Dolores Etchecopar (Argentina)
Por: Dolores Etchecopar
Del libro Notas salvajes (1989)
La mañana
esa mañana qué es una mañana
por qué hubo una mañana dónde
hubo una mañana
nunca nadie pudo decir
qué había que hacer con una mañana
y se olvidaron y corrieron a través de los ruidos
hasta desaparecer
yo quería que me hablaran
porque lo único que había era una mañana
Notas salvajes
si tu lengua apoya las cacerías del silencio
sobre mi lengua
hablaré
madre oscura
madre clavada en la nieve
madre clavada en el ángelus de la caverna
en la vidriera en la rueca de los cuentos
en la tonada de mi tonada puesta del revés
que no puedo sacarme sin muerte
palabras lentas de mi cuerpo en otra parte
palabras fuertes mis enemigas
raspan la noche el sol que me embarazó
sumergida campana que cruza
los caminos y los huesos
me pusieron por nombre una raya roja
en la ingle
alegría
antes que el otoño fusile a las mariposas
estaremos en el fondo de las pudriciones
caballo blanco
tubérculo que brilla en el regazo
y arroja el oro de los muertos
sobre el recién nacido
el sol su cadera móvil y simple
pasará frente al lenguaje
y hablaré
alguien corta los hilos del bosque
y deja los ojos de mi madre
en el suelo oscuro
puestera del silencio
yo vi una luciérnaga
y las llaves que sólo cierran
el alba y los ojos
adiós dije adiós a las palabras
voy a dormir sobre el sexo de un color
el agua que yo tuve en la infancia
está dentro de tu boca
la lentitud abre sus muslos de colores
y me separo de la muerte
con algo que la luna mece en mi cadera
muchacha que saltas a la soga
sobre la vereda caliente ´
o la caída de las hojas
o el miedo
feroces mandíbulas te educan
puestera del silencio
la camisa planchada y doblada
los ojos de mi madre en el suelo oscuro
adiós dije adiós a las palabras
la basura decora mi piel
como un relámpago
El idiota
frente a la cabaña del idiota
pasan las vías del tren
a él le gusta que los animales
sólo tengan ojos para llegar
y le aterran las bocas
porque las bocas se comen a los ojos
cuando hablan
el idiota enciende la radio
y la deja sonar a todo volumen
mientras pasa el tren
él solo sabe de la muerte
que un día ella podría esconderle esos sonidos
tan hondamente en el rugido de los trenes
en las bocas que se comen a los ojos
cuando hablan
Del libro El comienzo (2010)
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en mi casa algo grave le sucedía al silencio había hielo
en un ojo un jardín aterrado era el otro
en la oscuridad nevaba los pasos de mi padre
rápidos llegaban en un día a todas mis edades y entraba
esa luz en mi oído esa luz que quieren los árboles
para tocar el día más allá de sus ramas
más allá de sus frutos heridos por el hielo
yo quería tocar la mañana de esa ciudad
que se iba en los trenes
21
la tejedora enhebra su soledad
teje y teje durante años
le duelen los ojos
sus dedos han comenzado a deformarse
algunos puntos se escapan
y la trama se hace más liviana
la tejedora
no sabe qué tejen sus manos
sus agujas aéreas
la dejan atrás
no sabe qué hacen
entre los hilos ciegos
los puntos que se escapan
Del libro El cielo una sola vez (2016)
al alba mataron una oveja los palos de la casa
tan pronto dimos a luz el grito
dentro de él comenzamos a vivir
se mataba cerca del agua que bebían los pájaros
¿te acuerdas?
algo imperioso que no existía
una gota de odio
descendió
horadó la gratitud
vimos las patas del poema
quienes por un instante caminamos
sin defendernos del secreto infinito
quienes vivimos allá
en el viento
en su breve misericordia
¿te acuerdas?
vivíamos
con algunas moscas
y un silencio en el corazón
que provenía de los caballos
Dolores Etchecopar nació Buenos Aires, Argentina, el 4 de julio de 1956. Es poeta y artista visual. Ha vivido en varios países latinoamericanos y europeos. Estudió Filosofía en la Universidad de Ginebra. Colabora con importantes diarios y medios culturales de su país y el extranjero. Perteneció al colectivo de acción poética El pez que habla.
Su obra, considerada por Enrique Solinas como una de las más originales de la poesía argentina, abarca los libros: Su voz es la mía, 1982; La tañedora, 1984; El atavío, 1985; Notas salvajes, 1989, Canción del precipicio, 1994, El comienzo, 2010; Oscuro alfabeto (Antología poética), 2012; El cielo una sola vez, 2016; El deslumbramiento, 2019; y una antología de su obra: Oscuro alfabeto, 2012. Su poesía integra numerosas antologías colectivas, como 200 años de Poesía Argentina (ed. Alfaguara), Antología Federal de Poesía (2020), entre otras. Desde el año 2010 dirige hilos editora, sello de poesía, en las tapas de cuyos libros aparecen algunos de sus dibujos y pinturas.
En palabras de Dolores: …El rol de la poesía en el mundo actual sigue siendo despertar al lenguaje que nos atraviesa día a día, lastrado y opacado por los discursos de los poderes dominantes que capturan nuestro espíritu, nuestras emociones y nuestro pensamiento, esterilizando la soledad de cada ser humano. La poesía nos recuerda que nada nos pertenece, que somos vulnerables a lo inconmensurable…
Enlaces a otros recursos sobre la poeta:
-“El silencio del poema nos garantiza que estamos siendo invitados a contactar con aquello que abisma el lenguaje”. Entrevista de Rolando Revagliatti en Escritores.org
-Dolores Etchecopar: “Celebro el resurgimiento del lirismo en la escritura de poetas jóvenes”. Entrevista de Nicolás Igolnikov en revistaruda.com
-La entrevista patafísica: Dolores Etchecopar y el hechizo de hoy por Yanina Giglio en cineyliteratura.cl
-7 poemas de «El deslumbramiento» (2019), de Dolores Etchecopar. Vallejo & Co.
-Dolores Etchecopar / de Notas Salvajes. ADAMAR Revista de Creación
-Poemas de Dolores Etchecopar. amediavoz.com
-Dolores Etchecopar. Poemas de "El comienzo". Tuerto rey
Publicado el 27.01.2021