Synnøve Persen, Noruega, Nación Sami
Por:
Synnøve Persen
Traductor:
León Blanco, con la colaboración de G. Leogena para Prometeo
Camino sin viento
habitación en silencio
otoño
hojas
caen
a lo largo de un camino
sin viento
¿Pasó
una estrella?
¿ocurrió
algo?
si el sol
estuviera brillando
al otro lado
de la luna
dobla
el arco
de modo que
alcance
entre los cielos
sin hogar
en la tormenta
Al borde del agua
encuentro
la concha roja azulada
mientras el viento
resuena
y las olas se rompen
sol dorado
viene
y
va
Nado
en
el cielo matutino
saludando
las nubes
el océano
se extiende hacia
tus rayos
las aves nocturnas llaman,
¿me atrevo?
el secreto del océano
rayo de luna
besándote
montañas se descongelan
océanos de seda brotan
El tierno inicio
de los sueños
las señales
de praderas nevadas
árboles negros
rascan
las heridas
las montañas duermen
la luna
el sol
las estrellas
son
el río flotante
el océano se mueve
el cielo susurra
abriendo el cielo
golpeo la puerta
golpea los hilos
el tiempo
planea
las montañas
están abiertas
cantando sin sonido
El reptar de la noche
Por el viento de la noche
el viento del océano
está reuniendo los recuerdos
para la plegaria
La madre del océano
la madre del océano
respira con el mar
se mece en los brazos del viento
se arremolina con el eco de los árboles
brilla en los arco iris
cuida sus hijos
en el invierno
y
en el verano
en la primavera
y
en el otoño
la madre del océano
llora nuestras tristezas
murmura nuestros sueños
con el beso del rayo solar
acaricia suavemente
con el rugido de las tormentas
despeja los inviernos
para los veranos
la madre del océano
en los brazos del viento
con el mar
***
la nieve se derrite
y los vientos comienzan su silbido
en un tono diferente
pacientemente espero
lo que estos tiempos traerán
lo que vendrá, vendrá
con ojos tan azules como el mar
el águila despliega sus alas
y me sigue con su sombra
a la isla de la esperanza
***
Navego el mar abierto sin límites
hasta la isla de la esperanza
a mi alrededor
icebergs
flotantes
trozos de glaciares
puntas de riscos lisos
el mar brilla
el sol resplandece
mis pensamientos un titilar de aurora
yendo allí
sólo allí
más allá del hielo
más allá del oleaje
con la corriente
con el viento
con el sol
Cuentos brotan de la prisa de la naturaleza
lo intuyo
lo escucho en el gorjeo de los pájaros
lo veo en la mirada del gran búho blanco
lo siento en el graznido del cuervo
hoy las hojas están tan verdes
la superficie del mar tan brillante y calma
focas se zambullen cerca de la orilla sabiéndolo,
se burlan de mi miedo
Veo los pasos pesados de él
como si arrastraran cargas con sus pies,
pequeñas palabras congeladas en la comisura de la boca
mis pies se deslizan
No sé dónde pisar
la capa de corteza de abedul no me sostiene
las hojas caen girando desde los árboles
los cuervos se han quedado en silencio
Aquel día el verano empieza cediendo el paso al otoño
buscando noches más oscuras
extraños poderes comienzan arrasando mi cuerpo
astillan mi ingenio
palpitan y explotan
y no preguntes si estoy herida
los sonidos de la naturaleza se merman a mi alrededor
las hojas no tiemblan
los pájaros no gorjean
inundaciones llevan los recuerdos hasta el océano
lávame hasta la desnudez
e impotencia
El rostro blanco de ella
destella entre las nubes
en un cambio que se desvanece
como un saludos del cielo
en el temblor de las hojas ella sintió su partida
y dibujó una forma para su compañero
ella abrió su corazón cuando lo ordenó el líder
y dejó que su sangre corriera en el océano,
un lirio palideció, un cuerpo se tornó insensible
adornado de blanco para el viaje a seis pies bajo tierra
los dioses cantando en la distancia
se extienden hacia su alma
melodías se van rodando con el viento
Quedo yo sobre la tierra
para vagar como una huérfana con una corteza vacía
sin descanso en busca de consuelo
en las cuatro esquinas del mundo
Volaría al reino de las aves de paso
dejaría a los cuervos picoteantes, las gaviotas, los carroñeros,
Volaría a encontrar mi alma mi poder mis raíces
mis hermanas de sueño y salvación para mi alma
las cuatro hermanas de sueño
mantienen los rincones del mundo con sus bordes sedosos
percuten el tambor del chamán
esbozan el viaje de las almas de regreso a casa
las hermanas de sueño me reciben
cuando caigo
extienden sus brazos
murmuran consuelos
abrazan mis hombros adoloridos
tejen una red de cabello dorado
como refugio
su canto suave
penetra las células de mi cuerpo
vuela mi alma a la cima soleada
enciende mi atrevimiento
las hermanas de sueño salvan mi vida
con sus canciones divertidas
su alegre murmullo
placeres cosquilleantes suben deseosos por mi espalda
hasta el cuello y el cerebelo
despiertan mis nervios
en marea alta añoro la playa
el mar sin olas brilla a través del velo
lavo mi rostro con agua salada y
ofrezco la mitad de mi corazón a la madre de los océanos
Cuelgo piedras de memoria alrededor de mi cuello
vadeo aguas profundas para recoger hojas submarinas
algas, lirios de mar, rosas de la orilla
llenan mi regazo y mi nariz con aromas
me arrebato a mí misma una oportunidad de vida
arrojo mis dolores a merced de los vientos
una agachadiza hace un balido al pasarme
como una premonición de los días de verano
Las olas del mar nocturno ondulan
¿Por qué aquí, hasta esta orilla?
¿para representar la luz de la tarde?
¿o los recuerdos ocultos del mar?
Empinadas y níveas montañas alcanzan
lo más alto
reflejadas sobre el fondo marino
y yo, como una sombra entre ellas,
busco palabras
el mar brilla al atardecer
justo mientras los pensamientos conflictivos del día
también descansan
las olas del mar nocturno ondulan contra las rocas
traen a la orilla
anhelos olvidados
mezclan su ritmo
con el latido del corazón
mar que fluye
con un sinnúmero de historias olvidadas
méceme en tus olas
déjame oscilar
de ida y vuelta
en los brazos maternales
de ida y vuelta
un viaje a la costa
primero los páramos y la extensión sin fin
blanco inmaculado de montaña iluminado por el sol rosa de primavera
Busco el movimiento de las olas
Necesito su rítmico abrazo
para no olvidar la imagen
Y los años de colores
montañas escarpadas tapan la vista
se elevan ante el horizonte
obstaculizan el pensamiento
constriñen la mente
extrañas palabras se entrometen
en mis pensamientos
demandan espacio
dicen que mandan
me pregunto si debería
creerles
extrañas palabras pasan navegando
riéndose de mi ignorancia
sin parar
se mueven en dirección a alta mar
las cosas no salieron como yo había
querido
las olas rompen sobre mí
No aguanto otra historia
otra ola
el pozo del alma humana
un nuevo día nuevas historias
otras conversaciones otras melodías
olas más suaves
no tan aterradoras
un terrible camino vacío
¿adónde lleva?
en la iglesia, música de órgano colma el cuerpo
con fe y esperanza
la gente canta, deja atrás la vida cotidiana
asciende hacia mayores poderes
Yo también abro mi corazón
canto con los demás
Ars poetica escrito para su participación en el 24º Festival Internacional de Poesía de Medellín
Synnøve Persen Nació en Porsanger, Noruega, el 22 de febrero de 1950. Pertenece a la Nación Sami. Es igualmente famosa como pintora y poeta. Debutó en 1981 con Alit lottit girdilit, y su segundo poemario biekkakeahtes bálggis (1992), fue nominado al Premio de Literatura del Consejo Nórdico en 1993. Siguieron posteriormente: Ábiid eadni, 1994; Synnøve Persen Muora ii galgga sojahit eambbo go gierdá (en coautoría con Bente Geving), 1999; Meahci Suvas bohciidit Sagat, 2005, galardonado con el Premio de Literatura 2006 del Consejo Sami, y fue nominada para el Premio de Literatura del Consejo Nórdico en 2008.
Ha trabajado con la organización de artistas samis, como fundadora de la Unión de Artistas Sami y de la Unión de Escritores Samis. Ha sido miembro del Consejo de las Artes de Noruega. También ha trabajado en la Fundación de la Escuela de Arte Sami, el Centro de Arte Contemporáneo y el Museo de Arte Sami.