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24º Festival Internacional de Poesía de Medellín. “Celebración de la Tierra con los pueblos originarios”


24º Festival Internacional de Poesía de Medellín
19 al 27 de julio de 2014

“Celebración de la Tierra con los pueblos originarios”


Poesía: Luz transformada en amor al planeta

                             

 
                                                                                                                                              Oleo de Carlos Jacanamijoy


Por Jairo Guzmán
Comité de Dirección del Festival de Poesía de Medellín

La poesía nos dará la fuerza para devolver a la humanidad el “patrimonio de la luz/transformada /en amor a las cosas del planeta” como expresara Jorge Carrera Andrade en su memorable poema El combate poético.

Son muchas las urgencias de la especie humana para lograr su permanencia en la tierra. Son muchos los signos que anuncian su extinción si se continúa en el mismo vector de arrasamiento y vasallaje.

La tierra canta en nuestra raíz más primigenia. Como especie, hemos sobrevivido ante  la gran noche interestelar. Todavía hay bosque y selva, pero confiscados, sitiados por el ojo del huracán de la sobre-explotación industrial.

Nuestro plasma sanguíneo tiene los mismos componentes del agua del océano, nuestro ancestro. El océano, fuente de vida, ahora está afectado por el exceso de tóxicos y detritus; sus aguas se tornan ácidas y muchas de sus especies están amenazadas, entre ellas la humana.

También avanza el desierto sobre la hermosa esfera ebria de azul y el bosque es presencia que aun nos reafirma en el amor al planeta. Origen de los poemas y leyendas, eje de la memoria colectiva,  el bosque fue y será  el motor de las grandes adquisiciones espirituales, fuente  donde los símbolos son revelados y dispuestos a operar sobre la realidad.

En el bosque fueron  transmitidos los saberes perseguidos, los saberes esenciales y mágicos que pudieron preservarse gracias a los códigos que propiciaba el árbol en su dimensión de hijo de la luz.

El bosque soberano, el gran cómplice, dínamo de savia, es la morada del rocío de los dioses, donde brota la letra, el canto. A él nos debemos en nuestra dimensión poética. De él descendemos plenos de símbolos para las jornadas de la vida, ante el misterio de la existencia, ante la hermosa plenitud del jardín celeste que es el planeta tierra, donde la vida reverbera.

Hemos saturado lo viviente con sobrecarga de tóxicos. Los animales son ahora seres en estado de sitio; perseguidos, enfermos y diezmados. En otro tiempo, los animales eran nuestros semejantes. Nos hemos separado abismalmente de su esencia común a la nuestra, para erigirnos en funcionalidades, en agentes de control de lo que vive, imponiendo nuestra implacable ley de dominio y mensurabilidad para la sobre explotación de los yacimientos de recursos naturales.

Por este tiempo abundan noticias acerca de cientos de pájaros que se desploman, caen muertos. Esto ocurre en varios puntos del planeta. Cada vez aumentan las señales de la catástrofe ambiental. La desquiciada maquinaria de las multinacionales pesqueras arrasan el lecho marino, acaban con su proliferación viviente de microorganismos que son el sustento de muchos peces. Petróleo crudo, derramado por millones de toneladas en los mares. Los animales están sumergidos en una burbuja envenenada.

Somos, como especie, nuestro principal problema. El genocidio ha sido nuestro estigma persistente. Asistimos a la agonía de más de mil millones de personas que sufren de inanición o hambre crónica y simultáneamente se desperdician anualmente, en el mundo,  mil trescientos millones de toneladas de alimentos.

Asistimos, cada año, al deterioro y extinción de lenguas aborígenes y por lo tanto al desvanecimiento de la memoria, mítica e histórica, de los pueblos originarios víctimas del  capitalismo salvaje que recorre el mundo, globalizando el deterioro de la especie humana y de la biosfera.

Asistimos al exterminio de las identidades culturales de los pueblos aborígenes, suplantadas por un código globalizado y estandarizado que facilita el empoderamiento local de los grandes emporios económicos.

En octubre del presente año de 2013, el Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) presentó su último informe sobre el calentamiento global. Advierten que nos estamos acercando al punto de no retorno a partir del cual será imposible prevenir los peores efectos del cambio climático, entre los que se pronostica  la degradación del 75% de la selva amazónica, la destrucción de ciudades costeras, propagación de plagas, sequías, inundaciones, incendios forestales, la extinción de glaciares y de millares de especies vegetales y animales.

En este informe se afirma que “todavía podemos prevenir los peores efectos del cambio climático y dejar a nuestros hijos y sus hijos un planeta decente. No obstante, necesitamos Gobiernos que actúen como bomberos y no como pirómanos”. Recomiendan comenzar, cuanto antes, una senda hacia el empleo de la energía renovable, proteger los bosques, los océanos y los recursos hídricos de los que depende la permanencia de la vida humana y de muchas especies.

Sabemos que para lograr esos cambios se requiere una conciencia planetaria acrecentada que induzca  los poderes a desmontar el aparato de devastación en el que se debate el planeta.

Ante este panorama, el Festival Internacional de Poesía de Medellín realizará su vigésimo cuarta versión del 19 al 27 de julio de 2014 y se dispone a irradiar al mundo un mensaje de verdadero compromiso con la preservación de la vida del planeta y de las culturas de los pueblos originarios,  último eslabón que nos une a una conciencia mítica que consolidará verdaderas acciones de amor al planeta.

Las intervenciones del Festival,  como proceso de consolidación de públicos para un nuevo sentido de la coexistencia en medio de graves conflictos sociales, se realizarán con el propósito de mejorar la inclusión de la comunidad en los procesos culturales que construyan paz.

El 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín hará presencia con  lecturas de poemas a cargo de 65 poetas de importante trayectoria, procedentes de 45 países de los cinco continentes. Los poetas invitados hasta el momento son: Amin Khan (Argelia), Roberto Alifano (Argentina), Liliana Ancalao (Argentina, Nación Mapuche), Hrant Alexanyan (Armenia), Ali Al Jalawi (Bahrein), William Cliff (Bélgica), Barnabé Laye (Benin), Vilma Tapia Anaya (Bolivia), Josephine Bacon (Canadá, Nación Innu), Jorge Montealegre (Chile),  Luo Ying, Shu Ting, Yu Jian (China), Juan Manuel Roca, Guillermo Martínez, Horacio Benavides, Rómulo Bustos, Rafael Patiño, Jotamario Arbeláez, Jorge Iván Grisales, Omar García Ramírez, Patricia Ariza, Selnich Vivas, Iván Graciano Morelo, Cindy Martínez, Fernando Vargas, Bibiana Bernal (Colombia), Vito Apüshana -Miguel Angel López- (Nación Wayuu, Colombia), Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá, Colombia), Freddy Chicangana (Nación Yanacona, Colombia), Mario Eraso, Hellman Pardo (Colombia, ganadores del Premio Nacional de Poesía), Luis Ángel Zola, David Marín-Hincapié (Colombia, ganadores del Premio de Poesía de Medellín); Sergio García Zamora (Ganador del Premio La Gaceta-Prometeo 2014, Cuba), Alex Pausides, Legna Rodriguez (Cuba), Attila Balazs (Eslovaquia), Ivo Svetina (Eslovenia), Olvido García Valdés (España), Joy Harjo (Estados Unidos, Nación Muskogee), Jack Hirschman (Estados Unidos), Laure Morali (Francia), Tzutu Baktun Kan (Guatemala, Nación Maya Tz’utujil), David Mckirdy (Hong Kong), Isztván Turczi (Hungría), Rati Saxena (India), Manal al Shaikh (Irak), Peter Sirr (Irlanda), Amir Or (Israel), Dacia Maraini, Lello Voce, Paolo Agrati (Italia), Phiulavanh Luangvanna, Kongdeuane Nettavong (Laos), Natalio Hernández (México, Nación Náhuatl), Juan Gregorio Regino (México, Nación Mazateca), Yuri Zambrano (México), Synnøve Persen (Noruega, Nación Sami), Maria Barnas (Países Bajos), Moisés Pascual (Panamá), Odi Gonzales (Nación Quechua, Perú), Renato Sandoval (Perú), Ion Deaconescu (Romania), Oumar Farouk Sesay (Sierra Leona), Markus Hediger (Suiza), Gcina Mhlope (Suráfrica), Metin Cengiz, Müesser Yeniay, Ataol Behramoglu (Turquía), Elbio Chitaro (Uruguay), Luis Enrique Belmonte (República Bolivariana de Venezuela), Hilario Chacin (República Bolivariana de Venezuela, Nación Wayuu), aka Comrade Fatso (Samm Farai Monro - Zimbabwe), aka Outspoken (Tongai Leslie Makawa - Zimbabwe). Participarán tambian la cantante Andrea Echeverri (Colombia) y el escritor Felipe Orozco (Colombia).

Se realizarán 100 lecturas de poemas, un foro ecologista en el que participarán poetas indígenas, poetas ecologistas, artistas, delegados de organizaciones ambientales y especialistas. Habrá un  panel sobre la paz en Colombia  y actividades formativas en el contexto de la 18° Escuela Internacional de Poesía de Medellín, donde se ofrecerán  los conocimientos y experiencias de 30 poetas, para realizar 30 actividades de proyección pedagógica, entre  cursos, talleres, conversatorios y conferencias.

Además se desarrollará una nutrida programación complementaria, con otros sectores artísticos, para realizar conciertos, monólogos y/o montajes teatrales, sketch y performances. Todas estas actividades también tendrán como eje la experiencia poética y serán  acciones complementarias que ayudan a consolidar los lineamientos generales del Festival, centrados en la lucha por la preservación de la Tierra y la materialización de la paz en nuestro país.

Entre los poetas invitados se contará con la presencia de poetas aborígenes, procedentes de 15 etnias del planeta. Con sus aportes y conocimientos ancestrales se hará un homenaje a los pueblos originarios del mundo que han resistido las arremetidas del coloniaje y la devastación, por siglos, en una epopeya sin precedentes, impulsada por su elevada espiritualidad y por su gran sabiduría.

El 24 Festival Internacional de Poesía de Medellín propiciará que los poetas de los pueblos originarios  manifiesten y propaguen su percepción del mundo, su cosmología, sus reclamos y sus sugerencias como culturas que tienen un saber ancestral muy respetable y necesario en nuestro tiempo. Estas culturas seguirán regalándonos el tesoro de su lengua, de sus mitos, de sus rituales.

Nos congregaremos, las legiones de la poesía, para acrecentar  una conciencia planetaria,  de escenario en escenario, donde multitudes estarán ligadas al mismo deseo, a la misma aspiración por asumir el reto de las grandes transformaciones del espíritu, construyendo un gesto, una actitud abierta a todos los cambios y rupturas necesarios para fundar un mundo acorde a la vida y no sujeto a los designios del exterminio y la devastación.


Publicado en noviembre 5 de 2013.

Última actualización: 04/07/2018