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Poesiando las movilidades humanas

Por: Guillermo Acuña

En octubre de 2018 un primer grupo de 200 personas se convocó vía redes sociales para encontrarse en una estación de autobús en San Pedro Sula, Honduras. Su objetivo: caminar en forma grupal y visible por las principales carreteras centroamericanas, cruzar fronteras y llegar Estados Unidos como destino final.  Entre ese mes y noviembre, dos o tres agrupaciones de personas centroamericanas conformaron lo que los medios y alguna academia emplazaron con el nombre de “caravanas”.

Indistintamente de cómo se conciban, forman parte de una nueva forma de movilidad humana en la región centroamericana que llegó para quedarse.  Ni la pandemia, que se supone clausuró entradas y salidas, ni las inclemencias del tiempo ni las políticas migratorias duras asumidas por Estados Unidos, México y los países de origen, detuvieron este incesante caminar.  

Sobre esa coyuntura, un texto me permitió definir mi visión, mi pensamiento sobre estos procesos contemporáneos de buscar sobrevivencia para poblaciones en condiciones de violencia, pobreza y exclusión social.  Lo titulé “Niña con globo”:

NIÑA CON GLOBO

Niña con globo es un mural realizado por el artista del graffiti Banksy. El mural representa a una niña dejando ir un globo rojo en forma de corazón. Banksy uso una variante de esta imagen en su campaña de 2014 en apoyo a los refugiados sirios. El 11 de octubre de 2018, durante una subasta, la obra fue triturada. Aun así la obra fue subastada por 1.04 millones. 

El amor frisa
la palabra
el barro primero. 

Hay sol al otro lado, 
estaciona, 
Independencia, 
alecciona la oscuridad. 

Muñecas 
ojos de almendra
caminan. 
No paran. 
Caminan. 
Caminan. 
recortan jazmines,
escuchan la parábola 
de la madera, 
nada dicen, 
Caminan. 

Alumbran la ternura
en sus orillas 
Y la cruzan
con toda infusión. 
Hay testigos 
saben sus nombres
tatuados, borrados, idos. 

No vuelven más 
a la huella
del principio,
Son el principio. 

Que fácil era 
jugar a la alegría
cuando no se tenía miedo. 

El amor es el miedo 
Al agua que corta, 
el río sin memoria 
dicho en otra voz, 
el vallado sin puerta 
la soledad en las Marionetas 
Con pasaportes
pero sin padres 
sin juegos
el almacigo del dolor 
Desperdigado como suelo. 

Sobre ese suelo se camina con furia. 

Desde que la luz 
es luz
está al otro lado
en globos 
con niños abrazados
a sus cinturas, 
al humo donde ondula la piel
y lo devuelve 
en aves migratorias 
Que hacen su último viaje. 

El aire mueve sus hilos. 

El amor tritura
Clama. 
Cada palabra un paso, 
una bala,
el ángel con alas grandes 
pero cerradas. 

Niñas con jazmines 
corren
despavoridas
hacia la claridad
de las espinas. 

¿Es esa la aureola de su voz?

La ronda tiovivo
manda clausurar 
Todas las dudas 
del gendarme
Y su frontera. 

¿Qué hay 
al otro lado?

Luz
acaso luz,
la pronta 
travesía 
del helio
y sus ásperas 
resistencias.

Justamente el primer grupo de 200 personas migrantes convocadas en San Pedro Sula salió el 12 de octubre de 2018, un día después que este cuadro de Bansky fuera triturado y vendido.  En noviembre de 2018 fui invitado a un encuentro de escritores centroamericanos y a impartir un taller de escritura creativa en la ciudad de Comayagua, en Honduras.  Orienté ese ejercicio para que las personas asistentes al talles, algunas con familiares incorporados en esos primeros grupos de migrantes en colectivo, apalabraran su sentir sobre las migraciones y los duelos.  Ese fue el antecedente de un dispositivo que ya lleva cerca de siete años de estarse gestando en el que combino poesía, crónica y expresión corporal.  He trabajando con grupos diversos de estudiantes, docentes, artistas, miembros de organizaciones de sociedad civil, funcionarios de organismos internacionales, entidades gubernamentales de Centroamerica, Colombia y México.

Creo firmemente que la poesía me ha sido útil como herramienta para que a la gente le cruce por el cuerpo el impacto de las movilidades humanas, particularmente las desarrolladas en el contexto centroamericano.  Me nutro de un cuerpo de textos de Balam Rodrigo, Chary Gumeta, Denis Avila, escritores que han dedicado parte de su trabajo poético a visibilizar este tema y contribuir a su conocimiento y sensibilización.  Por ello la poesía para mi es vehículo, herramienta política y estética para visibilizar este tema.

Última actualización: 29/01/2025