hay una crítica honesta y constructiva. No creo mucho en ella. Es un  conformismo… a no ser que proceda de alguien que no es poeta. Uno no puede esperar una crítica sincera de un poeta colega, porque esto es muy difícil. Solo la gente con las mismas vibraciones del alma gusta de cierta poesía…

Un exceso de metáforas con la excusa de que uno escribe para una elite que no lee poesía o que está ocupada solo con su propio pragmatismo es el síndrome actual. Un exceso de metáforas vuelve absurdo al poema.

Cuando estoy sintonizado, en la onda, elevado o iluminado para escribir un poema, me tiemblan las manos. Sé que estoy escribiendo con medios físicos la melodía que tocan dentro de mí seres divinos. Es importante detenernos dondequiera estemos y escribir con el primer impulso de la mente subconsciente, o tener siempre una grabadora a mano. Entonces se puede usar este embrión para cultivar un poema nunca antes escrito. Un poema es algo con lo que uno se preña espiritualmente, y que desea dar a luz en el aislamiento del ser. Sí, busca la soledad. Cuando uno está dando a luz un poema uno quiere estar posesivamente solo.

En este punto quiero citar a Paulo Coelho quien, en el prefacio de libro “Poemas del desierto” de Mohammed Bin Rashid al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos y gobernante de Dubai, escribe: “Escribir es un acto de coraje. Pero vale la pena arriesgarse…”

Traducción de Nicolás Suescún

Última actualización: 01/03/2019