Una entrevista con Ali Al Jallawi
Por: Ayesha Saldanha
"Aún pertenezco a mi País":
Por Ayesha Saldanha
El poeta Ali Al Jallawi huyó de Bahrein en abril de este año; es uno de los muchos activistas políticos, periodistas y escritores que dejaron el país, en vez de arriesgarse a ser arrestado durante la represión contra las protestas pro-democracia. En los años 90’s Al Jallawi había sido encarcelado dos veces, y torturado, como describe en sus memorias “Dios después de las diez en punto”. Él estuvo activo en el movimiento reciente de reformas democráticas, y había recitado un poema en la Plaza de la Perla, el centro de las manifestaciones pro-democracia. Después de que su foto apareció en el sitio web nombrándolo "traidor" y las fuerzas de seguridad visitaron la casa de sus padres, él decidió abandonar el país. Él pasó meses pasando de un país a otro, pero ahora vive en Alemania. Le pregunté a Ali Al Jallawi sobre la experiencia de su exilio hasta ahora.
La pérdida involucrada al vivir en el exilio es obvia: la familia, los amigos, la comida, la cultura, los libros y el idioma, se dejan todos atrás. Ali Al Jallawi ha descrito previamente el exilio como "el lento asesinato de los recuerdos de uno." Me preguntaba si se encontró a él mismo pensando menos o más, acerca de Bahrein, desde que se vio obligado a abandonarlo.
"Bahrein es parte de mi personalidad, no sólo una parte de mis recuerdos, no es algo que esté fuera de mí y yo pueda decidir si pensar más o menos." Prosiguió, "Es imposible hablar en este caso sobre pérdida o ganancia absolutas. Un cambio de vida tiene dos dimensiones. Hay los beneficios de una nueva vida y nuevas posibilidades. También hay la pérdida de todo lo que has construido y acumulado durante los años en tu país.
En lo que a mí concierne, la vida es la suma de tus experiencias, entonces opto por ver esto como una especie de oportunidad para cambiar lo que se estableció y se instaló en mi vida en Bahrein. Como cualquier ser humano añoro a mi familia, mis amigos, y a mi nación, pero ahora tengo que hacer nuevos amigos." Y añadió: "Tu nación no es un pedazo de tierra; tu nación es tu sentido de pertenencia. Aún pertenezco a mi país."
La temprana poesía de Al Jallawi era muy política, y lo llevó a su encarcelamiento a la edad de diecisiete años. En años recientes, en cambio, su obra poética y una novela- ha tendido a explorar temas eróticos y religiosos que cruzan las fronteras, y en ocasiones ha recibido reacciones negativas en Bahrein. ¿Estaba Al Jalawi en un "exilio intelectual" mientras vivía en Bahrein? "Esta es una pregunta importante. Permítanme decir en primer lugar, no es que necesariamente quiera escribir sobre los temas que son tabú en mi país, como religión, sexo y política, pero hay una necesidad de hacerlo. En los países donde el régimen oprime al pueblo y la sociedad y la religión oprimen a los individuos, hay círculos de opresión. Soy un reflejo de mi realidad y mi medio ambiente. Por tanto encuentras en mis textos una rebelión contra el poder del tabú en la sexualidad y el poder del mito en la religión, y el poder de lo prohibido en la política".
Sin embargo, no es un papel que haya elegido. "Es difícil para mí tener todos estos enemigos. No soy un héroe, simplemente tengo opiniones sobre religión, sexo y política. Pero la sociedad está hecha de personas, y paciencia, tiempo y un cúmulo de conocimientos son necesarios para que la sociedad progrese". Continuó, "Parece como si hubiera vivido en una especie de condición alienada en mi país. Esto se desprende de la forma en que el Estado me detuvo [en los 90’s] y ahora me forzó a salir, y por la forma en que mi comunidad ha rechazado mi escritura, considerándola pornográfica, y de la actitud de los religiosos hacia mi escritura, viéndola como blasfemia e irrespeto de los textos sagrados".
Reconoció que no sólo los escritores se enfrentan con la sociedad. "Tal vez esta alienación no se deba exclusivamente a mis escritos, tengo un montón de amigos no escritores con el mismo problema. Pero me niego a vivir toda mi vida oprimido. El estado, la sociedad y todos los clérigos te oprimen. ¿Por qué? Simplemente porque tienes una opinión diferente a las que ellos promueven".
El escritor chileno Roberto Bolaño escribió: "El abogado o el político, fuera de su país de origen, tienden a la deriva como un pez fuera del agua, al menos por un tiempo. Mientras que un escritor fuera de su país natal pareciera tener alas." Yo le pregunté a Ali Al Jallawi si había aspectos positivos del exilio para él como escritor.
"Yo tenía alas en mi país, pero dentro de una jaula." Continuó, "Hasta cierto punto, el exilio es un espacio con mayor libertad, aunque un mayor sentido de alienación, también. Soy descendiente de una especie de medusa, como dije en “Dios después de las diez en punto”, lo que significa que amo el agua, la gente, el amor y las relaciones. Pero el exilio significa que simplemente estás de paso; tus amistades, tus conocidos, tu casa, todo aquello es transitorio. Puede ser agradable por un tiempo, pero eventualmente sientes que estás perdido, que no perteneces. Tu propio yo se convierte en tu país o en el hogar donde tomas refugio, y te sientes deprimido, aislado, desconectado de la realidad, como si vivieras en un mundo imaginario".
Al Al Jallawi pasó a otra metáfora. "También procedo de una especie de abeja, cuando escribo estoy fabricando miel. Para eso tengo que estar rodeado de campos y flores - la libertad, la estabilidad y la posibilidad de disfrutar de la vida".
¿Pensaba él que sería capaz de volver a Bahrein un día? "La justicia, la igualdad y la libertad son palabras árabes también. Y no tengo duda alguna de que se conviertan en realidad pronto, y que volveré a mi país." Y añadió: "Hace apenas unos días un policía mató a un niño chiíta de catorce años de edad. Cuando aquello sucedió puse mi mano sobre mi corazón, temí por mi hijo, que tiene sólo diez. Empecé a entender mejor que la próxima generación es una generación diferente: una generación que muestra el torso desnudo ante el cañón de la pistola, una generación que se levanta como un ave fénix cada vez que el régimen trata de matarla, torturarla o aprisionarla. Sí, regresaré pronto a mi país. Volveré a un Bahrein de la democracia, la libertad y la igualdad, un Bahrein seguro, debido todo a su pueblo valiente."
Tomado de: http://wordswithoutborders.org/
Publicado en marzo 5 de 2014.