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Aurora Luque, España

Fotografía tomada del Diario de Sevilla

Por: Aurora Luque, España

Fecha de caducidad

Con el traje de junio
la vida se mostraba casi dócil
entre toallas verdes y amarillas
y lycra luminosa compartiendo
fronteras con la piel. Oler a mar templado
y la pereza cómplice
de olas y bañistas: era propicio hundirse
en esas lentejuelas soleadas del agua
en las selvas pintadas sobre los bañadores,
desmenuzar el velo finísimo de sal
de unos hombros cercanos
y posponer la noche y su aventura.
Parecía la vida un puro litoral
pero avanzó una sombra:
al borrar con saliva la sal de la mañana
pude ver la inscripción junto al homoplato:
FRUTA PERECEDERA. Consumir
de preferencia ahora. El producto se altera fácilmente,
antes que los deseos. No se admiten
reclamaciones.

 

Problemas de doblaje

En la toma perfecta, cuando el guión es bueno        
y los actores fingen dignamente ser héroes,        
el tiempo marca estrías, va apagando        
uno a uno los focos y la banda        
sonora se interrumpe.        
Sensación de pantalla desgarrada        
la insuficiencia siempre de vivir.        
Qué frágil la película        
que intentamos rodar en esas horas        
para sesión privada y clandestina        
en la pantalla interna de los párpados.        
Un insípido tono pudoroso        
de noche americana        
en las irisaciones del deseo,        
ni siquiera el siena matizado        
del pasado incoloro nos acude.        
Sueño de gabardinas        
por calles satinadas de humedad,        
labios muy densos, casi        
negros desde la sala. Juventud,        
cinta de celuloide erosionado,        
un guión mediocre,        
problemas de doblaje.        

 


La isla de Kirrin

A Herminia Luque


Los leías después del viaje a la ciudad        
sobre la cama, en junio o en julio sobre todo,        
echada la persiana que dejaba filtrar        
olor de albaricoques y pintura caliente        
y una luz laminada verde oscura        
sobre las bicicletas y los páramos,        
las mochilas, las granjas,        
el desayuno inglés, la isla de Jorgina:        
historia fabulosa de una infancia        
a punto de perderse. Porque una vez leídas        
todas las aventuras de los Cinco        
supuse que tenía que crecer.        
¿De qué sirve ser niña, si luego, en vacaciones        
ningún bote te lleva a la isla de Kirrin?        
Tal vez ya sospechaba que los libros        
podían ser reloj o calendario        
exacto y enigmático del cuerpo.        

 


Interior

A menudo converso con mis sueños.        
Los invito a salirse de la noche        
y se sientan, con trajes neblinosos,        
junto a mi mesa sucia de papeles.        
Y les pregunto sobre su sintaxis        
porque se ofenden si hablo de semántica.        

Hoy he recuperado de sus manos        
un fragmento de ti tan exquisito        
como una noche de junio en Gil de Biedma,        
un otoño de Keats o aquel sabor a polo de naranja        
de las viejas mañanas de domingo.        


Eau de parfum

De la infancia, el olor        
del musgo en las acequias, del barro, de las moras        
y la extrema violencia de aprenderse.        

Del mar, la última nota        
de la última ola desplegada        
antes de regresar y convencernos        
de que no habrá sirenas.        

De la noche, las leves veladuras        
de un perfume italiano        
todavía de moda.        

De tu cuerpo, el aroma        
de libro de aventuras        
vuelto a leer; pero también de adelfas        
desoladas y ardiendo.        

Huele a vida quemada.        


Tópico

Ya no atrapes el día -no se deja,        
no es tan fácil ser dueño del presente,        
persistir en la dicha o detenerla        
para el trámite mínimo        
de asignarle palabras.        
Y ni al acariciar        
las sienes o los pómulos o el pecho        
que con furia deseas, cuando la luz parece        
palparse con las yemas de los dedos,        
estás lejos al fin de los vampiros:        
la Utopía, el Vacío, la Memoria.        
Amas para escribirlo solamente,        
la dicha pide a gritos que un recuerdo        
del futuro la abrace y la duplique.        
No corras tras el día. Si no lo acosas puede        
que se tienda sumiso        
de noche en tu regazo.        


Hybris

En la cima, la nada.        
Pero todo se arriesga por la cima        
del amor o del arte.        


Del oráculo falso


              Había oído hablar de las sorprendentes irisaciones de la aurora        
              sobre el mar Jónico cuando se la contempla desde la cima del Etna.     

              Marguerite Yourcenar                   


No esperé así la vida:        
el asombro, la ráfaga instantánea de la dicha,        
la humillación,        
el tedio.        

Pero es que aún la lava del Vesubio        
nos podría abrasar, o tal vez los milagros        
de la cima del Etna o la belleza        
del mar semidivino.        

No esperé así la vida:        
paraísos perdiéndose        
o batallas perdidas de antemano.        


Carpe noctem

Carpe noctem, amor. Coge el brusco deseo        
ciego como adivino,        
los racimos del pubis y las constelaciones,        
el romper y romper        
de besos con dibujos de olas y espirales.        
Miles de arterias fluyen        
mecidas como algas. Carpe mare.        
Seducción de la luz,        
de los sexos abiertos como tersas actinias,        
de la espuma en las ingles y las olas        
y el vello en las orillas, salpicado de sed.        

Desear es llevar        
el destino del mar dentro del cuerpo.        


La leyenda del cuerpo

Reconstruir un cuerpo        
fragante en la memoria:        
ingresa en el recuerdo semidiós        
y en el olvido, viento.        

El tacto: narraciones        
de una teogonía suficiente:        
ninfas en la saliva, los mensajes        
de iris en la sangre, el asediar        
de amazonas, cuantas alegorías        
quisiéramos del fuego, la conciencia        
suprema de la piel.        

El cuerpo amado nunca        
es solamente un cuerpo.    


Aurora Luque nació en Almería, el 20 de septiembre de 1962. Es licenciada en Filología Clásica por la Universidad de Granada y profesora de griego antiguo desde 1988 en Málaga. Ha publicado los libros de poemas Hiperiónida (1982), Problemas de doblaje (1989), Fecha de caducidad (1991), La metamorfosis incesante (1994), Carpe noctem (1994),  La Isla de Mácar (1994), Fabricación de las islas. Poesía y metapoesía,Valencia: Pre-Textos, 2017; Médula. Antología esencial. Madrid: Fondo de Cultura Económica, 2014; Personal & político, Sevilla: Fundación José Manuel Lara, 2015; Los limones absortos. Poemas mediterráneos, Málaga: Fundación Málaga. Ed. bilingüe.Trad. al italiano de Paola Láskaris, 2016; Gavieras, Madrid: Visor. XXXII Premio Loewe, 2019, 2020. En 1997 recibió el Premio Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer,​ por su labor de rescate de escritoras olvidadas. En octubre de 2008 fue nombrada directora del Centro Cultural Generación del 27 de la Diputación de Málaga, cargo que ocupó hasta junio de 2011. Poemas suyos han sido incluídos también en varias antologías en su país.

Última actualización: 11/01/2022