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Jorge Boccanera (Argentina)

Jorge Boccanera en el 5° Festival Internacional de Poesía de Medellín
Memoria Fotográfica del Festival Internacional de Poesía de Medellín

Por: Jorge Boccanera

 

Corría el año 1917

Mago cetrino, casi hierático, me pareció
un árbol deshojado. Su traje era oscuro
como su piel oscura.

(Ciro Alegría)

un santiago de chuco de labios apretados lo ve
pasar y dice: como si la victoria y la derrota
comieran de su plato y dice: como un hueso
escarbando en el habla de nadie ¿y tanto así?

pasa un zumbido un triste alguna capa un capellán
un globo sin su niño un ala que sacude las tardes
son iguales aquí pasa Vallejo navegando en el
polvo de las demoliciones

como si la victoria -se lo dije- como si la
derrota -¿no le digo?- comieran de su plato y
él escupiera el plato porque un dedo de sangre
va abriéndole los ojos porque hay un aguacero
que se lo lleva todo

pasa el maestro de escuelas por las calles vacias
una mano cortada lo lleva de la mano.

Espejito de mano

Mírate bien, hoy eres
una cara de trapo al fondo del aljibe,
un perfil oxidado que ondea bajo el agua.
Te advertí, te lo dije,
el espejo, ese imbécil, compra muebles usados
y trabaja en el rostro con cuchillos sin filo.

Mírate bien, hoy somos
el ladrido del viento, te advertí, te lo dije,
es un sepulturero que cobra como artista.
Seguro ya te olió.
Su corazón helado
vende casas de polvo en los despeñaderos.
Mírate bien, hoy eres
un hospicio, un extraño,
reverso de una imagen que se repite y dice :
uno de los dos está muerto.

 

Huellas

En el sueño soy otro que se parece a mí.

En la arena del sueño van las huellas de un tren.
La silueta de un viejo que va borrando huellas
con su plumero negro.
El ruido de tus pasos y los míos anudados a un tango.
Una canción revuelta.
Y el roquerío lejano donde van a morir todas las camas.
Y el anciano en lo suyo.

En el sueño soy otro que se parece a mí.
Este que ves ahora, no se parece a nadie.

 

Lugar

Lugar, es el nombre del animal más grande de la tierra.
Hay quienes aprovechan su sombra y no saben que existe.
O beben su saliva y lo confunden con un río.
O duermen en los huecos que dejan sus pezuñas en la tierra
y piensan que la tierra es así.
Los exiliados cargan sus pedazos de tiempo.
Otros clavan zapatos en el barro.

Hay ciegos que cambiaron la vista de la certidumbre.
Algún dios carpintero que fabricaba muebles repite
la sentencia :
"Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar".
Pero los desaparecidos ¿ dónde están ?
Si el nombre que los nombra parece un chupadero.
Todo es ajeno aquí
Somos los extranjeros de un lugar que era nuestro.

El deseo escribe en un libro sin hojas.
Alguien se prende fuego envuelto en un secreto.
Hay quienes buscan que el amor les corrija la rabia.
Otros rezan, divisan un lugar después de este lugar.
Está el que desespera :
si ese animal ocupa tanto espacio, ¿por qué no puedo verlo?
Unos pocos eligen atravesar un sueño para llegar a un sueño.

¡Ah, si el silencio dijera sus lugares!
Ahora, cada baldosa es un campo de caza.
En días por venir, alguien
escarbará en las preguntas hasta desenterrar un fémur,
algún diente de lo que fue un lugar.
Pero no en esta casa con un piso de viento.
Aquí nadie se mueve, ha llegado el gran día.
Reparten un desierto entre todos los hombres.

 


Jorge Boccanera nació en Argentina en 1952. Premio Casa de las Américas en 1976. Libros : Los Espantapájaros Suicidas (1974), Noticias de una Mujer Cualquiera (1976), Contraseña (1976), Poemas del Tamaño de una Naranja (1979), Música de Fagot y Piernas de Victoria (1979), Los Ojos del Pájaro Quemado (1980), Polvo para Morder (1986), Marimba (1986), y Sordomuda (1992). Sus poemas han sido vertidos a nueve idiomas.

 

Última actualización: 02/11/2021