Arcanos
Por: Juan Sebastián Berrío
Arcanos
Hoy me he bañado con ganas de escribir
unas palabras lastimeras y ambiguas
como casi todo el léxico que conozco,
Unas palabras que interfieran
con el fluir de los astros (al menos de manera cuántica),
Hoy me he bañado con el deseo irrefrenable
de sumergirme en una gran caldera de agua hirviendo
para librarme de esta piel tan mía y tan de nadie,
evitando el fluir del tiempo (que me va dejando Tan vacío)
Hoy me he bañado con la férrea intención
de no soportar más la negación ajena,
y me he auto afirmado escupiendo el agua una vez mas
de lo normal,
poniendo el jabón por el lado convexo
y no por el cóncavo,
y enjabonándome de la cabeza a los pies,
(para empezar a invertir las costumbres)
Ahora lo que sigue es no confiar tanto en los demás,
dejar de pensar que sus posiciones van a progresar
a medida que me rebaje ante ellos,
No, ahora no será más así,
Toda la potencia de mi espíritu debe ser liberada
sin importar a quien ausculte en sus verdaderas intenciones,
o a quien opaque en sus aspiraciones figurativas (en el escenario de la nada)
Hoy me he bañado y ahora mi apuesta de abandono
del Yo será un reconocimiento intrínseco del mismo,
Como la serpiente que se muerde la cola
o el perro que se la persigue infinitamente,
Ahora todo sacrificio hecho dejará de tener explicaciones
materiales y arcanas que trasciendan mis verdaderas capacidades,
Ahora me restringiré a buscar la fuerza necesaria
para morir bajo la ley de la existencia más simple,
mejor dicho para simplemente morir...
Viento
Suavizar el paso de esta muerte que somos y seremos,
adivinar que los susurros no son más que silencios con ínfulas de grandeza,
Alivianar los malos recuerdos como fétidos olores,
Soportar la briza que enfría constantemente la existencia,
y después de todo eso solo quedar el viento que necesitamos
para respirar
para vivir...
Entonces encontrar el espacio del cuerpo propio en el ajeno,
dejarse derrumbar como edificación vieja e inútil
y volverse a edificar para fortalecer los errores que nos pueden separar...
O simplemente
Intentar ser tu viento
Auriga
Debe ser de noche en las tierras de la cordura,
donde el nacimiento de un ser de luz
desgarra la diatriba de insensatez malsana
que es esta necesidad de vos,
esta pretensión auriga sobre el carruaje
de su amor,
sobre la dominación cuántica de las curvaturas
de la distancia...
Ya renacerá mi dolor morboso,
ya renacerá mi deformada manera de buscarte
en las sombras grandilocuentes del deseo,
y la curiosidad por saber en qué nos encierra
la pasión...
Y ya vendrá el momento de clarificar,
y cantar-nos las verdades que se niegan
los incautos peatones que refrenan,
que malgastan su tiempo,
que no comprenden la grandeza
de nuestra trivialidad sensitiva...
Y tal vez no seamos más grandes que el sol,
y que un pétalo marchito llegue a tener
más valor que nosotros,
Pero eso sí, y de eso me estoy convenciendo,
garantizaremos que esta lucha
nos llevará a la victoria,
y que cada momento de distancia
no será más que un buscarnos entre
estrellas...
Ostracista ostraico
Zafiro madre perla indomable,
mecánicos movimientos del Ser,
abandono del Yo en búsqueda del Otro.
La noche no perdura,
las palabras van juntándose,
alegorías del color que aturden;
Y la soledad de un astro rey sigue
siendo esplendorosa,
pero no somos astros reyes,
no nos conformamos con brindar
luz.
Zafiro madre perla indomable,
aluvión de aquiescencias no otorgadas,
desmentimiento constante de la merecencia,
agridulce sabor del capricho;
cómo comprender lo que no se sabe,
y negar el amor que se siente,
o desterrarlo en el otro cuando
no lo siente.
Zafiro madre perla indomable,
la poesía da respuestas a quien no las
quiere,
Brinda cacerías a quien no las
necesita,
y apachurra abandonos contra quien no los
merece;
pero dónde hemos de encontrar,
lo que queremos,
lo que deseamos,
como en Fantasía feroz,
como en la pretenciosidad locuaz,
como en eso que nunca obtendremos.
Zafiro madre perla indomable,
por qué siempre andas
huyendo...
Insensibilizar
Morir simple,
simplemente morir,
desaferrando la vida como excelencia,
desvaneciendo el temor al sufrimiento,
desmontando la tentación de la eternidad;
en la felonía y el horror de la crueldad,
en la despreocupación por el propio sentimiento
(en la pignoración del ajeno sentimiento),
e ir soltando amarras a las soledades,
lentamente,
de un modo falaz y fugaz,
acercándolas a la tranquilidad del Yo,
a su intrínseca serenidad en el desconsuelo;
Logrando lentamente la insensibilidad,
el abandono de cualquier esperanza empeñada,
la huida de cualquier futuro de vida,
Y morir simple,
y simplemente morir...
Alcancías
Ya no creo en las alcancías
en la previsión malsana del futuro
o en los prodigios de las promesas,
ni en los advenimientos mágicos,
en los febriles presentimientos,
o en el optimismo satisfactorio.
Todo es tan obtuso y lúgubre
como lo presentí desde niño,
no hay libertad sin venganza retumbante
de todo lo que nos quiere esclavos
(que es todo),
no hay categorías definitivas
ni amores verdaderos,
no hay ilusiones sin susceptibilidad
al ocaso de trastornos psíquicos,
todo es definitivamente indefinido
definitivamente indefinible…
Si hoy volteo mi ropa interior
mañana no amanecerá vuelta a su punto,
(no existe su punto)
Si decido vivir hoy con resignación
mañana no me sentiré mejor,
(no existe sentirme mejor).
Y si jugar entre diosecitos a la existencia
fuera algún día a ser deformación valida
del Ser,
hoy no dejará de ser una confirmación
de la muerte de mi creencia
en las alcancías...
*
Juan Sebastián Berrío Posada (cuervo) nació en Itagüi, Antioquia, Colombia, el 17 de septiembre de 1986. Estudió derecho en la Universidad de Antioquia. Ha trabajado con comunidades rurales por más de 14 años.
La poesía le viene de la infancia. Comenzó a escribir siendo niño y ha mantenido su trabajo hasta el momento.
