Paz mundial, un pacto con la naturaleza

Por: Biplab Majee
Traductor: Nelson Ríos

Hace cerca de setenta y cinco mil años, la muerte de la civilización humana era casi segura. La erupción masiva en Indonesia expulsó miles de millas de cenizas, humo y escombros devastadores. Las erupciones de Tuvá han sido identificadas como las más grandes erupciones volcánicas de los últimos veinticinco millones de años. Como resultado, grandes áreas de Malasia e India fueron arrasadas por hasta diez metros de espesa ceniza volcánica. Vapores y polvo tóxicos eventualmente viajan por África y caen al Océano Atlántico. El frío volcánico que baja como una caída de temperatura no sólo mata personas, sino también plantas y animales. ¡No podemos imaginar aquel horrible incidente! A menos que estemos vigilantes y alertas, tales cosas pueden suceder hoy o mañana. Tenemos que mantener una buena relación con la naturaleza. Hoy enfrentamos el peligro del calentamiento global.

Lucrecio considera el universo físico desde el principio como el hogar idóneo para los seres humanos, el cual proporciona los medios para alcanzar su objetivo natural, una vida placentera. Él combina física y ética en una nueva síntesis al proponer la integración del ser humano en el mundo natural. Tenemos que volver a un mundo de animales y plantas, no podemos destruir y contaminar bosques, ríos, lagos y montañas en nombre del desarrollo y no debemos matar animales por gusto. Si queremos salvar este planeta de un desastre desconocido, tenemos que seguir las leyes de la naturaleza.

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La emocionante historia de los viajes de Marco Polo, abrió la ventana del Oriente a Europa. Los europeos supieron por la historia de sus viajes de un país de ensueño lleno de riquezas fuera de Europa. Luego, los marineros europeos se embarcaron en los siete mares en busca de un camino hacia el Oriente. Colón descubrió un nuevo continente, América, buscando un camino hacia la India. Pero no lo supo hasta que murió. Como resultado, América es el nombre de un nuevo continente nombrado así por Américo Vespucio. Enrique el Navegante descubrió un misterioso país de la costa africana. Balboa fue el primero en ver las aguas azules del Océano Pacífico desde la cima del Monte Darren; Vasco da Gama descubrió la vía fluvial hacia la India. Su barco encalló frente a la costa de Malabar. Magallanes demostró que la tierra es redonda; sin embargo, en el último tramo de su expedición, fue asesinado en la isla de Cebú. Henry Hudson fue el padre de los cazadores de ballenas en Spit Bergen. ¡Francisco Pizarro se asombró al ver las riquezas infinitas y las hermosas muchachas del Perú! El Imperio Inca fue conquistado por un puñado de soldados usando las supersticiones imperantes del Inca del Perú; barco tras barco saquearon el oro y regresaron a Europa. Hernán Cortés derrotó de forma similar al hasta ese momento invencible ejército de México, ¡y le dio un libro sangriento! Una subdivisión tras otra ha sido creada en el corazón de América Latina, por otro lado, se han descubierto varios hechos científicos. Estas misiones fueron similares a las misiones espaciales de la era actual; cuando los marineros regresaban a su país al finalizar la expedición, recibían una gran acogida. A través del descubrimiento de varios países desconocidos, la gente ha llegado a conocer varias naciones y tribus desconocidas; a todas las civilizaciones desconocidas.

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Una de las principales identidades de cualquier civilización es su cultura. Aparte de la cultura, los otros tres elementos principales son la política, la economía y la sociología. Una civilización que ha girado en torno a ellos, se ha desarrollado, se ha convertido en instituciones. Según las reglas de la historia, la institución decae, cuántas veces, se quiebra, se derrumba en el centro del poder de la civilización. Los llamados “bárbaros”, vinieron de las áreas marginales de casi todas las civilizaciones y las destruyeron, derribando imperios grandes o pequeños. Pero las personas de diferentes civilizaciones siguen siendo los pasajeros del mundo en la caída y el surgimiento de una civilización humana y su cultura. Cuando miramos la historia, vemos que las civilizaciones se han fusionado unas con otras mientras se han destruido entre sí, se han transformado algunas veces unas en otras, o se han convertido en portadoras de culturas mixtas. Toda civilización antigua aún existe en el corazón de la tierra. Las principales civilizaciones que han aparecido sobre la faz de la tierra hasta ahora son la civilización occidental, la civilización latinoamericana, la civilización africana, la civilización islámica, la civilización cínica, la civilización hindú, la civilización ortodoxa, la civilización budista y la civilización japonesa.

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En el largo curso de la civilización humana hasta el año 1500 d.C., la naturaleza del movimiento de las diferentes civilizaciones fue el mismo. En las lecciones de historia, aprendemos que el centro de poder de la civilización humana se ha desplazado de un capítulo a otro en la historia. El centro de la historia nunca se ha fijado en un solo punto centrado en alguna civilización. Después del 1500 d.C., la bidimensionalidad se vio en la política mundial. Durante casi 400 años, los estados-nación de Gran Bretaña, Francia, España, Portugal, Austria, Prusia, Italia, Alemania, Estados Unidos, etc., a veces luchan y a veces se alían entre sí, establecieron sus propios límites y dominaron a otras civilizaciones del mundo en nombre de la civilización occidental. Al explorar otras civilizaciones (por agua y tierra y luego por aire), dominaron Asia, África, América Latina y la Península Arábiga. Crearon la colonia. La sangrienta historia de 500 años de América Latina está hecha por occidentales.

Durante la última Guerra Fría (después de la Segunda Guerra Mundial) la política mundial se volvió bipolar y el mundo se dividió en tres partes. Los países ricos de una sociedad democrática liderada por Estados Unidos, están política, económica e ideológicamente unidos por un lado, y los países de la sociedad comunista de Europa Oriental liderada por la Unión Soviética, por el otro. Las dos primeras partes libraron una Guerra Fría con el objetivo de dominar el Tercer Mundo hasta el colapso de la Unión Soviética a finales de los años ochenta. Hasta 1990, la alianza y lucha de diferentes estados se centró en la doctrina o el ismo. Con el colapso de los países socialistas de Europa del Este, incluida la Unión Soviética, muchos historiadores, filósofos o sociólogos pensaron que la década de 1990 era el fin de la historia. Que no habría más conflictos o guerras centrados en el ismo en la civilización humana.

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Desde la alborada de la civilización humana hasta los tiempos recientes, la dominación humana sobre la naturaleza es la mayor amenaza para nuestra vida. Si no hacemos un pacto con la naturaleza, todas las formas de vida desaparecerán de la tierra. Vivimos en una civilización humana pervertida en términos de sentimientos y gustos humanos, donde la discriminación de clases, la desigualdad de castas y la desigualdad de género, han mantenido a las personas al nivel de los animales. La ciencia y la tecnología han logrado avances sin precedentes, los vientos de la globalización y el desarrollo soplan, el mundo posmoderno de la información y la tecnología en Internet está estallando, el capital está explotando, pero todavía no nos hemos liberado del mundo de la Edad de Piedra. La desigualdad de género y la hegemonía están en la raíz de todas las guerras que han tenido lugar en cinco mil años de civilización humana en dictaduras, opresión, religión y estado. Por otro lado, en el ciclo de globalización y desarrollo, es necesario construir un movimiento verde, para que la civilización humana no sea borrada de la faz de la tierra destruyendo la naturaleza.

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Tenemos que trabajar por revoluciones tanto sociales como espirituales, por la libertad y la paz.

Hoy el mundo atraviesa una violencia sin precedentes y una creciente lucha desgarrada a través de los horrores y el Holocausto. Los conflictos multidimensionales y los conflictos religiosos-culturales, étnicos y económicos siguen en aumento y el progreso de la humanidad se ve amenazado por la creación de una intensidad de la violencia. Esto no se puede controlar sólo con violencia, porque la violencia exacerba la violencia. Por tanto, para cambiar el clima actual de crecientes tensiones, el movimiento por la paz es fundamental. Creemos que el movimiento pacifista no organizado contra las fuerzas de violencia organizada no puede producir ningún resultado efectivo. El capitalismo es un virus más peligroso que el Covid-19. Todas las organizaciones de paz, todos los estados amantes de la paz interesados ​​en el mundo, deberían unirse para resistir la violencia de forma organizada, para lograr la paz mundial, para salvar nuestra única tierra, debemos tener un pacto con la naturaleza.

Biplab Majee nació en Tamluk, distrito de Midnapore, al oeste de Bengala, India, el 30 de mayo de 1947. Es poeta, prosista, crítico literario y traductor. Hasta el momento tiene 28 libros de poemas, 36 libros de prosa y 16 libros de traducción, seis libros de literatura infantil.

Licenciado en Ciencias de la Universidad de Calcuta en 1971. Diplomado en Formación de Profesores en Idioma Ruso de la Universidad Estatal de Moscú, URSS, en 1976-1977. Ha recibido premios y honores internacionales, entre ellos el premio internacional PULARA de Malasia, 2016 y el premio internacional KATHAK de Dhaka, Bangladesh, 2018. La Asociación de Escritores y Artistas de Vietnam le otorgó su premio más alto por la valiosa contribución a la literatura vietnamita, 2019.

En la actualidad es asesor en jefe de la Sociedad Internacional de Estudios e Investigaciones Interculturales (ISISAR), Kolkata. Y asesor principal de Kolkatar Jishu, una revista bilingüe internacional de Kolkata. Es presidenta de la publicación Diya, Kollkata, y asesora principal de Sangbartika, revista bilingüe de renombre en Midnapore.