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Poetas invitados al 25 Festival Internacional de Poesía de Medellín: Manlio Argueta (El Salvador, 1935)

Poetas invitados al 25 Festival
Internacional de Poesía de Medellín

Julio 11 al 18 de 2015

Poetas de América


La esperanza es un campo sin cosechar. Memoria del Festival Internacional de Poesía de Medellín


Kevin Bowen   fue reclutado a los 21 años y sirvió en la primera división de la caballería aérea en la provincia de Quang Tri, cerca de la DMZ (zona desmilitarizada) y la provincia de Ninh Tay, Vietnam, de 1968 a 1.969. Se graduó en 1973 de la Universidad de Massachusetts en Boston. Antiguo becario de Danforth y Fulbright en el New College, Oxford, obtuvo su Ph.D. en Literatura Inglesa de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo. Trabajó como asesor y escritor de discursos para el Vicegobernador Thomas P. O'Neill III, antes de convertirse en director del Programa Arriba Veteranos en UMass, Boston, en 1984. Fue nombrado co-director del Centro Joiner en 1984.

Jugando baloncesto con el Viet Cong, su primer libro de poesía, fue publicado por Curbstone Press en 1994. Sus poemas han aparecido en Agni, American Poetry Review, Boston Review, Ploughshares Press, Prairie Schooner, TriQuarterly, Testigos y otras publicaciones.


US vet bridges culture gap with Vietnam http://tuoitrenews.vn/
William Joiner Center Director Receives Award in Vietnam umb.edu


Jugando baloncesto con el Viet Cong, Kevin Bowen


Por Serena
Publicado en http://savvyverseandwit.com/

Jugando baloncesto con el Viet Cong, de Kevin Bowen, es su primer libro de poemas y estos se centran en sus recuerdos de la guerra de Vietnam. Aunque hay momentos de brutalidad e imágenes espeluznantes, muchos de estos poemas intentan llenar al enemigo de humanidad - si ese enemigo es un soldado estadounidense o un miembro del Viet Cong. En cierto modo, estos poemas difieren de otros escritos de veteranos de guerra, en que en lugar de tratar de explorar el mero trauma emocional, Bowen busca establecer paralelismos entre dos naciones que alguna vez estuvieron en guerra y resaltar las similitudes de una forma que generará paz y perdón.

De "Willie, danzando" (página 27):

Cuando nos fuimos al sur
encontramos consuelo
noches en la base, en nuevos búnkeres cavados,
el zumbido de las matrices generadoras de electricidad,
estertores de artillería y morteros
marcan el tempo. Y el whisky,

Los versos de Bowen son escasos, pero usan cada palabra hasta su máximo potencial para proveer una sobrecarga sensorial, muy semejante a la que él pudo haber experimentado en Vietnam. Los lectores escucharán las bombas golpear el suelo y sentirán la ansiedad de los soldados, mientras cada poema se desenvuelve. ¿Cómo lograron sentirse en casa estos soldados en la selva rodeados por el enemigo? ¿Vivían en constante temor mientras la adrenalina era bombeada a través de sus venas?

La poesía a menudo trata de transmitir más que lo que dicen los versos en la  superficie. Bowen a menudo desdibuja los versos de sus recuerdos con la realidad y los mitos de la tradición vietnamita. Pero siempre hay una conexión hecha entre enemigos a través de su humanidad. Por ejemplo, los versos de "Extrañando" (página 34-35)

Yo estaba allí aquel día, sentí el tirón,
miré abajo y vi mi rostro
mirándome desde el arroz,
buscando en el cielo donde ya habías desaparecido.

Todo, incluso en guerra, está conectado y de cierta manera los soldados al matar al Viet Cong se suicidaban - poco a poco. No todos los poemas de Bowen son desde la perspectiva de un soldado; con poemas narrados por una voz femenina, tal vez una esposa, tratan las lejanas miradas, el silencio, las pesadillas y experiencias de su amante. Los lectores disfrutarán la amplia variedad en Jugando baloncesto con el Viet Cong, que se esfuerza por halar la vanguardia de la humanidad en todo el mundo y encontrar un terreno común a partir del cual cada  parte puede empezar de nuevo.

Entrante (página 22)

No permitas que te molesten-
La mente no es tonta como las películas,
no espera destellos ni barullo,
pero mueve su propio acuerdo,
incluso oye el leve
golpe que hacen los morteros
cuando se despiden de los tubos.
Luego la lluvia furiosa,
un puño resaltando un mensaje:
"Muchacho, no eres de aquí."
En buenas noches ellos entran.
Tienes que esperar a que caigan,
estómago pegado a tierra
puedes sentir el pie de una mujer
pasearse por un piso de cocina en Brownsville;
la silenciosa caída de un hombre perdido
en un maizal en Michigan;
el dedo de una muchacha traza
el nombre de un amante sobre una playa junto a Cape Cod.
Pero entonces el aire es succionado,
Directamente levantado desde el suelo de
La selva y el peso completo
de Júpiter y sus lunas
presiona sobre el dorso de una rodilla.
En un momento, se acabó.
Pero toma una vida entera recuperarse,
dejar salir el último aliento
que tomaste al brincar.
Es por ello que verás en ocasiones
en centros comerciales, hombres y mujeres retirados en esquinas:
las formas en que miran absortos, por las ventanas, en silencio.

Publicado el 12 de mayo de 2015

Última actualización: 04/07/2018