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La soñante

LA SOÑANTE dice: un sueño del salvajes donde las pesadillas son reales. La frente sudorosa, los ojos dilatados, la boca seca, las extremidades rígidas, y la conciencia aguda, inmóvil, impotente, y los salvajes invadiendo sus sueños, ellos, los reales, aquellos inmortales que siempre vienen acompañados del conflicto.

Una mesa circular, una comida sin servirse, alrededor, los no-invitados, los venidos, los llegados, de esas partes, de las cartas, del espejo, de sus ojos, aquel pozo profundo, metáfora absurda y limitante, opuesta a la antigua caverna, aquella, la del conflicto, la que los poetas mantuvieron clausurada durante la revuelta.

Guiado por ella, la desconocida, con las cartas y el espejo, con los miembros amputados, cruel mensaje, transitorio e ineficaz, para aquellos que aún tienen la esperanza de su sueño, poema irresuelto, devorado por osos y dragones, al menos por la fantasía, esperanza de la ensoñación, sentido mínimo de la nada.

La soñante dice: un sueño del salvajes donde las pesadillas son reales. Un viejo maestro, en la niebla, en la nube distante, con el ángulo correcto, el del no-cuerpo, errante, en el no-pensamiento, recibiendo la carta de la mujer desconocida, espejo del combate, pesadilla de salvajes, donde los sueños son reales.

 

 

Cerrar los ojos - Beber del universo

 

I

En la llegada de lo inexplicable
cuando el cuerpo pesado se confunde
la mente - limitada sombra
se asoma bajo la penumbra

Vimos las piedras sobre el rio
el sol entre la noche
cielo abierto - cielo roto
luz del poniente

Aún estaban por llegar las madres
y sus hijos
también los bastardos
los negros y los indios

¡oh, sentimiento de lo irreductible!

En la aparición de los horizontes
cuando lo desconocido se ofrece
herida lacerante - el alma
con el sacrificio y la daga

El valle custodiado por las nubes
visto desde el monte
ojos que miran
luna en creciente

Todos esperaban desde el puente
bajo los arboles
entre las sombras
bosque de lagunas

¡Vísperas del paisaje prometido!

 

II

La primavera no llegó nunca
el cuerpo esperando sobre la noche
sin mente - sin limite de sombra
entregado de lleno a la penumbra

Lo vimos volar sobre los montes
ser luz en la noche
hombre vivo - hombre muerte
promesa de ser

¿Cuándo llegarán las madres?
y sus hijos, los bastardos
también los abortos
naturaleza inescrupulosa

¡Presente del sentimiento de toda vaguedad!

En la ruptura de los tiempos
cuando emerge lo inevitable
Diosa necesidad - Ananké
cuerpo y mente - dispuestos

Sobre la tierra los inmortales
vistos desde el mar
olfatos que huelen
bestias submarinas

¡Navegando hacia mar abierto!

III

Las tormentas llegaron puntuales
los espíritus no tienen paciencia
fuerza - liberada de la piedra
abierto a la posibilidad del ataque

Vimos los truenos sobre la noche
luz de la sombra
ser rayo - ser relámpago
acontecimiento

¿Cuándo volverán los dioses?
y sus hijos, los hombres
también los muertos, resucitados
naturaleza milagrosa

¡Establecimiento de la certeza del presente!

En el fluir de las aguas
cuando descienden sobre el lecho
testimonio de un ser - historia
marca y seña - alegorías

Sobre el flujo de los tiempos
visto desde la tierra
manos sudorosas
cuerpos cansados

¡Realización del trabajo de la tierra!

IV

Explotaron los soles a tiempo
para las antiguas promesas
discordia - justicia ad eterna
cumpliendo la voluntad del rayo

Vimos las venganzas y el fuego
luz de la luz
fluyendo - explotando
actuando

¿Para qué volvieron los dioses?
¿Por qué lloraron las madres?
¿acaso reconocerán a sus hijos?
la vida y la muerte se forman

¡Condición de toda posibilidad!

La lava de la tierra
cuando el volcán hace erupción
testimonio de la voluntad - biología
cadena de las disposiciones

Sobre la luz del ser
visto desde un horizonte
cerrar los ojos
beber del universo

¡Cumplimiento de la existencia material!

 

 

El retorno

 

                                  “y seguirá creciendo,
                                   hasta ser un evento planetario”

Y volvió con su espíritu encendido
en la palabra fulgurosa
cantando rayos
diciendo fuegos
abriendo el corazón
dispuesto
iluminado

Y volvió con su espíritu encendido
entre los hombres
corpóreo
en la tierra
sobre el polvo
antiguo
inexpugnable

Y volvió con su espíritu encendido
eterno femenino
dulcinea
de mente pura
que se sueña
amante
imaginada

Y volvió con su espíritu encendido
entre las bestias
humanizadas
las harpias 
trayendo el amor
hipnótico
prosaico

Y volvió con su espíritu encendido
acompañado de salvajes
sus hermanos
los danzantes
entonando el canto
puro
alucinado

Y volvió con su espíritu encendido
para aquellos que sueñan
eterno
en el cosmos
con los astros
brillantes
primitivos

Y volvió con su espíritu encendido
canto de verdad
espiritual
con los dioses
primigenios
fugaces
bienvenidos

 

La caverna

 

Dicen que estamos dentro, con las vendas en los ojos, la memoria en las cadenas del instante fulguroso, como el día que nuestros ancestros, llegados de otras partes, fueron dispuestos para el festín. Abajo, en el fondo, lugar de las representaciones, están los nadies, las sombras tras las sombras, los sin nombre, olvidados porque ya no tienen rostro.

Ni niños, ni animales, sus figuras se disponen, pronuncian las palabras olvidadas de otros tiempos, de otras dimensiones inaccesibles para los cuerpos objetivados, las cabezas y las manos sobrepuestas en formas disonantes, indescriptibles, aquí ya nadie habita, más es morada obligada, la ausencia de luz es la luz, entre las penumbras conjuntas.

Allá arriba, donde no alcanza nuestra mirada, es el lugar de la claridad y el canto, donde el titiritero realiza su obra, para el espectáculo de los prisioneros, dicen que las herramientas habitan en estos cuartos, donde la piedra y la madera se disponen, los libreros y las cartas, signan los pasos que se han se seguir, para que la obra continue su marcha.

Aquí entre nosotros, no hay diferencia entre ser y el estar, si la agonía pudiera categorizarse, empero, somos un montón, carne dispuesta al espectáculo, de la eterna alba, esa sombra danzante que dispone el fuego e ilumina, aquí el tiempo no transcurre como el tiempo de los hombres, lo eterno, si es que existe, es la disposición continua de la tortura enumerada.

Dicen, los que conocen el lenguaje, que en otras épocas, algunos pudieron marchar de esta morada, no obstante, regresaron, profesando gritos incomprensibles, hablaban de la vida en la vida, y de la libertad de la verdad, con su actitud desenfrenada, y su extraña apariencia, se expusieron sin remedio a la purificación del sacrificio, ahora eran libres.

 

 

La profecia

 

Brazos extendidos
al recibimiento
con las penas
expuestas

Más allá de la carne
la que sufre
inquietante
ante lo desconocido

Indeterminado mundo
aquí presente
danzante
con la muerte

Exhorto
en el tiempo
con el pensamiento
en la penumbra

Sin el nombre
preciso
de aquello
que no somos

Aquí volveremos
al instante
perteneciente
a la sombra

En compañía
de aquello
que sueña
la distancia

Ahora somosla pro
mesa
virtud
de la palabra

Profecia presente
de aquello
no visto
manifiesto

Sin duda
con la pena
juramento
del poema

Oh tierra madre
que canta
ausencia pura
indolora

América presente
en las montañas
sobre tierra
con las aguas

 

 

La danza universal

 

                   "Antes que todas las cosas fue Caos"
                    -Hesíodo-

 

I

¡Danza el universo entero!
Luz pura, sarcasmo,
moviéndose al ritmo de mi eufórico canto.

¡Danza el universo entero!
El sueño y la muerte... hermanos,
pena y engaño del destino cruel.

¡Danza el universo entero!
En algún lugar al borde del cosmos.

¡Danza el universo entero!
Merodea el abismo del pozo sin fondo.

II

¡Danza el universo entero!
Condenado a la materia oscura,
amor - muerte por decreto suyo.

¡Danza el universo entero!
Neuma del aire, fuego,
quinto mundo, Éter, Cosmos...

¡Danza el universo entero!
Invoca la flor fundamental del Caos.

¡Danza el universo entero!
Totalmente sin carácter, ilimitado: el infinito.

III

¡Danza el universo entero!
Venganza, angustia,
discordia y ternura de su vejez.

¡Danza el universo entero!
La sentencia airada de la energía oscura,
ni la apelo, la resisto... no la huyo.

¡Danza el universo entero!
Azar indeterminado, aleatoria incertidumbre.

¡Danza el universo entero!
Habitualmente en el lugar de lo incomprensible.

IV

¡Danza el universo entero!
¿Dónde ira a parar el eco de este canto?

*

Mauricio Arcila Arango nació en Medellín en 1985. Director y miembro fundador de la Revista Innombrable desde el año 2009. Su obra poética ha sido publicada en diversas Revistas de América Latina y España, entre sus publicaciones se encuentran: Las Flores del Caos, (H)onda Nómada Ediciones, Colección Pase de Abordar, México D.F, 2013; Antología de Poesía “II Internacional Nadaísta”, Centro Transdisciplinario Poesía y Trayecto A.C, México D.F, 2015; y participe de la antología "Naufragio del Nigromante", Aquelarre Editoras, México D.F, 2015. Docente del Departamento de Filosofía de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Candidato a Doctor en Filosofía, Maestro en Saberes sobre Subjetividad y Violencia, Historiador de la Universidad Nacional de Colombia. Ha participado como ponente y realizador de diferentes congresos, coloquios y eventos de arte y humanidades.

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Publicado el 24.04.2019

 

Última actualización: 12/11/2019