Najwan Darwish, Palestina
Por:
Najwan Darwish
Traductor:
Ghadeer Abusneineh
En el campo de Chatila
“Aquí vivimos humillados” dice la vieja sabia que salió de Haifa a la edad de 9 meses, y ahora tiene 56. Se detiene en el calor frente a su “casa” en el campo de Chatila y en dos minutos con dos palabras te cuenta todo.
Ríos de sangre se hunden en dos palabras
Años de largos sufrimientos se secan en las dos palabras
“Aquí vivimos humillados”, observas su espalda inclinada y recuerdas los pinos en la montaña de Carmelo. Observas sus ojos y recuerdas la tolerancia de la playa.
Se queja del agua salada en los grifos
y tú no puedes hacer nada, apenas sonríes.
Abres tu corazón para esta niña angustiada.
Sabes que no la vas a ver otra vez
y que cuando vuelvas a Haifa, no la encontrarás.
¿Qué te dijo cuando te despidió?
¿Qué le prometiste cuando la despediste?
¿Cómo pudiste sonreír, ignorando las vallas
con alambres de espinas en la frontera
que envolvía tu corazón?
Es salada el agua del mar ¿cómo la pudiste dejar?
¡Bastardo!
Elegía de un niño dormido
Hijo,
Yo soy el recuerdo de los asesinados
no distingo entre un niño muerto y otro dormido.
Veo que alrededor de ti, en el dibujo, el campo está despierto,
y yo, como la media noche, enfermo y despierto con el frío.
Golpea la lluvia oscura mientras tú duermes
y no escuchas la lluvia ni mis presentimientos
¿Cómo te puedo dejar dormir en calma y feliz?
Sé que el campo está despierto alrededor de ti,
y que alguien, como yo, sólo piensa en que permaneces dormido
en el óleo, la mano del pintor que te cubre
con esa capa de aceite, como un aire oscuro,
como un niño asesinado.
2
Me sofoca el aire pesado del dibujo,
no me ayuda la vista o tal vez
me falte coraje para verlo.
Me rindo frente a la niebla.
Me derrumbo.
Se cansaron los colgados
Se cansaron los colgados.
Bájanos para que descansemos.
Arrastramos historias.
Ni tierra. Ni cielo.
¡Oh Dios!
deja descansar a tu ofrenda.
*
No tenías ni madre ni padre,
no viste a tus hermanos colgados
en la garra del alba fría.
No amaste a un ser humano.
Nadie te ha dejado abandonado.
La muerte no comió tus ofrendas.
-Tú no entenderás nuestro sufrimiento.
*
No soy el Rey David
para sentarme a la puerta del arrepentimiento
y lamentar con los salmos, después, los pecados.
*
Bájame,
Quiero descansar.
Soportar la vigilia
¡Fado! ¿Cómo dormir entre las bombas que lanzan los aviones y este aire que se desgarra como carne viva?
Son las cinco y veinte. Pronto saldrá el alba y
¡oh, dios!
no hay visitantes, ni posaderos.
¿Golpeamos las panderetas?
“Salió la muerte sobre nosotros
de las colinas de Wada”.
Cada vez que se menciona la guerra
nos tocó matar.
(¿De dónde viene este canto enfermo?)
No puedo aguantar esta vigilia. Las pesadillas me han vuelto un cobarde.
¡Fado! ¿Cómo dormir, entre las bombas que lanzan los aviones y este aire
que se desgarra como carne viva?
Najwan Darwish nació en Jerusalén, Palestina, en 1978. Es uno de los poetas más importantes en lengua árabe de su generación. Desde que publicó su primer libro de poemas en el 2000, su obra ha sido traducida a más de 15 idiomas.
Ha publicado varios libros de poesía, entre ellos: Beirut 39 (2010), Corriendo en Ramallah, 2012 y Nada más que perder, 2014. Es cofundador, director y asesor en varios proyectos de literatura, artes visuales, teatro, educación, escritura creativa además de periodismo cultural y editorial en el mundo árabe y Europa. Es asesor literario del Festival de Literatura de Palestina (Palfest).
En 2014, funda con otros el Diario árabe internacional (Alaraby Aljadeed), en Londres, donde en la actualidad dirige su sección cultural.
-Poems and biography Poetry Foundation web
-Poemas Círculo de Poesía
-Poems and biography Poetry International Web
-Poetic justice: The writer Najwan Darwish on PalFest and his first volume of poetry Interview The National Arts & Life
-Poetry reding Vimeo
Publicado el 3 de marzo de 2017