Martín Barea Mattos, Uruguay
Por: Martín Barea Mattos
En el fondo del agua
donde los motores
se apagan
me duermo
y muero sin morir
y sueño que muero
y en la realidad
duermo
y dicen qué tal es
en muerte
la vida
sólo un sueño
y encuentro
el secreto del reloj sumergido
y mi espejo diluido
y ya no recuerdo ya no recuerdo su objeto
y prefiero esta noche
quedarme despierto con los ojos abiertos
en el fondo del agua
a la luz de la luna o debo decir
en el cenit del río
en el fondo profundo del sol
qué anda por ahí despierto
muriendo y soñando
y vuelve
muriendo a soñar
cada día
nuevo de nuevo.
***
El día nublado nos ha separado
como una pared como una hoja en blanco
y apenas flamea eclipsa una pobre bandera
sin tregua como esta posguerra de sol
el día nublado construye su muro
y abraza ciudades nuevas medievales
con su enredadera virtual nos encierra
no mires afuera no mires afuera
te ofrecen ventanas sin brisa y sin primavera
la nube es tan alta como la memoria
del hongo del humo de nombres extintos
por las chimeneas de industrias de historia
y el grito de guerra provoca
amores gigantes que gimen
derrotas gemelas
nuestros corazones son como fusibles
fusiles la herencia la tensa mirada
que apunta y dispara
no dudes no hay juicio no hay deuda
tampoco condena si rezas
te doy vida eterna, te doy vida eterna.
***
el alveolo pulmonar
es comparable por su forma al árbol
o desde su antebrazo a una mano de dedos
extendidos
tenemos por costumbre dejar la basura junto al
pulmón
en silencio de nylon los restos de lo deseado
la cáscara los huesos lo que cocimos lo comido lo
no digerible orgánico e inorgánico
el envase el precinto y el precio
lo pagado lo exhalado colgando de una falange
a mano de otras
manos al pie de la mano
desenvuelven limpian y clasifican
palabras
se ensucian por nombrar lo aprehendido
palabras
dignifican los restos del silencio
palabras
lo consumido se consume se consuma
como la forma de la mano la da el árbol
como la forma del árbol la da el pulmón
como la forma del aire la da el silencio
y la forma de la palabra la da la mano
y el movimiento viento crepita las hojas del árbol
e inscribe oxígeno estacionado
carbono apalabra
y deja caer
como por suspenso lo dicho
hacia alguna dirección siempre azarosa
imposible saber del follaje
qué vocablo pende como al borde
del papel
del pulmón
del árbol
de la mano.
***
La (E) resultó economía de lenguaje
la ecuación al sur y norte del ecuador
la edad del edén
la educación en efecto efímera
el ego el eje
ejemplo
el ejercicio
él
elástico
electo
como la electricidad
electrodoméstico elefante elegante elemental
elenco elevado en ascensores
elipse de elite
elogio
ella
emancipada
embarazada como un emblema
embrionaria emergiendo emigrando
emitiendo emociones empíricas
empleando pobres empresas
enamorada
del encéfalo encierro enciclopédico
encuentra
la encrucijada encuadrada
enchufa
su endocardio a la endogamia parásita
al enemigo su energía
enero
enésima enfermedad
enfocado engaño engendra
engloba enhebra enhorabuena
el enigma
enlaza y enloquece
enmascara y enreda
enreja y enriquece
enriquecido enroca la ensalada
ensaya el ensayo de enseres
ensilla el ensueño
entalla el ente
entendido entente de entereza
entero entierro de entidad
entonando entrada y entraña
entrelínea entrenando entresijo
entrevista
entropía enunciando enzimas
epéntesis épica
epicardio
epiceno
epicentro épico
epidemia epidérmica
epígono
epigrama
episodio epistemológico
epíteto
epítome de época
epopeya de la equidad equidistante
equilibrio del equipaje del equipo
equis equivalente de la era
erección ergonómica
erógeno eros erosionado
erótico
erotismo errando
erudita escala escalonada
escándalo escapando a escarapelas
escena y escenario escepticismo
esclavos de la esclerosis escolarizando escoltas
escollera hacia el escombro
escopetas y escoria
escorzo escrito
y escritorio y escritura
escroto sin escrúpulo
escrutando
mi escudo mi escuela
mi escultura escupida
esfinge esfínter
eslabón espacial
espacio de espada a espalda
especia especial
especialidad de la especie
espectáculo y espectro
espejismo y espejo
esperanza y esperma espermatozoide espía
espira y espíritu
esplendor de espontánea espuma esquela
esqueleto y esquema
de mi estadía estallando en estela estereoscópica
esterilizando al esteta
estigma de estilo por estima
por estrella estrenando
estructuras de estudio
éter eterno
etimológico
eufemismo
eureka el evangelio
la evolución sin exactitud de la exacta
exageración
examen excarcelable excavando
existencia éxodo expansión
experiencia y explosión
exponente expresivo
éxtasis
de mi extraña y extraordinaria extrapolación
eyacula dios por fin
por fin logré estacionar.
***
La carroña de la carroña
¿ Te acordás de lo que vimos, hermoso cuaderno esa linda mañana de verano
cuando nos encontramos ?
Una carroña nuestra
colorida y asquerosa en la filosa intersección de las esquinas.
Con su tapa levantada,
como un toldo caliente
transpiraba venenos y brazos revolvientes.
Contenía de manera descuidada y cínica
el vientre lleno de gases y el hambre.
El sol pegaba en la mugre
como para cocinarla
devolviendo cada moneda a la naturaleza del hombre
en todo lo que ella para él había trabajado.
El cielo miraba la magnífica antropofagia
como si fuera una flor plástica y carnívora.
El olor era tan fuerte que pensaste
que te ibas a desmayar ahí, en el asfalto.
Arriba del espectáculo podrido revoloteaban las moscas
y salían batallones diseñados
de larvas que se movían como un negocio sucio
en esos abundantes cachos de vida.
Todo se hundía y se hinchaba
como el brillo del orden de las góndolas
como un surtido anual movido por diez dedos,
cuya muerta vida creciera en sí misma.
Y ese mundo hacía un yingle extraño
como el agua empetrolada, el viento con alarmas
o la bala agitada en su lamento rítmico
al golpear de los fideos, el colador.
Se sumaban los bordes. Era como un meta-delirio-virtual.
Como el mamarracho arquitectónico sin fin
de un restorán abandonado por su cheff
antes de apagar la cocina.
Atrás de las bolsas había una rata y detrás una madre con su niña
que tienen en sus ojos la furia
y esperan volver a morder
la rica comida que tuvieron que largar.
¡ Y pensar que vas a ser igual que esa basura, querido cuaderno.
Que vas a estar igual de desechado y podrido,
vos, el blanco de mis ojos,
vos, el silencio de mi vida,
voz mi bestia, mi pasión !
Así tendrás que ser CUADERNO DE QUEJAS de mis encantos
después del consumo.
Cuando en la vereda y sobre el asfalto
crezcan hombres entre precios.
Sí, mi amor. Contale a los dedos
que van a tener con vos una fiesta de descuentos.
Que guardo el deseo y la oferta divina
de los amores descompuestos.
Martín Barea Mattos nació en Montevideo, República Oriental del Uruguay, en I978. Ha publicado varios libros de poesía en español, entre ellos, Made in China (Estuario/ Hum, 20I6), Parking Barea Mattos (Una temporada en Isla Negra, Chile, 20I4), Conexo (con ilustraciones de Cecilia Mattos, Museo Nacional de Artes Visuales, MEC, 20I4), Por hora, por día, por mes (Estuario/Hum, 2008), Los ojos escritos (43 Premio Nacional del Libro, 2003). Publicó cuatro obras de música y poesía con acompañamiento de músicos. En 20I8, publicó en Madrid, España RBL/ Obras tipográficas y en 20I6, Never Made in America/ Poemas escogidos (Diálogos books, NOLA, USA). Desde 2013, dirige el festival internacional de poesía llamado Mundial Poético de Montevideo, del cual organizó ocho ediciones, y al que asistieron poetas de 22 países, y desde 2006 es curador habitual de Ronda de poetas, ciclo de lectura semanal en el famoso café La Ronda de Montevideo. Ha participado desde 2008 hasta la fecha en festivales en Buenos Aires, Sao Paulo, Rio de Janeiro, Porto Alegre, Santiago de Chile, Valparaíso, Concepción, Isla negra, El Tabo, Bogotá, Ibagué, Asunción del Paraguay, Nueva Orleans, Washington, Nueva York, Los Ángeles, Madrid, Granada, Zaragoza y Barcelona.