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Daniel Morales, Colombia

Por: Daniel Morales


El mar desapareció. La lluvia abandonó su rugido invertebrado. Crees haber sobrevivido al peligro. Escribes tu nombre en la palma de la mano para no olvidarlo. Los rayos azules del sol abren tu carne. Arde. Las mariposas regresan, en su acrobacia de polvo, y beben tu sangre hasta eclipsarse. Y, sin embargo, te preguntas en qué momento te convertiste en un hombre atrapado en el cuerpo de un fantasma. Corres, corres y respiras. Miras el cielo con intensidad y es cierto: el mundo existe sin ti. Siempre lo ha hecho.

 


Este poema brotó bajo los pies de mis amigos 

Huérfano es quien no tiene amigos 
Michael Benítez 

Solíamos hundirnos en esa baba pegajosa 
de la incertidumbre 
sabiéndonos solos, aterrados 
y casi ingrávidos 
                          en la ciudad 
Como dioses adolescentes, masticábamos truenos 
y nos fulminábamos entre las cosas
como asteroides 
de espuma 
Éramos 
              tan solo un puñado de soles rojos 
humeando sueños 
                        en el techo 
Y allí donde termina la calle 
en esa vena rota de concreto 
nos convertimos en flores diminutas 
y niños corriendo 
en el tiempo

 


Soles de agua bajo las sábanas 


Como si pudiéramos atrapar un sol minúsculo 
nos guardamos, rápidamente, bajo las sábanas 

Tú decías algo similar al horizonte 
y yo hundía los dedos en tu vientre de agua 
Arriba los aviones 
Abajo el trópico 
y en la piel
                un fuego 
                          de avispas 
                                      inquietas 

Pienso en las olas que nunca vi 
mientras los poros humedecen 
                                            entibian 
                                             hierven 
en un cuerpo entretejido 
que se derrama 
                         gime 
                         bulle 
Se me ocurre ser la ola que nunca vi
y me diluyo con vastedad 

Cae el sol
                      Nos detenemos a respirar 

Señalas cada una 
de las estrellas 
que lluevo 

Y te quedas dormida 
Y yo me quedo dormido 
en un pulso extendido 
                        de ciclones 

 

Ciudades en el pecho 


Vernos correr 
                             juntar las manos 
y caminar en círculos 

Como animales extintos 
reptar sobre muros 
que se erizan 
de repente 

Sangrar en silencio 
diciendo adiós con las manos 

Mudar de crisálida 

Amar para siempre 
con las ciudades 
atravesadas en el pecho 

                                                es lo único que recuerdo


Daniel Morales nació en Bucaramanga, Colombia, en 1999. Actualmente adelanta estudios de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana en la Universidad Industrial de Santander. Ganador del II Concurso Estudiantil de Poesía “Derecho a la poesía” (UIS, Bucaramanga, 2021), también participó en el 12° Festival Internacional de Poesía de Manizales. A inicios del 2020 publicó su primer libro, titulado Otro cielo, con el sello editorial Ediciones Exilio, de Bogotá. Autor de la novela corta Salad y de la plaquette Silbar cabizbajo para no romper en llanto, ambos títulos publicados en 2021 con la Editorial Sátiro. Poeta invitado por la Convocatoria del 32º FIPMed.

Última actualización: 26/08/2022