Hubert Antoine, Bélgica
Por: Hubert Antoine
Apártenme un sueño
Apártenme un sueño
No un impulso
Cubierto de pintura
Pero un soplo fresco
En el oído
Y en el cielo rasguñado de alas
Apártenme un sueño
Mudo y obscuro
Escapado de ustedes por accidente
Como de repente una herida
Afrodisiaca
Un sueño para después de la muerte
Que me revelaría
Como una puesta del sol
Frente a la puerta sin llave
Del horizonte
Si hay que escribir
para ser natural
entonces abro mis alas
como un elefante
de orejas grandes
y le pregunto a la nube
arrugada como una hoja
de borrar de mi desnudez
los espejos que me visten
Poema prohibido a mi madre (Pero dedicado a nadie más)
Si fuera sincero
me moriría tres veces al día
Para atravesar la vagina de mi madre
si fuera sincero
cada año me cortaría un dedo del pie
para hacerme cómplice del dolor
actuar como Azteca, creer en el Sol
si fuera sincero
Verdaderamente
Yo huiría de la sombra
Penetrando aquella de las chavitas
y vomitaría mis dientes encima de ellas
pero no soy sincero
me miento a mi mismo
como a una madre
mi mujer me excita en algo de algodón
voy construyendo su bunker con lana
pinto la mayoría de mis sonrisas
y busco números en la conversación
porque lo calculé todo
en las fronteras de una ambición
de similitud
que me hace pertenecer
odiar
y estar desaparecido
* * *
de nuevo
abrir el diccionario imaginario
inventar sentidos y sonidos
mezclar lo desconocido de fondo de cacerola
con los ingredientes de la locura
castigar lo ordinario
con encantos salvajes
robar los huevos de las nubes
debajo de la paja de los rayos
y escribir todos los vientos
en las treguas de la risa.
* * *
Haré cualquier cosa
Lavar el sol
Con aceite de girasol
O cocer el humo a los cigarros
O incubar pedos orgánicos
De verdad haré cualquier cosa
Gastando la fiebre de las abejas
Para no ir
A mi propio funeral
Te dejo, desconocida,
Dejo tus diez mil ojos, tus perfumes que sazonaban la sangre, y tus curvas que pulían mi aliento
Desconocida de las ciudades y de los autobuses, desconocida devorada, desconocida que desbordaba de mi imaginación
Te dejo
Torpemente como una mentira revelada
Te dejo porque mi mano amenaza la sombra
De una forma de estrella
Y la necesito por estrangular el tiempo
En el reloj de arena
A pesar de que el viento sigue desvistiéndote
A pesar de que sigues enseñando esa línea de tu cuello que marea las palmas de los plátanos
A pesar de que vas desabotonando el camino hasta la luna
O empujando en la espalda las frutas del columpio
Te dejo
Igual que un migrante que cambia de nombre en la frontera
Porque en su tierra se muere de hambre
Te dejo el espejo donde nunca aparece la pregunta
Los deseos concentrados en la sed
Y el porvenir en Incógnita
Me voy e inclinaré la lluvia paralelamente al horizonte
Me voy sin miedo, sí, sin medio sin duda
Hasta esas cosas que la Muerte no conoce
Y que brillan con luz propia
Tú no me dirás (porque ni me conoces)
Partir es un acto para alimentar la memoria
Me amas todavía
Te amo y te dejo
Para que la eternidad exista
En la intensidad.
El verdadero cansancio
El verdadero cansancio
Apaga el día en pleno día
Y dobla el horizonte como un mantel
Con su corona de espinas
No se mantiene en la almohada
Junta las pestañas con los erizos
Y los fósiles con los escalofríos
Intercambia un suspiro por un yunque
Y lima las rejas del sol
Para que se escape el lobo de la sombra
Su motor es un bostezo
Que le quita hasta el ánimo de este poema
Hubert Antoine nació en Namur, Bélgica, en 1971. De origen francés, es belga y canadiense. Ha publicado cinco libros de poesía, un ensayo, un libro de cuentos y dos novelas con la editorial Gallimard en su colección Verticales: Danse de la vie breve (El baile de la vida breve) con la cual obtuvo el premio Rossel en 2016, el premio literario más prestigioso de su país y Les Formes d’un soupir (las formas de un suspiro) en 2021, con la cual fue finalista del premio de la segunda novela Alain Spiess. Ha tenido cinco premios literarios y ha participado en numerosos festivales (Paris, Bruselas, Montreal, México, Mérida, Querétaro, Oaxaca, Rodez, Lieja, etc.). Vive desde 1996 en México. Reside en frente del volcán de Tequila, dentro del bosque de la Primavera. Está preparando una antología español/francés de sus poemas para 2022.