English

Notas sobre la poesía

Por: Dostena Lavergne
Traductor: Rafael Patiño Góez

 

Especial para Prometeo

1

Pueda la poesía caminar como si ella no supiera nada
de caminar y menos todavía de “como si”
entonces ella no habrá de poder quejarse
de las suelas heridas
de los zapatos de cuero abiertos
que ella no sería capaz de pilotar
para caer
cogiendo velocidad y rechinando el hierro en sus dientes
la aritmética de la infancia, dicen
que la vieron sobre la calle quejándose para sí misma
y llevando gafas oscuras
y luego se te antoja que la metáfora es un vestido
de tul, la cuelgas de esta forma,
de aquella otra, chasqueas
envuelves una cuerda roja en torno a tu dedo
pero ella no siente como si hablara a extraños
ella observa a través de ti y en sus ojos
una triste ciudad eclosiona
con puentes que alargan elipses.

 

2

Madre,
yo vi a los poetas caminando a través de los muros
ellos pagan a la salida y no preguntan el precio
yo no quiero ser como ellos
para vivir desgarrada en pedazos
un cuerpo entre paredes
ni siquiera una lengua para empeñar
yo los vi, ellos viven en una aldea
tanreal que te hace poner los pelos de punta
pero yo soy una niña y sueño con llegar a ser una poeta
cuando crezca
en una rima entre los muros
hay algo ateo su picazón
algo vulgar su piel blanca
ensangrentada con grafito las huellas
de sus plumas acechan los muertos
secretamente de noche y pesan
palabra por palabra
como si la harina estuviera a punto de agotarse
si retuvieran su aliento penetrarían por entre
el muro finalmente no quiero
llegar a ser poeta, yo soy una niña
y sueño con llegar a ser poeta
cuando crezca con la escritura
es lo mismo que cuando dices “yo te amo”
para aliviar la emoción
excesiva, en vano, para aferrar la pelota.

 

3

…la poesía es como esa canción eslovaca
acerca de la cruel Katerinka
que ahoga a su noveno hijo en el Danubio
acerca de la adorable Suzanka que fue comida por sus hermanos
un ciervo blanco en el bosque
un rostro perdido en la pradera
el encantamiento de tantas naciones
un mar abriendo sus hojas
sobre el rostro de la madre…

 

4

Al comienzo escribir brotó como savia por los conductos a lo largo de la cicatriz de la corteza, luego escribí
mientras tendía la cama en un cuarto solitario, pero a los treinta, ya no puedo respirar más
del modo que lo hacía, sonriendo o llorando frente al espejo, y me siento como golpeando la autopista,
como tomando a la pluma por los cuernos para escribir…
acerca de las naciones y sus raíces floreciendo, todas en sangre, para descolgar palabras que están a punto de extinguirse: cerúlea, bruja…
para escribir acerca del éxodo del alma desde Auschwitz, desde Belgrado y Kana, reaprendiendo
cómo comer, bailar, hacer el amor…y porque no soy suficientemente buena todavía,
y porque aun soy mal arquero, no me atrevo a creer, como para no traicionarlo a Él.

 

5

Ellos acostumbraban decirme que la poesía no es (una tarea fácil) (no es juego de niños)
pero no me contaron la historia completa
así que me enlisté
en el ejército sin sospechar
que me habían reclutado para la tercera guerra mundial.

Publicado en abril 17 de 2012.

Última actualización: 07/01/2022