Mohammad al-Amin al-Karkhi (Irak)
Por:
Mohammad al-Amin al-Karkhi
Traductor:
Abdul Hadi Sadoun
Lugar de nacimiento
El fuego arde en el cuerpo de Bagdad, ciudad que no tiene bastantes raíces en mí, es para proporcionarme el esplendor del eterno viaje en las galerías del laberinto.
Sin duda que sus mapas son tan desnudos como el melocotón en una tarde de verano abrasador.
Los otros
que me llamen desde la profundidad de los árboles para engañarme
y estamparme por la ceguera,
les molestó hablarles del lugar de mi nacimiento en términos sencillos como las semillas de granada
les gustó y mucho rodearme por los arcos del pánico cada vez que me dirijo al río
que me invaden como la ansiedad
mientras voy caminando fugazmente en una acción breve e inocente
como la punta de un alfiler
y con tanta tranquilidad como el ojo cerrado del lobo.
Yo procedente de los callejones del Karj y los barrios de Shah Chraj
tengo que memorizar los poemas de corsarios habladores capaces de deletrear todo
con un idioma intacto y escogido
lejos de los azotes de ordenes brutales,
y ordeno al poema que cambie los pasos de la víctima del matadero del verdugo,
es una casualidad que escondo de la mañana, su secreta pasión
y sus profundas quejas cual estampas de las fuentes
que voy aguantando los espantapájaros que no saben su destino
al lado de las víctimas o de la tela de los asesinos.
Es el momento de desaparecer de la compañía de amigos
como cocodrilos ciegos
y despedirme de ellos con un baile de unicornio suspendido en un pozo
o embarcarme con ellos en faluchos de caña fina,
pero están allí, echando el agua sobre sus pies para aguantar fijamente
en los ojos del adversario
y esconder los relojes de arena en sus abrigos
porque dicen que el invierno no permita dividirse.
El destierro de Voltaire
Ahora puedes abandonar el lugar
no mereces estar aquí para siempre
apoyado en tu bastón de piedra.
Vendedores de otras ciudades
montan sus puestos a tu alrededor
y te sitian del zoco de los sábados.
Los jardines ya no son el lugar donde se juntan los enamorados
ni los vagabundos
los ricos le arrebataron el lado norte y rodearon con tumbas, tu palacio
y bajo la valla de la meseta
Los chinos orgullosos de su civilización
venden mercancía barata
para turistas
que llegaron
a
la aldea
por descuido.
Ahora puedes salir
de esta aldea que lleva tu nombre
pareces un policía de tráfico en unas calles desiertas
y no tienes nada que hacer
más que dormir en la cueva
Y eso es más placentero que un sueño.
Guerra
Solo
me alisté para cazar un ratón que se llamaba guerra.
Solo
construí posiciones delanteras por la paz.
Y con cables espinosos
tejía mis días.
Soy la espuma de la nada
sus llaves y sus grilletes.
Sobre las costras de mi soledad se desliza la noche,
y con otro suspiro se desgarra mi cuerpo.
Rebelión
Mis recuerdos que culminaron en lágrimas y añoranza
se rebelaron como una noche surgida del mediodía
Y la esperanza que rehízo sus huesos, se escapó.
Aquí estoy llamando al olvido - mi aliado - por otras pérdidas.
La tregua se perdió en el camino hacia mí.
Exilio
Aquí, los manantiales del terror
como cohesión de las piedras del vacío,
aquellas que pelean como dos ciegos en el maratón
mis palabras se confunden con el sabor del olvido.
Oh,
el Olvido como el exilio
allí practica rendidamente trabajos forzosos,
unos manantiales del terror
para las piedras del vacío.
Viaje
Al amanecer, asombro a las ciudades
por eso levantan sus brazos, para entregarse a mí.
Sueño
Ahogado en el fondo del sueño
Siento mi distancia
con una ensangrentada estrella
que todavía conserva su dirección,
mi llanto cortó la distancia a pie
entras el olor a llanto sigue vagando muy dentro de mí.
Tecnología
Antes de que la tecnología penetrara una bandada de lobos
en el agujero de una aguja
Antes de…
incrusto mis sueños en palabras descarnadas
y peleo con mis nombres cerca del portal.
Mohammad al-Amin al-Karkhi nació en Bagdad, Irak, en 1971. Es poeta, traductor y editor. Reside desde los noventa del siglo pasado en Holanda. Publicó hasta hoy tres poemarios: Fawanis, 2005; El libro de la plastilina (poemas y dibujos en colaboración con la artista holandesa Loes Botman), 2008, y El exilio de Voltaire, 2019.
Como traductor del persa al árabe, tradujo la poesía clásica persa como los poemarios de Shirazi, Jayyam, Attar y otros. También vertió al árabe libros de Kiarostami, Sabhari, Farajzad y Rahmani. Trabaja también en la prensa y dirige el portal electrónico Alwan press. Dirigió más de una revista literaria como Hamishyun/ Marginados y Revista Shiraz. Parte de sus poemas han sido traducidos al persa, holandés y el español.
Links a Mohammad al-Amin al-Karkhi:
-Poemas del iraquí Mohammad al-Amin al-Karkhi, traducidos por Abdul Hadi Sadoun Crear en Salamanca
Publucado el 25.04.2021