¿Dónde está la poesía en la vida?
Por:
Ataol Behramoğlu
Traductor:
Arturo Fuentes
En entrevistas, a menudo nos preguntan: “¿Cuándo te iniciaste en la poesía?”
La respuesta a esta pregunta suele ser "Desde que me conozco” ...
Soy alguien que se considera o es considerado poeta, desde que tengo memoria…
Jugar con palabras, establecer una armonía entre ellas, o trabajar para revelar la armonía existente… era lo que me gustaba hacer de niño…
Creo que el punto de partida, la esencia de la poesía está ya en eso...
Entonces la chispa de un concepto, la superposición de armonías y significados, te transporta hacia aquel milagro que llamas poesía...
Si comencé a sentirme poeta alrededor de los diez años, entonces llevo más de cincuenta años en este asunto...
Pero nunca en toda mi vida me he cuestionado tanto el lugar de la poesía en la vida como en estos días...
Este cuestionamiento no es acerca de mí…
Sin duda, conozco el lugar de la poesía en mi vida personal.
No puedo desecharlo…
El mundo interior a veces es más real para mí que lo que solemos llamar el mundo real...
Pero ¿qué sucedió ahora? ¿cómo la poesía se alejó tanto de la vida, de las sociedades?
Los libros de poesía, o no están disponibles en las librerías, o están en algún lugar del exilio, en estantes bajos en los rincones…
La poesía está enteramente en exilio, como si estuviera maldita.
No la verás en las listas de lo más vendido, donde nunca sabrás cómo se preparó.
Porque la cara fea del dinero sonríe por todas partes.
La mayoría de los libros, exhibidos en vitrinas y mostradores, que atraen al lector con la frase “más vendidos”, son meras trivialidades.
Al igual que los carteles baratos de espectáculos, que cambian cada dos o tres semanas, pronto serán reemplazados por otros...
La poesía, por su misma naturaleza, no puede adaptarse a esta inmundicia…
Por eso fue expulsada de la vida.
El sistema educativo en su conjunto, con muy pocas excepciones, los medios impresos, sonoros y visuales y el sector editorial bajo el mando de la economía de consumo, son responsables de este resultado y siguen siendo hoy los principales factores.
Todos vamos camino a un mundo sin poesía, a un mundo en el que dominarán por completo la mentira y la corrupción.
Devolver la poesía a la vida puede ser el resultado de una preocupación por el futuro del mundo y de nuestra humanidad.
El sistema político-económico que hoy domina mayoritariamente en nuestro planeta, por llamarse capitalista, no tiene nada que ver con tal preocupación.
Porque la causa de esta ansiedad es aquel sistema mismo.
La poesía, por su propia naturaleza, no puede ser el instrumento del belicismo.
La poesía significa paz y bondad.
No se puede construir el mal como poesía.
Incluso las palabras se rebelan contra esto...
La exigencia de la poesía se rebela contra tal tipo de tentativa.
La poesía del mal puede no ser poesía, sino su parodia, su imitación.
Entonces, para devolver completamente la poesía a la vida, el sistema capitalista, que es la fuente del mal, debe terminar.
La función esencial del poeta debe ser luchar por la abolición de este sistema.
En esta lucha, el arma más eficaz del poeta es la poesía misma.
Debemos entrar en las masas con nuestros poemas y revivir sus sentimientos de paz, belleza y armonía.
Debemos ir con nuestros poemas a las instituciones educativas, empezando por las escuelas primarias, e incluso por las instituciones preescolares, para contribuir al desarrollo de sentimientos de paz, amor y belleza en los niños.
La función pacífica del poeta no se limita sólo a escribir poesía y publicarla en un libro.
Es mucho lo que se puede hacer para llevar la poesía a las masas, empezando por los niños.
Para ello, debemos arremangarnos de inmediato y fortalecer la cooperación entre los poetas.
Debemos advertir a la sociedad, a la política, a los políticos, a todos, sobre este tema y crear conciencia.
El futuro del mundo, de nuestra humanidad, está directamente relacionado con resucitar a la poesía.
Ataol Behramoğlu nació en Çatalca, Turquía, en 1942. Es poeta, ensayista, dramaturgo, crítico literario, profesor universitario y traductor. En 1982 fue arrestado y condenado a trabajos forzados por ser parte de la Asociación turca de la Paz, por lo que se exilió en Francia, donde vivió hasta 1989, año en que fue absuelto en Turquía.
Fue, presidente del Sindicato turco de Escritores entre 1995-1999, y desde 1995, ha sido crítico literario y político del diario Cumhuriyet. Es profesor y jefe del departamento de idiomas y de literaturas eslavas, en la Universidad de Estambul.
En 2003 El P.E.N Club de Turquía le concedió el gran Premio nacional de poesía. A finales de marzo de 2008, estuvo en la organización del IV Festival Internacional de Esmirna, Turquía. Fue cofundador del Movimiento Poético Mundial y actualmente pertenece al Comité Coordinador del Movimiento.
Ha publicado más de 25 libros de poesía, entre ellos, los libros: Ni lluvia… Ni poemas, Estado de sitio, La épica de Moustapha Suphi, Cuartetos, Los bebés no tienen naciones, Tú eres mi amada, El amor es cosa de dos personas, Gazal de un nuevo amor.