Björn Kuhligk, Alemania
Por:
Björn Kuhligk
Traductor:
Daniel Bencomo
En el refugio Roda di Vaèl
Bebíamos aguardiente en la penumbra
con el cocinero, él trajo el bastón de senderismo,
grabado, del sacerdote dormido
y nos explicó las estrellas, de la cocina caía
una franja de luz, a través de la correa del bastón
debíamos mirar hacia arriba
oíamos el espacio, oíamos nada.
Vacaciones en Canadá
En la luz última, los fusiles
en posición, yacíamos profundo
en el bosque, por detrás de nosotros
tres ciervos en la caja de la pick up rentada
la mirada de uno titubeaba en los binoculares
entonces escuchamos ramas quebrarse y
observamos, cómo desde un costado
un cerdo corría hacia nosotros, en la espalda
una flecha oscilante, de las de 20 dólares.
Vino de hielo
para Max Czollek
Pienso aquí, en un día jueves
en una cervecería libre de periódicos
en la calma, que no es, sería una
posibilidad describir la calma,
extraerse de la calma
tampoco es que alguien con el dedo
apunte a las uvas congeladas y diga
vea usted, surgidas de la nada
tampoco es que nosotros cosechemos de todo,
todo como se debería
me levanto, cinco y media, entre las vides
el cielo se amotina, luego pizco
lo que hay por pizcar, vea usted eso
uno debería de conservar algo en la mano
quién sabe qué, nadie sabe para dónde, partimos.
Adiós
para Angela Sanmann
A lo lejos industria (y cuánta) y
a la izquierda un sendero, allá uno iría
en las raíces boga un río
y superficies de nieve y coníferas
atomizadas, una montaña, oh, una montaña
y afiladores de nubes con alto dentado
e industria (y cuánta), entonces nieve
entonces lluvia, luego caballos junto al río
a la derecha un sendero, allá uno iría, y
mineral y nieve y mineral blanco
en el hotel saludamos a Dios
y a su Virgen, disculpas, está bien
y que Guy Helmingler no quiera
tomar cerveza de sabores, está bien, y que uno
en esta economía, como alguno bien
dijo, no quisiera estar pintado
en la pared, oh, Justísimo, protégenos
de megalomanías y convalecencia, a la izquierda
un camino, a la derecha un camino, está bien.
La calma entre el cero y el uno
Bonobos, 2015.
Saludos desde el pantano alto
La humedad de los prados corría
por la tierra que apreciamos, sobre
la cuesta cae la neblina, un cubo de consomé
disuelto, del que se libera el arroyo
que embalsamos en la tarde
en sus márgenes, redondeadas
las heridas de las hayas,
apiladas en montón, como si el bosque pudiera
apilarse, nada como los muebles
miramos a lo lejos, datos confidenciales
mientras tú observas hojas que corren
dijo el hijo del carnicero
¿son ésas hormigas veloces?, cuando
veo hojas que corren, pensé
¿son ésas hojas que corren?
Y ninguna flor de manzano
También la primavera no, y no
el estallido de las forsitias, si
fueran forsitias, el campo de papas
un cálculo estimado, los ciervos, dos
en la orilla, asustadizos, rumbo al norte
las nubes, qué va, los bancos de nubes
remontan, de un plantío alemán
ya no debe escribirse ninguna figura
de tipo “como”, por la mañana estaba el tractor
en otro sitio, el gato tenía en la panza
a los hijos de los cuyos.
En modo seguro
La calle termina en el campo
cerca de las seis se aposenta
el gallo en el estiércol
cigüeñas, golondrinas, trece techos
el vecino con el matamoscas
hace puré a las más hoscas
muestra el ciruelo movimiento
es el viento, anochece, siguen
los pollos al gallo
sobre los álamos junto al río
sobre los campos vienen de noche
los truenos, oímos y vemos
Nació en febrero 19 de 1975. H publicado tres volúmenes de poesía Es gibt hier keine Küstenstrassen (2000), Am Ende kommen Touristen (2002) y Großes Kino (2005). Junto con el joven poeta berlinés Jan Wagner, Kuhligk publicó la aclamada antología "Lyrik von Jetzt" (2003) para promover la joven poesía alemana.
La obra de Björn Kuhligk es una de las más comentadas de la poesía alemana actual en el horizonte de los autores que comenzaron a publicar poesía en la década de los noventa, tan significativa para la conformación del rostro actual de su país. Kuhligk es un atento lector de la actualidad lírica; lo ha hecho como antologador y, por años, como editor de una de las revistas más radicales de Berlín: Lauter Niemand. Su trabajo indaga desde la escena más underground hasta los estadios más lujosos de la realidad citadina, a través de un aliento breve, un tono lacónico que vira con velocidad hacia la parodia de lo amoroso o a lo frío de la enunciación directa, quebrada, que muestra la complejidad de vivir, amar, comunicarse y contemplar el mundo en una época saturada por medios y búsquedas de lenguaje, en la fragilidad de todo principio. (http://www.bonoboseditores.com.mx/)
Publicado el 19 de enero de 2016