Jochen Kelter, Suiza
Por:
Jochen Kelter
Traductor:
Juana y Tobías Burghardt
Yihad
Ahora, en todos los estadios de fútbol de Europa
en los mercadillos de Navidad cantan
vociferan: la Marsellesa contra los Yihadistas
La Marsellesa es una canción sanguinaria:
Que la turbia sangre abreve nuestros surcos
la Internacional, no la he escuchado en ningún
Lugar, sólo el soberano en el Kremlin
tilda a sus oficiales de compañeros
parece no faltar mucho para el comité de bienestar
Foráneo fui al entrar
Desbordan las represas
y la miseria se expande al Norte del mundo
las masas por el mar del Sur
y Oriente Foráneo fui al entrar
Foráneo volveré a salir
la guerra de cien años la peste
la inquisición y la guerra de treinta años
nos cedieron ignorancia y príncipes
y los mosaicos: ¡Quémenlos!
La gran guerra, los barones del acero
y los generales la gran guerra asesina
que asoló Europa hasta la médula los fascistas
ahora, nos mandan los anónimos amos
de la Tierra las víctimas de bombardeos
los muertos de frío y cegados por el mar
¡reparen! Foráneo fui al entrar
Foráneo volveré a salir y reparo
cómo los ladrones siguen saqueando
expropiando bombardeando
Franz Schubert: Viaje de invierno (Buenas noches)
Mostar
Ascenso
desde las islas azules
por el verde delta
al tosco y pardo peñasco
sobre el cual los Begs de Alá
tendieron su capa de nubes
con orificios de baleo para el sol
a fin de calentar bajo la cima
de las áridas montañas las indigentes
calles y plazas desoladas
donde pastores enquistados
saludan como amables guardaparques frente a
cielos abaleados
encuadrados en tamaño hombre por
ventanales de cueva del imperio austríaco
Última primavera
en homenaje a Izet Sarajlic (1930 – 2002)
Maquia prende
desde el risco hacia el cielo
a través del agua el centelleo
única hora
¿De qué sirve la campana
en mi puerta
sino para que
vuestra mano la use?
Ahora ya no estás
nunca estuve allí
ahora me abandonais
uno tras otro
¿Pero recordais, que una vez
vinieron de otra manera
que en forma de libro
a mi casa?
Durante la guerra estabas en Sarajevo
y te quedaste contigo
¿pero qué quedaría por decir
sobre tiempos de pre- y postguerra?
Nunca estuve en España
pero que la vida
es una melancólica corrida
logro verlo incluso desde acá.
Comprimiste las guerras del siglo
en “Monastirska”
y de allí obtuviste amigos
como flores peculiares
Maquia enciende
desde el risco hacia el cielo
a través del agua el centelleo
única hora ahora
Y nunca
Sarajevo
en memoria a Izet Sarajlic
En tu féretro de mármol
junto a Ida encima del valle
al que van las nubes –
al final estaban tan agotados
primero ella luego tú.
Yo he visto
a lo que te referías
sinagoga y alminar el tilo
las granjas de madera en el humo
las montañas el cielo rudo
He percibido
lo que sabías
las berlinas negras
modos asumidos el apretón de manos
el abstenerse gris
El año que viene en Jerusalén
Los Linci y Pinto
también los del Norte y Oriente
todos juntos de Bjelave
sobre campo árido
Gente como tú y yo
como mi abuela
calvicie gafas tocado austero
sobre sembradíos de piedra revolcados
Quinientos años
después de su llegada todo
queda quieto en el aire ni un pájaro
El año que viene en Sarajevo
En los cielos que
en adelante los delinearán aquello
que ha sido y se ha desvanecido
¿qué ha sido cierto alguna vez?
Todos aquellos sitios
Ay todos aquellos sitios
ruido y furia ni una pizca
tierra debajo del zapato
ni puntadas en el corazón
Si ustedes no fueran
fantasmas de la realidad
que la habitaron
y nuestras almas
Brazzaville no vale
ni una palabra Sarajevo sólo
montañas si en aquel entonces
no les hubieran engendrado vida
Sitios que yo
seguiré habitando
son sitios de fantasmas
El año que viene en Jerusalén
Late Rembrand *
Tan sólo reconocer
es la meta por desvanecimiento
de los colores de claro a oscuro
su aleación hacia
castaños rojizos y amarillos
tonos de lo visto estar seguro
con todos los utensilios de la mano
estirar raspando con la espátula
frotar de dedos y palmas
sólo transmitir la mirada genuina
sobre la tela
ni la despiadada
ni la descollante
de audaces sombras y luz
tan sólo reconocer
es la meta no el conocimiento
*Título de una exposición en el Museo del Reino en Ámsterdam,
Primavera 2015
Bluefields
A mi paraje escondido
junto al lago me llega desde un
rincón remoto del mundo la invitación
al lejano Atlántico de América
un viaje al Festival de Poesía
en Bluefields Nicaragua donde
saben menos de mí que de esquimales
y yo entre criollos que no hablan
castellano con Ernesto Cardenal
Nunca me encontré naturalmente
a Bluefields nido de piratas se llega
atravesando bosques y montañas
lagos y por carreteras de cascajo por el aire
la poesía jamás se detuvo
ante los dioses ante volcanes la poesía
es un artilugio de los aires y de la igualdad
de todos, lamento no poder volar
esta vez a su encuentro hasta Bluefi
Jochen Kelter nació en 1946 en Colonia, Alemania. Estudió Lenguas (francés, italiano y alemán) en Alemania y Francia. Se trasladó a Suiza en 1969 y trabajó dando clases en Suiza y Francia. Vivió en el borde austral del lago de Constanza y mantuvo entre 1993 y 2014 otro domicilio en París. Fue presidente del Congreso de Escritores Europeos entre 1989 y 2003. De 1992 a 2001 fue presidente de Suisseculture (Asociación general de federaciones suizas de propiedad intelectual). De 2002 a 2010 fue presidente de ProLitteris (asociación suiza para los derechos de autores en literatura y arte).
Entre 1978 y 2015 publicó 13 libros de poemas. Los más recientes son Hier nicht wo alles herrscht (aquí no donde reina todo), 2014 y Die Möwen von Sultanahmet (Las gaviotas del Sultanahmet), 2015. En 2015 se publicó una versión bilingüe (serbo-croata e alemán) de su poesía bajo el título Nächstes Jahr in Sarajevo (El próximo año en Sarajevo). También ha publicado novelas, cuentos, ensayos y traducciones (de inglés, francés e italiano). Es miembro del PEN alemán y ha recibido varios premios y distinciones.
Jochen Kelter perlentaucher.de
Publicado el 28 de abril de 2016