24 Festival Internacional de Poesía de Medellín: Triunfo de la vida
24 Festival Internacional de Poesía de Medellín
Triunfo de la vida
Inauguración del 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín
Por Jairo Guzmán
Comité de Dirección del Festival de Poesía de Medellin
Con la vigésimo cuarta versión del Festival Internacional de Poesía de Medellín, realizado del 19 al 27 de julio de 2014, se hizo más intensa la luz que abre camino y permite ver un horizonte promisorio, fundacional, de un espíritu abierto, enriquecido con la conjunción de las diversas culturas del mundo que entran en resonancia poética y su efecto es un ánimo colectivo sublimado en canto y memoria.
Hemos experimentado el porvenir, lo que será, cuando la guerra y sus horrores desaparezcan definitivamente.
Nueve días memorables nos reafirmaron en el rito solar de la poesía, con su carga de vitalidad e invocación de una nueva primavera en el alma colectiva.
Un gran poema el río humano que se movilizó para ser permanencia del canto, en conjunción con las voces y presencia de los poetas.
Un espíritu de renovación galopante, al ritmo de la poesía que destila vida, se ha manifestado en lo que ha sido tierra amenazada por el fratricidio y cargada de mucho dolor.
Cada acto estuvo atravesado por el rayo de las transformaciones, cuya urgencia nos reúne y vivifica.
En esta ocasión, la experiencia poética ha confirmado la alta sensibilidad que se ha cultivado en el ánimo colectivo.
Una multitud, representativa de la sociedad, consolidó a la población de Medellín como una ciudad preparada para continuar avanzando en los cambios sustanciales de nuestra conciencia, mediante el arte y la poesía, con su alto sentido de la escucha, con su lucidez, y su transparencia espiritual.
Las heridas del fratricidio son difíciles de sanar, si se permanece en la noria de las promesas y engaños, sin los cambios radicales urgentes allí donde el principal victimario ha sido el ejercicio de una noción de la economía, bastante despiadada, que fundamenta su “éxito” en mil millones de humanos que actualmente padecen de inanición.
En esta Celebración de la Tierra con los pueblos originarios, invocatoria de una paz justa, comprendimos, con los poetas aborígenes, entre los 70 poetas que nos acompañaron, que la paz “es la respiración del tejido humano”.
Se confirmó que la poesía es algo más que un género literario, es una forma de respirar; es una alternativa para desalojar la guerra que ha producido un enorme daño en la cultura y que es urgente reparar.
Se hizo posible, de manera sorprendente, la capacidad unitiva de la poesía. Se percibió una irradiación anímica, de gran intensidad, en la colectividad asistente a todos los actos, cuya presencia es médula esencial de las transformaciones que necesitamos como humanidad.
Experimentamos el retorno glorioso del poema en voz alta. Experimentamos el retorno de la voz que congrega, que nos interpreta y nos recuerda el gran milagro de la existencia, por el cual nos regocijamos y valoramos la vida.
El 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín se nos reveló sólido en su condición de ser raíz de la sensibilidad de un pueblo y transparente en su dimensión espiritual.
Foro Poesía, Arte y Cultura por la Paz
“Paz justa, primavera del mundo” fue la frase emblemática, con la que el festival condensó su invocación y ejercicio de la paz para Colombia y un planeta urgidos de un tiempo de sosiego generalizado, para afrontar los riesgos de una catástrofe que sería inminente si se avanza en el mismo vector de destrucción por el que caminamos a tientas.
Se hizo paz con la energía de la voz poética que congrega seres que se unen al clamor mundial por construir un mundo acorde a la dignidad que se le ha usurpado a todo un pueblo.
Una preciosa congregación humana elevó su espíritu hasta alcanzar la fibra más sensible en su dimensión solidaria, unida al dolor del pueblo palestino, sometido a la matanza.
De las acciones poéticas por la paz mundial, el poema más hermoso que se hubiera visto fue el acto en un momento de la clausura en el que tres mil personas encendían cada uno una vela como símbolo de solidaridad y luz para un pueblo sometido al cerco y la masacre.
Ha sido de los actos más conmovedores, por su profundo calado en la sensibilidad colectiva, por su auténtica floración como suprapoema hecho con las fibras más finas de la humanidad más sensible, que mira con grandeza el horizonte adverso ante el que reafirma la vida y la existencia.
Arista fulgurante de hermandad, ante tanto horror de una Palestina masacrada, esta experiencia colectiva reafirmó el inmenso poder de transformación que logra la palabra poética en la sensibilidad de una población. Poesía hecha por todos. Impulsada por la fuerza simbólica del triunfo de la vida.
Nuestra resistencia ante las trepidaciones de la historia nos sitúa en un ámbito donde la poesía es fuego purificador, fuerza que impulsa la vida y la voluntad de avanzar con grandeza ante los retos del presente.
Todas las actividades se realizaron con el ánimo de forjar una atmósfera favorable a la paz. Entre ellas, se realizó el foro “Poesía, arte y cultura por la paz de Colombia” en el que poetas, artistas, filósofos y antropólogos intervinieron durante dos días con importantes ponencias. De allí surgió un documento en el que se destacan, entre otros, los siguientes principios:
“La justicia es la manifestación más difícil pero más auténtica de los procesos de paz. Para lograr que haya justicia se requiere una justicia poética y memoriosa. Ésta se fundamenta en el reconocimiento en los complejos procesos de victimización existentes en Colombia, de manifestaciones de un silenciamiento masivo y radical que es preciso revertir mediante la disposición social para la justicia, entendida como la recuperación de la voz de los ausentes.
Creemos en el buen vivir de nuestros pueblos originarios, que consiste en que nadie puede vivir bien si los demás no viven bien. En este caso, sabemos que la imaginación poética y literaria constituye un ingrediente esencial de una actitud ética que nos exige ocuparnos del bienestar de otras personas cuyas vidas, con ocasión de la guerra, aparentan ser muy distantes de la nuestra.
La poesía está llamada a apuntar y contribuir a la recuperación de la memoria. Junto con los vestigios de la memoria del horror, la poesía contribuye a dar el testimonio de la supervivencia y aún más, de la resistencia a la muerte, de la resiliencia frente a la guerra.
La poesía contribuirá a la predisposición ética y moral para una cultura del perdón como virtud cívica que es preciso promover entre los esfuerzos de paz. Pero no es cualquier perdón, es el perdón de lo imperdonable, a saber, de crímenes de lesa humanidad, es el perdón difícil, cara a cara, que si bien no es imposible, no puede ser fácil ni inducido, ni impuesto, ni forzado. El perdón no puede significar olvido y la poesía es memoria”.
Fue muy importante la participación del poeta Oumar Farouk, procedente de Sierra Leona (África), un país bastante vulnerado por los estragos de la violencia y las masacres resultantes de los conflictos. Su testimonio hizo evidente la experiencia desgarradora de su pueblo, ante lo cual expresó: “Nuestra poesía tiene cicatrices. Está llena de dolor. Los poetas sienten el dolor de su pueblo, de ahí la necesidad de plasmarlo en su poesía. En mi país murieron cincuenta mil personas en doce años. La locura de la guerra puede destruir un país. Nuestra guerra es de las más crudas y grotescas que ha experimentado la humanidad. Fueron historias terribles. Mis poemas son testimonio de esa guerra. Las guerras cambian la psicología de los pueblos. Las heridas de la guerra aún continúan. Retornó la paz y mi país es ahora de los más prósperos. No están curados como nación. El propósito de la guerra es sumirnos en la nada. El idioma fue herido. Fue tanto el horror que no había palabras para nombrarlo. Por eso se volvió nación de poetas. El camino a la paz que se inició en Sierra Leona es parecido al colombiano”.
Se impulsó la paz con la fuerza de la poesía, como un gran despliegue de sensibilidad elevando el espíritu de la ´población a un nivel de catarsis colectiva del dolor que se le ha infligido por tanto tiempo.
Celebración de la Tierra con los pueblos originarios
Otro eje esencial fue la Celebración de la Tierra con los pueblos originarios.
La presencia de doce poetas representativos de los pueblos originarios, con sus creaciones poéticas y sus intervenciones celebratorias de la tierra, mediante cantos y rituales, fueron un gran aporte al propósito de hacer un llamado de atención, desde su conocimiento ancestral y su poesía como ojo avizor de las grandes crisis, sobre el borde peligroso por el que nos movemos, al vulnerar la vida del planeta.
En ésta perspectiva se realizó el Foro Celebración de la tierra con los pueblos originarios con intervenciones de poetas indígenas de diversas partes del mundo. De allí surgió una declaración y sus compromisos en defensa de la tierra fueron:
“Concientizarnos, de manera absoluta, día a día y en cada acción de vida, la creencia de ser frutos del sistema biológico de la tierra… y, por tanto, dependientes de su permanencia; que estamos atados a su suerte; que la trascendencia de nuestra especie queda sujeta al modo de trato que le demos a ella.
Que es determinante, para ello, que la humanidad recupere la noción y la práctica del ritual sagrado a la Naturaleza. Es urgente que ritualicemos nuestro comportamiento frente a la tierra. Aquí son definitivas las enseñanzas y los saberes de las Autoridades Espirituales de los pueblos originarios del mundo. Cultivar rituales sagrados hacia la naturaleza en la población infantil y juvenil el mundo.
Es tarea ineludible tributar a la tierra lo mejor de nuestras vidas: la capacidad de sacrificio por la restauración del equilibrio ecológico de la tierra. Integrarnos en asociaciones, en grupos ciudadanos diversos e independientes en programas permanentes de preservación y salvaguardia del sistema vital de la tierra.
El ser humano es cosmos comprimido… es tierra interpretada… es representación de aquello que deviene en vida.”
Reuniones del Comité Coordinador de Movimiento Poético Mundial
Movimiento Poético Mundial
A cien años de la irrupción de los Panidas (1914), poetas y artistas de la otrora Villa de la Candelaria, la actual Medellín refulge como un centro de convergencia y conjunción de todas las culturas del mundo, representadas por su poesía. Esta capacidad de conjunción y despliegue internacional de las fuerzas mundiales de la poesía, ha permitido que en esta versión del Festival se diera testimonio de la fuerza que ha adquirido el Movimiento Poético Mundial (WPM) que coordinó e impulsó la realización de 500 acciones poéticas, incluyendo las 146 acciones poéticas del Festival, en 50 países del mundo, durante el mes de julio de 2014, apoyando la paz en Colombia.
La presencia de los coordinadores de WPM fue esencial para hacer evidente la gran fuerza que ha adquirido esta red transcontinental.
Con la realización de un ciclo de cinco reuniones en el contexto del 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín, el Comité Coordinador de WPM expresó que este encuentro “permitió comprobar su profunda unidad, su trabajo armónico, el progresivo prestigio e impacto internacional, las condiciones óptimas en las que su trabajo se extiende en el orbe, debido al florecimiento de los encuentros, festivales, publicaciones, escuelas y talleres, que comprueban la función histórica de la poesía en el actual momento de la historia humana, en el que la humanidad se debate en el pesimismo y en la ausencia de grandes soluciones a los más graves problemas que padece: la guerra, la indigencia material y espiritual de cientos de millones de seres humanos, la debacle ecológica y la profunda crisis financiera”.
Las miles de personas que le dieron sentido al 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín, con su sincera asistencia, su actitud concentrada y comprometida con la valoración de la palabra poética, son parte esencial y orgánica del Movimiento Poético Mundial. Son la marea humana que marca la vanguardia en una nueva práctica de cohesión y crecimiento espiritual mediante los poderes de la poesía y su incidencia en la conciencia colectiva. Así, se avanza por un momento difícil, de trascendentales cambios transicionales donde está en juego lo viviente debido a la catástrofe ambiental y a la guerra. De ahí la urgencia de continuar en la tarea permanente de construcción de un nuevo humanismo que incida en los cambios urgentes como especie. Las acciones poéticas globales tienen bastante que aportar en ésta perspectiva. Otra experiencia fundamental de la participación de WPM en el Festival fue la declaración resultante y que fue leída y presentada al mundo el día de la clausura, el 27 de julio de 2014 (Ver: http://www.wpm2011.org/es/node/527).
La declaración, que es en realidad un importante manifiesto del siglo 21, dice:
Acto de solidaridad con el pueblo palestino realizao durante la clausura
Por una Revolución Poética Mundial
El Movimiento Poético Mundial se declara en rebeldía ante la lamentable historia humana.
Nos oponemos a la historia guerrera de las bárbaras civilizaciones, que han producido cientos de millones de muertos a través de la mal llamada evolución humana sobre la Tierra.
Nos oponemos a las mezquinas y peligrosas prácticas de la expoliación de la Naturaleza y de los pueblos del mundo, que han deteriorado y dañado los océanos, lagos y ríos, la atmósfera y el clima y derribado los bosques, invitando a avanzar a los desiertos sobre el glorioso verde del planeta, y aprisionando a la especie humana en una dimensión miserable.
Nos oponemos a la esclavitud material y a los rígidos dogmas religiosos, que han destrozado la libertad y la dignidad de millones de personas encadenándolas al abatimiento a la desesperanza.
Contra el fracaso de los modelos económicos, políticos, sociales y culturales que nos aprisionan, llamando a la humanidad a desarrollar una Revolución Poética Mundial.
Llamamos a los seres humanos a levantarse desde el polvo de la derrota y a construir con gran energía, antes que sea irremediablemente tarde, un mundo superior, colmado de poesía, justicia social, dignidad y verdad, belleza y plenitud, un mundo esplendoroso emancipado, en el abrazo de la fraternidad y la confluencia del mutuo reconocimiento.
Prepararemos gradualmente un Festival Mundial Nómada, de país en país, de continente en continente. Construiremos una Escuela Mundial de Poesía. La poesía se expresará masivamente en todas las calles de todos los países, en todos los idiomas, en las bocas de todos, niños, mujeres, hombres y ancianos, para anticipar el día de la victoria definitiva de la vida sobre la muerte.
Invitamos a los poetas y a los artistas del mundo, a sus organizaciones, a las organizaciones sociales del mundo a tomar parte en una continuada acción espiritual y cultural internacional, por un planeta sin guerras y sin hambre, por una Tierra emancipada y justa, en el abrazo indestructible de una Revolución Poética Mundial.
El apoyo a esta hermosa rebelión poética fue unánime, con auténtico fervor por parte de todas las personas que asistieron a la clausura, colmando el teatro Carlos Vieco, situado en el emblemático y tutelar cerro Nutibara de la ciudad de Medellín.
El aumento notable de la afluencia de personas a los actos programados, se materializó en el incremento de la población juvenil, cada vez más identificada con el lenguaje poético. Esto refleja que el Festival ya es parte orgánica de una conciencia colectiva, que asimila con mucha lucidez la urgencia del cambio que se requiere a todos los niveles, ahora, más que nunca, cuando los grandes problemas que nos ponen a prueba exigen transformaciones perentorias de todos los aspectos de nuestra vida.
Un aspecto a destacar fue la participación de cuatro jóvenes poetas que resultaron ganadores de los premios de poesía que se convocaron: El Premio Nacional de Poesía y el III Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín. Estos concursos permitieron hacer visibles importantes obras que se están creando y que son importantes aportes al nuevo oxígeno de la expresión poética.
Se realizaron todas las lecturas programadas y la alta calidad de su poesía consolidó una concurrencia de personas que reflejaron verdaderos signos de cambios positivos en su condición humana y en su actitud ante los retos del presente. Como expresara el poeta de la República Popular China, Luo Ying: “En Medellín mucha gente ama la poesía y la lee y escucha con atención; lo he visto en este festival. Ahora lo disfrutan. Me pregunto qué hubiera pasado en la ciudad si esto no existiera, así como también qué pasaría si dejara de existir. Posiblemente sería peor”
Las actividades formativas, materializadas en la 18 Escuela internacional de Poesía, fueron altamente valoradas por las personas asistentes. Se destacó la calidad de todos los cursos, talleres y conferencias sustentada en la cualificación humana y experiencial de todos los poetas que las dirigieron. Estas actividades tuvieron la virtud de reflejar el gran nivel de sus beneficiarios, quienes se manifestaron activos, con lúcidos y creativos aportes, con su actitud abierta y flexible, con criterio. Es notorio el efecto formativo, de muy buena calidad, que estas actividades han ejercido en mil doscientas personas. Así se han potenciado muchos aspectos motivacionales a nivel formativo que impelen a mantener su permanencia durante todo el año.
La revista de Poesía Prometeo, convocante del Festival, hizo presencia con las memorias impresas del evento, materializadas en el volumen que contiene los números 98 y 99. Esta publicación ha sido un acierto en su calidad de impresión, en sus contenidos y en su circulación. Así, la revista continúa en su aporte al conocimiento de obras de autores de los cinco continentes que, en su gran mayoría, no habían sido publicados al español y sus obras es muy difícil que circulen por nuestro medio.
La otra línea de acción esencial y que se realizó con mucha calidad y profesionalismo es la que desarrollan todos los actores y personas encargadas de leer las traducciones de las obras de los poetas invitados y que se expresan en lenguas diferentes al idioma español.
Importante destacar el trabajo cualificado y responsable de todos los traductores de las obras de los poetas al español. También el papel fundamental de los intérpretes.
Otro aspecto medular que se desarrolló con bastante aplicación y con muy buenos resultados fue el trabajo permanente del aspecto comunicacional materializado en la web del Festival, en el trabajo en redes y en el despliegue informativo de los diversos medios de comunicación (prensa, radio y televisión)
El fulgor espiritual y la calidad humana de las personas participantes han hecho posible la trascendencia del Festival como experiencia altamente comprometida con la protección y cualificación de la sensibilidad colectiva, mediante la poesía.
El Festival se consolidó como un gran diamante espiritual. Sus aristas reflejaron fulguraciones de renovación.
Se ha experimentado la realidad anticipatoria, de un país nuevo, en el tiempo por venir, cargado de ofrendas a la vida y a los dones de la tierra recuperada por el sol del amor.
Publicado en septiembre 8 de 2014.