Jidi Majia, República Popular China
Por:
Jidi Majia
Traductor:
León Blanco
—Acerca de mi escritura de poesía
Escribo poemas, porque mi nacimiento no pudo haber sucedido más pronta y claramente que el día exacto, 23 de junio de 1961.
Escribo poemas, porque yo mismo soy un evento fortuito.
Escribo poemas, porque mis padres son de la etnia Nuosu, ellos descienden de Zhyge Alu, el héroe divino de los Nuosu.
Escribo poemas, porque mi abuelo era especialmente atractivo, pero mi abuela era un poco fea.
Escribo poemas, porque vivo en una pequeña ciudad llamada Zhaojue, donde convive mucha gente Nuosu y mucha gente Han.
Parecen muy familiarizados entre sí, sin embargo, también parecen extraños unos a otros.
Escribo poemas, porque fui lastimado por alguien cuando era niño.
Escribo poemas, porque siempre siento vergüenza, pero deseo expresarme a mí mismo.
Escribo poemas, porque en un verano leí un libro de Ba Jin titulado Sueño del Mar.
Escribo poemas, porque fui consciente de la muerte muy tempranamente.
Escribo poemas, porque mis preocupaciones siempre sobrepasan a mis alegrías.
Escribo poemas, porque tenía una niñera china Han que a menudo aseguraba que había un hombre en su ciudad natal que podía transformarse en un tigre blanco, y el tigre solía abrir las puertas de las personas en la noche.
Escribo poemas, porque a menudo disfruto las fantasías más salvajes.
Escribo poemas, porque soy bueno para contar historias.
Escribo poemas, porque mi tío una vez vino a mi casa en la ciudad y dijo que planeaba expulsar a los fantasmas de su casa, para lo que necesitaba una oveja y ocho gallos.
Escribo poemas, porque me hundí en el agua dos veces por encima de mi cabeza, pero escapé de la muerte en ambas ocasiones.
Escribo poemas, porque he aprendido a nadar bien.
Escribo poemas, porque creo que todas las criaturas sobre la tierra tienen alma.
Escribo poemas, porque fui admitido en 1978 en la Universidad de Minorías del Suroeste, donde leí las obras de Qu Yuan y Mikhail Sholokhov.
Escribo poemas, porque sé que mi padre es del clan Guhou y mi madre del clan Qunie, Y ambos parecen estar llenos de misterio para mí.
Escribo poemas, porque no soy capaz de explicarme a mí mismo.
Escribo poemas, porque quiero distinguir entre el bien y el mal. Adoro a Kafka y a Dostoievski.
Escribo poemas, porque el Chino y el Nuosu están mezclados en el sistema nervioso central de mi lengua; curiosamente, ambos fueron plasmados originalmente en escrituras pictográficas.
Escribo poemas porque había una revista de poesía llamada Estrellas que publicó una sección especial con mis poemas.
Escribo poemas porque tengo que soportar el choque de varias culturas. No hay manera de evitarlo, teniendo en cuenta la región en la que vivo.
Escribo poemas, porque he derramado lágrimas al escuchar las canciones populares de mi tierra natal.
Escribo poemas, porque mucha gente no sabe los significados subyacentes de rojo, amarillo y negro- los tres colores básicos de los Nuosu.
Escribo poemas porque el lenguaje hablado de mi madre es muy vivaz y rico en humor.
Escribo poemas, porque cuando no hay nadie alrededor siento deseos de llorar sin razón.
Escribo poemas, porque cuando era un niño de nueve años irreflexivamente le pegaba a mi hermana menor, e incluso ahora siento vergüenza e incomodidad ante ello.
Escribo poemas, porque me he encontrado con muchas personas que no eran ni buenos ni malos.
Escribo poemas, porque un sabio Nuosu me adiestró en la historia, la tradición, las costumbres, los sentimientos humanos, la astronomía y la geografía de nuestro pueblo.
Escribo poemas, porque vivimos en una era de armas nucleares, pero lo que más deseamos es la paz mundial.
Escribo poemas, porque hemos explorado el significado de la vida, y anhelamos el intercambio genuino con la naturaleza; por supuesto, una conexión espiritual viene desde lo profundo del corazón, no desde la superficie.
Escribo poemas, porque siempre he querido mantener un diálogo con la historia de mi pueblo antiguo, sin embargo, a menudo enmudezco.
Escribo poemas, porque deseo expresar mis verdaderos sentimientos y la agitación de mi alma y puedo sentir una fuerza misteriosa arrastrándome hacia adelante.
Escribo poemas, porque espero que tengan un tono emotivo Nuosu pero que pertenezcan a todos.
Escribo poemas porque tengo un sentido innato de misión, pero nunca he sentido que esto sea una desgracia.
Escribo poemas, porque creo que el entendimiento humano no es palabrería, sino que nos obliga a abrir los brazos y dar amor. Para mostrar interés por el destino de las personas, aunque sólo sea por el aprendizaje de una pequeña tribu en profundidad, lo que nos hace más humanos. Este es mi creencia inquebrantable.
Escribo poemas, porque los seres humanos viven en la superficie de la tierra en constante cambio; al tratar con nosotros mismos y los demás seres vivos, tratamos de comprender las leyes y la sustancia interna.
Escribo poemas, porque la brecha entre la modernidad y la antigua tradición ha retorcido nuestras almas con un dolor que ninguna persona de una sociedad llamada civilizada alguna vez ha experimentado. La generación de nuestros padres se hundió a menudo en un estado de anomia sin precedentes.
Escribo poemas, porque me parece que el espíritu introspectivo de nuestra tribu se manifiesta exteriormente en un color melancólico. Durante mucho tiempo, este color ha estado albergado profundamente en nuestras almas.
Escribo poemas, porque creo que después de la muerte una persona descansa en paz entre la tierra y el cielo.
Escribo poemas, porque mi padre disparaba; él fue honesto y cariñoso toda su vida, cuando bebía contaba historias de su pasado, que hacían brotar en silencio lágrimas en mis ojos.
Escribo poemas, porque mi padre ha muerto y yo lo extraño mucho, él era un verdadero hombre, un hombre con mayúsculas.
Escribo poemas, porque una vez vi en Roma a un hombre cuyos ojos estaban llenos de desesperación, así que creo que la gente en todo el mundo no se diferencia en su dolor.
Escribo poemas, porque me siento reducido a la mitad cada vez que estoy a la sombra de barras de acero y hormigón.
Escribo poemas, porque sigo queriendo encontrar mi arpa judía, perdida en los ruidosos salones de baile de la ciudad.
Escribo poemas, porque quiero que la gente se entienda mejor.
Escribo poemas, porque en este mundo, cien mujeres me aman, pero sólo una de ellas reconoce que me ha traicionado en sueños.
Escribo poemas, porque quiero decirme a mí mismo y a otros que la vida es muy corta.
Escribo poemas, porque Colombia tiene un hombre llamado Gabriel García Márquez, Chile tiene un hombre llamado Pablo Neruda, Senegal tiene un hombre llamado Léopold Sédar Senghor y México tiene un hombre llamado Octavio Paz.
Escribo poemas, porque a veces soy probablemente un blanco de ataque generalizado.
Escribo poemas, porque a menudo deseo expresar palabras surrealistas, a la manera de un mago.
Escribo poemas, porque nunca he entendido la palabra "disunderstanding"
Escribo poemas, porque no tengo otra opción, y parezco apto para este tipo de oficio.