La poesía y la colonización en Nueva Zelanda
Por:
Tusiata Avia
Traductor:
Carlos Flórez
Soy poeta y hago lo que los poetas hacen, escribo sobre lo que importa para mí. En 2019, Nueva Zelanda celebró el 250 aniversario de la llegada de James Cook. James Cook es ampliamente conocido como un “explorador” inglés del Pacífico sur. Lo que no es muy conocido, es que Cook también sentó las bases para la violenta colonización de Nueva Zelanda, Australia y las islas del Pacífico en el siglo XIX, por parte de británicos y franceses.
¡Me horrorizó que Nueva Zelanda celebrara a este hombre (y que gastara además veinte millones de dólares en esta celebración)! ¿Qué celebrábamos? ¿El comienzo de la colonización? ¿Pero por qué? La colonización trajo genocidio, violaciones y robo de tierras a los pueblos indígenas del Pacífico Sur. En Nueva Zelanda, la colonización casi logró destruir nuestras lenguas indígenas. La colonización robó y saqueó a los pueblos indígenas, por lo que, 250 años después, los maoríes representan sólo el 17% de la población, pero el 52% de la población carcelaria.
Lee esos porcentajes nuevamente. Deja que la matemática se asimile.
250 años después, los maoríes están drásticamente sobrerrepresentados en todas las estadísticas negativas que se puedan imaginar: baja esperanza de vida, baja salud física y mental; alta pobreza, desempleo, etc. Celebrar esto es extremadamente ofensivo.
Entonces hice lo que hace un poeta. Escribí un poema en respuesta a tal celebración. Escribí un poema sobre la llegada de Cook y lo que hizo. No oculté que estaba indignada: ¿qué clase de criatura, por desalmada que fuese, no se sentiría indignada por una injusticia tan terrible? ¿Por qué no habría de indignarme por las masacres que siguieron al “descubrimiento” de “Nueva Zelanda” por parte de Cook? Las masacres que aquí algunos conocemos (Parihaka) y todas las que han sido enterradas sistemáticamente.
Todas las masacres, violaciones, raptos de niños, encarcelamientos injustos, robos de tierras, sobre los que no nos han enseñado en nuestro sistema escolar. Nuestro sistema educativo nos ha lavado el cerebro con una historia diferente, por lo que ahora creemos que nunca sucedieron. ¿Por qué no estaría enojada por la magnitud de esta injusticia? ¿Y por qué no lo están todos?
Cuando llegó, Cook no se limitó a desembarcar aquí y mirar inofensivamente a través de su catalejo, a “encontrarse” con maoríes y a cepillarse la peluca. Tina Ngata, autora e investigadora maorí, señala: “Cuando alguien desembarca y dispara a la primera persona que ve y al día siguiente dispara a otras 15 y luego quiere ver más de cerca un waka [barco], dispara a todos en los waka… y todos en los waka estaban desarmados – eran simplemente pescadores. Llamar a eso un “encuentro” es extremadamente atroz”.
Este fue el comienzo de la Gaza de Nueva Zelanda. ¿Cómo podría sentarme y guardar silencio mientras la gente celebraba? ¿Qué clase de monstruo sin corazón y sin conciencia tendría que ser?
Entonces, escribí un poema llamado “El 250 aniversario de la llegada de James Cook a Nueva Zelanda” y no me anduve con rodeos. Una injusticia fuerte exige palabras fuertes. ¿Por qué debería jugar bien? ¿A qué tenía miedo? ¿A quién iba a ofender y qué clase de personas se sentirían ofendidas por un poema así?
En 2022, cuatro años después de que escribí el poema, éste apareció en una importante plataforma de noticias y luego descubrí qué tipo de personas se sentían ofendidas por aquel poema. Había varios políticos, entre los que destacaba David Seymour, ahora futuro viceprimer ministro de Nueva Zelanda. También había otros activistas de extrema derecha y supremacistas blancos.
David Seymour tiene la plataforma más grande y patrocinadores muy ricos y, por lo tanto, recibió la mayor atención y pudo crear su propia narrativa políticamente parcializada en torno a mi poema. Seymour (que en ese momento estaba en la oposición) dijo que el (anterior) gobierno debería salir y denunciar mi espectáculo de poesía y “declarar que no contribuía en nada al asunto del racismo y retirar los fondos”.
Espera un momento, ¿cómo se puede acusar de racista a un programa acerca del racismo?
Seymour continúa: “El gobierno dice que quiere detener el odio”. Y luego nombra miembros de la junta directiva que financian todo eso. ¿En qué se diferencia del tipo de odio que condujo a los tiroteos de Christchurch?”
Respuesta: cuando lo utiliza una persona profundamente cínica y que no se detiene ante nada, que compararía un poema de protesta con los tiroteos en la mezquita de Christchurch. El tiroteo en Christchurch en 2019 fue un ataque armado de un supremacista blanco contra dos mezquitas, que mató a 50 musulmanes e hirió a muchos más.
El mismo tipo de persona vil y desalmada que invocaría el trauma actual de toda una comunidad para construir una narrativa contra la libertad de expresión de una poeta y un solo poema (no menciona otros poemas que se opongan a la colonización, obviamente no se ha molestado en leer nada más). Seymour, que encabeza una campaña de intimidación de dos años contra mí, provoca un odio que ha provocado amenazas contra mi vida.
A nivel mundial, Nueva Zelanda tiene reputación de ser una sociedad abierta, justa y pacífica, pero eso es sólo una etiqueta. Como en tantos otros lugares del mundo, nos estamos inclinando hacia la derecha política dura y abrazando todas las cosas a las que alguna vez nos opusimos. Aunque en comparación con otras partes del mundo tenemos cierta libertad de expresión, el actual gobierno de derecha está tomando medidas enérgicas contra ella. He aprendido esto de una manera muy personal y se ha convertido en una amenaza en un escenario más público para otros artistas.
En Nueva Zelanda tendemos a creer que la libertad de expresión artística sólo puede restringirse en países lejanos de aquí; en países gobernados por regímenes totalitarios. Un gobierno no necesita torturar o encarcelar a los artistas para mantenerlos callados. Si nuestro actual gobierno de derecha retira la financiación de las artes (como amenazan con hacerlo, en respuesta a mi poema), entonces, será un paso importante hacia el silenciamiento de las artes, en particular de las artes que critican nuestro régimen actual.
He tenido la suerte de ganar varios premios artísticos el último año (Premio Primeros Ministros de Literatura -en Poesía-, y Artista Senior del Pacífico). Cada vez que gano un premio, el gobierno actual –liderado por nuestro partido de extrema derecha, ACT– lanza otra amenaza contra mí y nuestro organismo nacional de financiación de las artes.
Dejaré mi historia ahí, pero lo que estoy ilustrando es el poder de un poema para punzar la conciencia de los poderosos, que continúan la maquinaria de colonización y racismo establecida por sus antepasados.
Recientemente, alguien me sugirió que no debería seguir escribiendo sobre esto. Quizás sólo estoy agitando las cosas, empeorándolas. ¿No sería mejor si dejara de escribir sobre esto y lo dejara en paz?
¡Y mi respuesta es un rotundo NO! ¿Por qué? Porque seguiré diciendo mi verdad al poder, a pesar de las amenazas de muerte, los correos electrónicos de odio, el acoso público y a pesar de mi propio miedo. Cuando dejo de decirle mi propia verdad al poder, me roban la voz. Sin mi voz no tengo fuerzas. Sin fuerzas, no tengo esperanza.
No subestimes el poder de un poema. La poesía tiene el poder de incomodar a los poderosos. Tiene el poder de sacudir un país. Tiene el poder de sacar a la gente de detrás de sus máscaras y mostrarse como racistas, odiosos y asustados. Y como dijo César A Cruz, tiene el poder de consolar a los perturbados: permitir que aquellos sin una voz pública, escuchen una voz que haga eco de la suya. También les da a esas personas la sensación de estar diciendo la verdad al poder.
Me comprometo a escribir siempre mi verdad a través de la poderosa y mística voz de la poesía. Ahora, después de años de experiencia, sé también que, manteniéndome fiel a mi voz, estaré siempre hablando por alguien que no tiene voz. Los animo, mis hermanos y hermanas poetas, a hacer lo mismo.
*(Cuatro años después de escribir este poema, pasó a formar parte de The Savage Coloniser Show, una adaptación teatral del libro, que ganó el premio al mejor libro de poesía en los Premios Ockham al Libro de Nueva Zelanda, en 2020. En nuestros premios teatrales de 2023, ganó cinco premios, incluido el de mejor obra teatral. El espectáculo fue financiado en parte por Creative New Zealand, nuestra junta nacional de financiación de las artes).
Tusiata Avia nació en Samoa en 1966. Es una poeta y performer de renombre internacional, recibió la Orden del Mérito de Nueva Zelanda, por su contribución significativa a su comunidad. Ha publicado cuatro colecciones de poesía y cuatro libros para niños. Su obra Wild Dogs Under My Skirt (Perros salvajes bajo mi falda), adaptada de su primer libro de poemas, se representó fuera de Broadway, donde ganó el premio a la Producción Sobresaliente del Año de la serie Fringe Encore, en 2019.