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Cómo puede actuar la poesía en la era de la globalización

Por: John Robert Lee
Traductor: Rafael Patiño Góez

 

 


Foto de Stephen Paul, tomada de Caribbean Review of Books

Especial para Prometeo

 

 

Introducción:

Seamus Heaney, irlandés laureado con el nobel en 1995 formula las preguntas esenciales que cualquier poeta, bien sea del Viejo o del Nuevo mundo, debe formular: “¿Cómo debería propiamente vivir y escribir un poeta? ¿Cómo debe ser su relación con su propia voz, su propio lugar, su herencia literaria y su mundo contemporáneo?”  Estas preguntas enfatizan las responsabilidades fundamentales del escritor donde quiera que él forme su hogar. Por supuesto, estas son también preguntas universales, intemporales que han retado siempre a aquellos que llevan el manto de la vocación poética –desde Homero a Safo, a Dante, los poetas de oriente, occidente, sur y norte, los creadores de imagen de las Américas, África, Asia y Europa, hombres y mujeres de la poesía.

 En esta era de una nueva globalización en la cual las tierras recién halladas de las aldeas globales, eras digitales y familiaridades culturales de un-solo-mundo yacen abiertas ante nosotros,  los cuestionamientos involucrados de Heaney son aun más importantes. A través de los cinco continentes (¿y el sexto continente de las naciones insulares?) cada poeta debe enfrentar estos inquisitivos exámenes si su trabajo ha de ser significativo fuera del suelo patrio y ha de extenderse, como un árbol de vida, sobre el planeta tierra que es nuestro suelo común.  

Para poetas que han conocido la conquista, colonialismo, racismo, imperialismo y otras degradaciones de unas pocas centurias recientes –poetas cuyas historias los colocarían ante parecidas desventajas, estas preguntas tienen una significación que podría tomarse por segura en ciertas situaciones privilegiadas.  En los países de nuestro mundo donde  pobreza, guerra, enfermedad, hambruna, y analfabetismo son la experiencia común, la misma práctica de la poesía y la aparente arrogancia para aspirar a tal expresión creativa, puede parecer presuntuosa. Incluso mucha de la poesía más significativa (y otras formas de literatura y arte) de nuestro tiempo ha surgido de aquellos deprimidos contextos. Las preguntas de Heaney no son únicamente personales y artísticas sino que engloban una dimensión política. La globalización no es solamente un resultado comercial, sino también político. Es poder que comercia a través del globo.

Al mismo tiempo, los retos del mundo del siglo 21 bien puede forzarnos a la postura de  W. H. Auden en su tributo al otro gran poeta irlandés, W.B. Yeats:

“Ahora Irlanda tiene su demencia y su mal tiempo,
Porque la poesía hace que nada ocurra: ella sobrevive
En el valle de su hechura donde los ejecutivos
No se atreverían jamás a interferir…”

Si “la poesía hace que nada ocurra” entonces ¿por qué a través de los tiempos los poetas se han molestado en escribir sus líricas y épicas? Por supuesto, el astuto Auden puede también estar jugándonos una broma subversiva, sugiriendo que de hecho la poesía hace que el vacío de “nada” se de dentro de algo vital. A pesar de que lo leemos, hay una sugerencia de la separación (“el valle de su hechura”) y de la singular naturaleza del acto poético. Es en esta singularidad donde radica el poder de la poesía para actuar en nuestro cambiante mundo. 

 

Poesía en la cultura comercial          

 

 

¿Puede la poesía ser un poderoso muro a lo largo de nuestras Américas (las islas, América Central y del Sur) que nos pudiera defender de las intrusiones del EPA, del WTO y de la omnipresente vigilancia satelital de Hermano Mayor de Norteamérica, Europa e incluso Asia? En las propuestas reciprocidades de negocios culturales y de herencia, bienes y servicios, que supuestamente tienen lugar en un mercado libre, de democracias, ambientes libres de prejuicios, reglas de juego equitativas –puede la poesía ayudar a garantizar negocios justos, honestidades, respeto mutuo- o retornaremos a la repetición de las historias de aquellos primeros encuentros entre marineros europeos sobre sus carabelas cargadas de mosquetes y los primitivos ancestros de estas Américas en sus paraísos de merlines azules y loras?. Las canciones y poemas de los amerindios, y posteriormente, de los esclavizados africanos y asiáticos obligados,  no detuvieron a los piratas explotadores que crearon los imperios mercantilistas en estas tierras meridionales.

 

¿O la discusión tiene que cambiar el paradigma? Volviendo a Seamus Heaney, quien ha vivido en medio de tiempos aciagos en su nativa Irlanda - ¿en cualquier contexto político, cultural o social que nos encontremos nosotros mismos no están por destacarse las preguntas fundamentales, esenciales? Más allá de los mundos crueles de advenedizos y conquistadores, de banqueros y representantes de papas, la voz del poeta es aquella del corazón humano en el punto de equilibrio del horneo de tratos y contratos y tratados. Las preguntas de Heaney son el inquirir del salmista mientras Jerusalén arde alrededor de él, del muchacho tamborero fisgoneando mientras se colapsa México, de la jovencita que testimonia el asesinato de su madre por parte de los esclavistas. Es un llamado a ser veraz ante la situación que enfrentan.

Gabriel García Márquez, en su discurso al recibir el Nobel en 1982, enfrenta de forma directa las implicaciones de la globalización:

“…es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado”

 “América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío…”

“¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social?”

Al rememorar el consenso internacional sobre el carácter único de las culturas latinoamericanas (e indirectamente, de la originalidad de todas esas culturas mal llamadas “Tercer Mundo” u otros términos despectivos), él desafía los poderes financieros y culturales del mundo para interpretarnos apropiadamente. Para permitirnos disponer de nuestros propios destinos. Podemos encontrar las soluciones para nuestros propios retos. Él rememora al mundo desde el escenario del Nobel que “la búsqueda de nuestra propia identidad es justamente tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos”. Esto es cierto todavía hoy, y quizás tanto más con la insidiosa influencia de las presiones de la nueva globalización.

Aquí está la opinión expresada contra las negativas de la globalización. Si los poetas responden las preguntas de Heaney profunda y honestamente y sesudamente, entonces ellos pueden ayudar a los globalizadores foráneos para comprender a nuestro pueblo y culturas, y esperanzadamente para tratarlos con mayor respeto. Y ellos empoderan su pueblo para validar sus culturas y sociedades en toda su maravilla y complejidad; ellos nos capacitan para conocer la integridad y autenticidad de nuestras vidas y herencias. De hecho los poetas, buscando sus propias experiencias, nos conducen a conocernos mejor a nosotros mismos. Así que el trabajo del poeta no es primero para el forastero – invasor hostil o amistoso visitante- sino para sí mismo y para aquellos de quienes él proviene.

 

Globalización “ventaja comparativa”

 

 

He aquí una definición fácilmente accessible y útil de Globalización de la fácilmente accesible y global Wikipedia:

 

“La Globalización se refiere a las relaciones incrementadamente globales de actividad cultural, social y económica. Más a menudo, se refiere a lo económico: la distribución global de la producción de bienes y servicios, a través de la reducción de las barreras a los negocios internacionales tales como tarifas, pagos exportación y cuotas de importación…la Globalización contribuye al crecimiento económico en países desarrollados y en desarrollo mediante la especialización incrementada y el principio de ventajas comparativas. El término puede también referirse a la circulación transnacional de ideas, lenguas y cultura popular.

Los críticos de la globalización alegan que los beneficios de la globalización han sido exagerados y sus costos subestimados. Entre otros puntos, ellos arguyen que mermó el contacto intercultural mientras incrementa la posibilidad de conflicto internacional e intra-nacional. No obstante, las afirmaciones de los críticos de la globalización contradicen la investigación de la teoría corriente de negocios internacionales, de que, luego del control de factores relevantes, la globalización reduce el conflicto entre naciones que comercian. El economista progresista Paul Krugman, quien ganó el Premio Nobel en economía en 2008 por su trabajo realizado sobre la teoría internacional de negocios, es un firme partidario de la globalización y el libre comercio y tiene un record de discrepancia, remontándose a los ‘90s, con sus progresistas destacados, de quienes piensa él que carecen incluso de la básica comprensión de lo que es ventaja comparativa”.

Habiendo levantado las barricadas para poesía y poetas, y convocado a los poetas a comenzar en los fundamentos esenciales de su pensamiento y hacer, consideramos lo que la globalización puede ofrecer. Nótese en la definición de arriba la frase: “el término puede también referirse a la circulación transnacional de ideas, lenguas y cultura popular.” El principio de ventaja comparativa” ofrece, si ello es de creer, la oportunidad de asociación mutua, respeto y por supuesto, el provecho necesario para la supervivencia financiera de los poetas y artistas. Proporcionaunaoportunidad de alzarse, al menoscreativa y culturalmente, en igualestérminos que los más poderosos. Para tomar esa “ventaja comparativa”.

¿No son los poetas y su arte el manantial de vida, el estanque genético de humana conciencia, memoria de las tribus, el griot y el chamán, el cantante y cantor –que los ejércitos y comerciantes y obispos y banqueros y constructores de ferrocarriles y cartógrafos y diseñadores de software- llevan con ellos donde quiera que dejan sus huellas sobre el globo? Para hablar llanamente, los generadores de la globalización con sus falanges de abogados y acuerdos de negocio, no pueden detener al poeta de escribir y leer y cantar. La globalización misma ofrece oportunidades para compartir, transnacionalmente, nuestras “ideas, lenguas y cultura popular”. Y todo cuanto deseemos decir, acerca de cualquier cosa, mediante nuestros poemas. Y esto es lo que yo tomo como significado de “ventaja comparativa”. Lo cual no nos conduce a olvidar la hostilidad enfrentada por todo poeta al hablar y escribir flamantes verdades, frente al prejuicio y la opresión, la explotación y la desestabilización, por aquellos que buscan detentar el poder sobre otros y restringir sus libertades humanas –y esto en casa y afuera de ella.

 

¿Cómo puede actuar la poesía?

 

 

¿Cómo puede entonces actuar la poesía? ¿Cómo está por actuar la poesía? Bien que crea uno o no que la “poesía hace que nada pase,” él y ella deberán preguntar, fiera y apasionadamente “¿Cómo debería un poeta propiamente vivir y escribir? ¿Cómo debe ser su relación con su propia voz, su propio lugar, su herencia literaria y su mundo contemporáneo?” El esfuerzo de una vida entera por responder estas preguntas, en poemas sobre la página o el escenario o en los formatos multimedia, es la mejor respuesta a todo aquello que un mundo globalizado presenta, bien sea positivo o negativo.  Y al responder estas preguntas con todas sus habilidades para el arte y el pensamiento, el poeta sí hace que algo ocurra en los corazones y vidas de aquellos que leen y escuchan. Y las crueles fuerzas de la explotación que acechan en medio de las mejores intenciones de los reinos comerciales y corporativos de Mammon, se ponen bajo control, mucho más allá de lo que caemos en cuenta. Ser un poeta es ser una persona de fe. Tener fe en el poder de la palabra. “En el comienzo fue el Verbo.”

 

La poesía viene de la imaginación y el corazón humanos, creada contra los incendios e inundaciones y genocidios y holocaustos de conquista; con alegría personal y angustia inevitable que resuenen con el espíritu humano en común unidad y voluntad siempre habrá un poeta – en todos los continentes de su expansión bajo democracias y regímenes dictatoriales, bajo sismos o tsunamis, bajo cualquier forma que la globalización tome en su época.

¿Cómo puede actuar la poesía? Siendo ella misma y hablando ella misma, en todas partes, por todos los tiempos. Fuera de toda realidad conocida y vivida por el poeta, mientras él contempla profundamente su relación con su voz, su lugar, sus herencias y su aldea global contemporánea de un mundo.

¡Venceremos!

Escribiendo el ikono

Debes entrar ahora en el silencio a solas y escuchar. Espera.
Espera la traducción del primer verso. Escribe.
Escribe con tus dedos buscando los pigmentos sobre el paladar
para la sombra esencial de la imagen
correcta. Los marcos intermedios la sacra intercesión.
Para dar rostro, postura y voz a lo sagrado no hay materia
desgastada. Y donde la humildad devela alguna graciosa encarnación,
ofrece primero este bandito sacramento al Rey de los santos.

© John Robert Lee

Santa Lucía, Marzo 5, 2012
Publicado en abril 17 de 2012.

Última actualización: 26/04/2020