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Hector Kunene (Suráfrica, 1992)

Por: Hector Kunene

Guerra interna

 

Fui a una batalla
A luchar conmigo mismo y establecer parámetros de reconstrucción
¡Tuve que destrozar algunas murallas!
Paredes que me tomó algún tiempo construir
Algunos muros que levanté con mi desatención
Y regresaron a morderme donde más duele
Lo que fuera una figura pública próspera, ahora era una demolición privada fallida
¡Mis murallas caían como las de Jericó!
¡Lo gracioso es que sólo quienes consultaron su ámbito espiritual, pudieron tomar nota!
Tuve que girar de vuelta a mí
La vida te baja los humos cuando crees que ya has llegado
Y creo que justo eso sucedió en mi escena
¡Así que tuve que dar un paso atrás y verme sucumbir!
Imaginé el final antes de que me llegara
Y se volvió una imagen aterradora
Así que puse mi pie en un pedestal para regresar a mí mismo
Vi mis murallas colapsar, y luego levantar polvo como las torres de Ben Laden
¡Y luego desperté y me di cuenta de que ni siquiera estaba soñando!

 

Renunciar al amor

 

No me quiero enamorar de nuevo
Pues el amor hace difícil que te levantes cuando has caído
Al llegar el dolor, cuando amas con todo tu corazón
Se necesita un millón de kilómetros para aliviarte
Su herida es como un árbol tasajeado, incansablemente golpeado por un hacha.

Las noches insomnes que pasas pensando en el punto en el que todo se vinagró
Las llamadas y conversaciones, reemplazadas por un desnudo silencio
El patrón de horas de sueño que vuelve y cae en la soltería
Extrañas la voz que te susurraba dulces te amos
Y aún intentas descifrar, en realidad, en qué punto se perdió todo

El corazón que se había apegado más a la madre de otro niño
Y tuvo que experimentar la lágrima en su fragilidad
La montaña rusa emocional que se vuelve marea
El mapa de un maquillaje arruinado por el rodar de las lágrimas
Las chispas de un rostro que se apaga como una tumba olvidada

Amanecerá una nueva temporada
Un destello de esperanza para limpiar este océano
Si bien el corazón aún controvierte las razones para un nuevo retoño
Que surge de una rama enhiesta
El dilema de la belleza del corazón que se apega de nuevo
Como dije, no me quiero enamorar de nuevo…

 

Cuando el espíritu anhela

 

Tiene sed de su semejante
Un semejante que se simboliza a sí mismo
A una vida complaciente hasta el corazón del alma
Y unos asuntos que sólo se resuelven en silencio y meditación

En armonía y en la profundidad de la paz interior
Los malos entendidos son escasos en las reflexiones personales
Donde uno enfrenta a las verdades consigo mismas
Donde uno las enfrenta y las convierte en espejo de la realidad
Donde las mentiras no tienen un espacio que ocupar

Es entonces que la oportunidad cuenta una verdad tímida
La reflexión del ser interior buscado y revelado
La sanación que sigue su curso cuando el corazón admite
Los reflejos de las venas que envían vibraciones de resucitación
Un cadáver humano que camina y viene hacia la restauración
Cuando los años del espíritu
Le permiten consumir comidas espirituales completas
Y lo envían de vuelta a sí mismo

 

Amor Sofocado

 

Así que sólo nos amamos para separarnos
Este separarse nunca se detiene
Siempre ese arrebatarle a mí corazón
¿Es una maldición?

El cargamento que va de una nave a la siguiente a través de las aguas
Y las aguas nunca se quejan de estos transbordos
¿Acaso el corazón no se agota de enamoramientos y rompimientos?
Ya pasé suficientes noches sentado y sin dormir

 

Amor No Correspondido

¿Puede el amor ser tan antipático?
Cuando la vida apenas ha comenzado
Y el nacimiento de mis deseos se cierra ante mis ojos
Esos sentimientos hieren como una herida entre los dedos
Así de frágil es un corazón que ama con todas sus venas
Pues ama como si el mañana no ofreciera posibilidades de dolor
¿Cómo escojo mi amor por ella?
¿Dónde capturo el amor en caso de que las cosas no funcionen?
Recoger los pedazos y seguir adelante no es tan fácil
Así que empacaré este amor en una caverna bajo mi costilla
Esperando que algún día, cuando vuelva y amanezca, alguien me rescate.

 

Tres palabras famosas

 

¡Yo la engaño!
Yo jugaba juegos tontos y dormía sobre su regazo
No teníamos límites así que todo parecía bien
Nos reíamos de los comentarios de los transeúntes que decían que estábamos enamorados
Nos olvidamos de las tres famosas palabras
Actuamos según los deseos de la carne
Y encerramos nuestras almas en un calabozo
Atenuamos las luces y cantamos en presencia de las estrellas
La estación de árboles desnudos debía pasar por nuestras costas
Y dejar una carta en el buzón para informarme algo
Me dijeron que mi viejo amor secreto había sido liberado de sus cadenas
Así que corrí a su puerta
Le dije mis líneas, las tres famosas palabras que me había guardado tanto tiempo
Y entonces rompí dos corazones a la vez
Y perdí el amor de mi vida
Y espero que algún día ella me amará de nuevo…

 

*

Hector Kunene nació en Hammarsdale, afueras de Durban, Suráfrica, en 1992. Es poeta, performer, periodista y ensayista. Su primer libro, A través del túnel, 2010, recibió críticas excepcionales y reconocimiento internacional. Su estilo poético ha sido definido como único al mezclar la poesía tradicional en lengua zulú con mensajes espirituales inspiradores. Estrella en ascenso, que incluso ha aprendido otros idiomas para resonar con su público, ubica a Don Mattera, Keorapetse Gkositsile, Napo Mashiane, Jah Rose, Lebo Mashile, Gcina Mhlophe y al nativo Kwazi QwaQwa como sus fuentes de inspiración.

-Biografía y poema Web de badilishapoetry.com -English-
-Poem: There's a time Canal youtube de Hector Kunene
-Twitter @hectorpoets

Publicado el 27.05.2018

Última actualización: 20/08/2018