Alfredo Chacón (Venezuela)
Por: Alfredo Chacón
INMIGRACIÓN
Oh estremecido enmudecimiento. Deshilvanados, todo confluye cerca de adonde habremos de tornar. Amanecerá. La noche alcanza júbilo en el lucimiento de la flor que a espaldas de la noche se me entrega. Solícito albedrío ¿cuánta espera es de soportar, si aún no hemos llegado al punto de partir? Más vale menos cuando el ávido pregunta, y para transitar primero se desdice.
A la memoria de Vicente Gerbasi
LO QUE HABLA
Antro que cuando se desborda, habla. Lo que habla, habla lejos de la boca incapaz de atenerse al soplo que la entreabre, pobre deseosa siempre de alguna otra materia donde se pueda arder sin desistir. Donde pertenecer al reino de las carencias excedidas. Lo que habla desde aquí ya no es de nadie pero nos une el deseo que se profesan su voz y su palabra (y el que yo siento por ellas).
A la memoria de Ida Gramcko
PERDER TIEMPO
Todo límites transijo Doy el paso Toco lo otro Nada que no sea lo mismo El mismo hueco sin orillas
Todo al límite transige Se abre a lo que oculta su osamenta He aquí el parto Sólo a esto venimos
A cargar la armadura A ocultarlo A que ella cargue con nosotros A negarlo A ser carne y hueso sin nada que nos sangre
A hundirnos en el espeso líquido más rojo Sin saber cómo viene ni a quien asusta su abundancia
Todo como aquel pobre entusiasmo del que hablábamos para ir poco a poco olvidándolo por la misma razón que hoy me detestas tanto como te detestas
Deja ver cuánto aguantas Hazme saber cuánto soporto la mirada que envías Cuánto miramos cada uno hasta el próximo cruce de miradas
¿Qué hay en ti cuando tú dices yo? ¿Qué hay en mí cuando yo digo yo? ¿Y cuando yo digo tú? ¿Y cuando tú dices tú?
Pues si en estos lugares no estamos ni nunca hemos estado ¿qué nos retiene afuera?
A la memoria de Juan Nuño
1
Clamando al sesgo de las vértebras, fíjate. Esa articulación lozana como el cuerpo del lance en una escultura de Negret, cala hasta el pliegue que realzas. Paso de largo pero me sostiene una aureola de tibieza, de luz apacentada, de la porosidad del sonido disuelto en lo que dura el salto lento de mi exaltación.
A la memoria de Oswaldo Trejo
RESTO DE CUERPO
El corazón de ahora
no es
el corazón que era
Era puro latir
ahora es hueco
Nada resuena en él
pero en mi cuerpo resuena
el corazón ausente
Mío es el cuerpo sin corazón
Yo soy el cuerpo
donde el corazón no late
Resto de cuerpo
TODO LO POSIBLE
Uno hace lo posible
por sentir
con los ojos abiertos
Pero al final
cuando todo se convierte
en lo que ya hemos sentido
volvemos a sentir
el golpe del destierro.
EMPEÑO
El poema
exhala las palabras
de su voz
empeñado en decir
siempre lo mismo
RESTO
Memorias reducidas
a cadáveres
apiladas en el último recodo
del día
olvidadas
al borde de la fosa común
que la espera.
EL POEMA
Quiero el silencio
pero no lo alcanzo
No sé cómo alcanzar
ni siquiera el silencio
Sigo intentando hacer el mío
ese decir
que me desmienta.
TODO EL TIEMPO
Ir
como andar
sin rumbo único
pero con tiempo para ser criatura
del tránsito deseado
Ir como el viviente transitorio
que tiene todo el tiempo para andar.
POR SÍ SOLAS
No dice
quien ruega a las palabras
que retornen
adonde siempre las quisiera escuchar
Dicen
las palabras que por sí solas retornan
Que siempre vuelven
a decir lo mismo.
INSOLENCIA
El susto que me tienta
hacia adelante
va trazando su huella precursora
en tierra llana
Si entretanto
pudiera contemplar
toda la llanura que me espera
no comenzaría a recorrerla
Permanecería ante ella
guarecido en el umbral
de mi próxima ausencia
PALABRAS
Palabra junto a palabras
o palabra entre palabras
las palabras no se encadenan
ni encadenan
Las palabras se abren
para darnos paso.
Alfredo Chacón nació en San Fernando de Apure, Venezuela, en junio de 1937. Poeta, ensayista e investigador. Presidente de la Biblioteca de Ayacucho. Entre sus libros de poesía publicados, se encuentran, entre otros: Saloma (1961); Materia bruta (1969), Principio continuo (1982); Actos personales (1986); Entre afueras y centros (1991); Palabras (1992) y Obra elegida (1997); Por decir así (2003); Y todo lo demás (2005); Por decir así (2013). Por el libro Palabras asaltantes, recibió en 1991, el Premio de Poesía, Bienal Literaria Mariano Picón Salas. Otras obras: Cultura y dependencia. Ocho ensayos latinoamericanos (Compilador). Monte Avila, Colección Letra Viva, 1975; La pasión literaria (1959-1985), 1988; Poesía y poética del Grupo Orígenes (Prólogo, selección, cronología testimonial y bibliografía), Caracas, Biblioteca Ayacucho 182, 1994. Obtuvo también el Premio de la Bienal José Rafal Pocaterra de 1980, por su ensayo Curiepe.