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Lourdes Ferrufino, El Salvador

Por: Lourdes Ferrufino

Pulsión invocante

                     “ebrias de lenguaje/ como antiguas bacantes”.
                                                                                     C.P.R
 
Como bacantes presas del deseo
el apetito nos llegó por medio de la voz.
Vivimos ajenas a esta ciudad
hervidero de membranas 
que nos entrega a una furia 
                        de caballos nocturnos.
Cansadas de buscar el silencio
exploramos esta bóveda incolora
                      de edificios y oficinas
risueñas y con el olfato susceptible
pernoctamos a los pies de una vorágine
sin más posesión que el desengaño.

 

Las ocultas 

¿Dónde engavetan a mis mujeres? 
¿Qué clase de etiqueta le ponen a la caja donde las esconden? 
“frágiles”, “delicadas”, “material altamente inflamable” 
Veo sus frentes: las imagino doradas. Marmoleadas. Mixtura de razas. 
Veo sus manos: han conocidos colores que supieron apresar a pulso. 
Cabelleras bucólicas que no describió el compilador.

 


Primero de noviembre 

Manojos y reminiscencias brotan 
en medio de un gentío nervioso.
El grupo de ancianas discute el precio de las flores 
si llevar este color celeste o aquella terracota. 

Pienso en el jardín de las delicias 
los cuerpos los frutos la impresión carnal. 
No sabría decir qué modifica este cuadro 
si el aliento o el prodigio de ser foránea 
si la brutalidad del día previo al festejo 
si la muchedumbre merece 
llevar el luto con flores pasadas de moda. 
Es preciso conservar rituales 
antiguos instrumentos de la costumbre.

Existe una verdad perversa: 
la ciudad es un camposanto habitable.

 


Transición 

Y resurgiré de la piedra 
convertida en musa triste 
cisne de mármol 
efigie de falsa contrición 
llevando como única pertenencia 
la espuma ácida de mi nombre. 
Un día fui esa flor que el lodo vomitó 
y renunció a una docena de primaveras. 
Me he acomodado tranquilamente 
a la miseria del canto de los hombres 
al misterioso éxtasis del abandono 
a la zozobra de la existencia. 
De estatuas siguen llenas las plazas 
y navegan las abejas sin ojos. 
Las guirnaldas de fiesta 
se quedaron para mis días de ingenua. 
¡Dichosa Palas Atenea! 
que gozó de sabiduría y no de muerte. 
Quiero dormir entre flores sin náusea 
y resurgiré de la piedra 
convertida en musa triste.

 

Numen de ordenador 

                        A Cristina Peri Rossi.

Todo tiempo plagado de humedades 
exige vanas formas de olvido. 
Repetirse frente al ordenador: 
no intentes besarla desde la pantalla 
es una diosa de busto firme 
y domina las estrategias del deseo. 
Busco la elocuencia de tus pezones 
sin comprender el dulce artificio que disimulan. 
Niego tu edad, olvido la mía. 
Señal de un asombro que no se permite. 
No me resisto 
enciendo el ordenador y tecleo tu nombre. 
Muchachita pagana: 
hace mucho que vives 
en un abismo colmado de idólatras.

 


Celebración


Celebro mi permanencia en el ojo de la fiera
celebro que mis labios todavía inquietos
no sepan nada de plegarias.
Celebro el ciclo de la infinitud 
es decir, mi permanencia en el ojo de la fiera.
Dirán de mí que fui semilla echada a perder
infecunda hasta la última gota
por eso celebro la altivez de las estatuas
enviadas a darme la canción de espiga
la misma que atraviesa mi cuello
por cada mujer disoluta que como yo
también ha sido estatua.  


Lourdes Ferrufino nació en Santa Rosa de Lima, La Unión, El Salvador, en 1992.  Licenciada en Letras por la Universidad de El Salvador (UES - FMO). Se dio a conocer por el Certamen Literario de Mujeres La flauta de los pétalos (2015) organizado por el Centro de Estudios de Género de la UES. Dirige los ciclos de poesía La Página Desértica. Aparece en el Índice general de poetas salvadoreñas Las muchachas de la última fila (Zeugma editores, San Salvador, 2017) y Poeta Soy. Poesía de mujeres salvadoreñas (MINED, San Salvador, 2019). Parte de su poesía se ha publicado en el Suplemento Tres Mil del Diario Co Latino, Revista Cultura n.º 121 y diversas revistas digitales. Obra publicada: La Espina Etérea (plaquette de poesía, San Miguel, 2016), Diluvio (plaquette de poesía, Quezaltepeque, 2017), Sahumerio (poesía, San Salvador, 2021, Estro Editores). Forma parte del equipo editorial de Claroscuro Editores. Correctora del blog literario Cabezarrota. Se dedica a la docencia universitaria.

Última actualización: 28/07/2022