English

Manipiniktikinia (Tule-kuna, Panamá)

Manipiniktinikinia en el 23º Festival Internacional de Poesía de Medellín

Por: Manipiniktikinia

Ikuaokinyappililer


Tus ojos grandes y negros
representan los ojos de papá y nana
que han posibilitado el origen del universo.

Ikua, eres hijo mío,
tu nombre perdurará desde siempre
las estrellas del universo gritarán tu nombre
tus luchas harán brillar con más resplandor
a los abuelos el sol y la luna.

en tí pongo todas mis fuerzas, mi espíritu,
mis anhelos,
mis proyectos,
mis esperanzas.

Todos los hombres perecen en el tiempo y en el espacio
pero deben seguir los pasos de los grandes abuelos,
para seguir defendiendo las formas
de resistencia del pueblo,
de nuestro pueblo tule

 

Olowaile


Carita del amanecer oro que brilla de tus labios de niña
Humo que perfumas el nuevo acontecer
del futuro de los días.

Eres una flor que embelleces
Cada anochecer, cada sueño
Cada idea, cada palpitar de mi corazón.

Eres el sostén de la gran cultura
Eres universo que grita desde su interior
Produciendo múltiples colores
Para que podamos pintar la tierra, la naturaleza
Con los ojos, con el corazón de todos los niños del planeta.

Olowaile, tu madre comprende que la vida
es hermosa, porque existes, porque
lloras, porque tus ojitos negros,
dibujan el origen del Universo
porque tu rostro invita el regreso
de nuestra madre Olowaile.

 

Tinaja


Cuentan mis abuelos
que la tinaja tiene vida
que la tinaja representa
la resistencia de nuestro pueblo.

Tinaja e Ipelele
son de la misma sangre
por eso el Tule bebe
esa caña fermentada hasta la saciedad
porque beber es recordar el camino de los mayores
es embriagarnos con nuestra historia.

 

Ipelele


Nana kayapai
Desde el fondo del río Tuiliwala
Sonrío con satisfacción
Al mirar a sus hijos nacer
Desde la tinaja de oro de plata.

El gran río se estremeció
las nubes se acoplaron
para dialogar del gran nacimiento
las distintas capas de la madre tierra
se acomodaron,
se fortalecieron
y profanaron profecías.

El fuego se levantó
con su sombrero brillante
para la lucha
para señalar el camino de esperanza.
el viento volvió a danzar
como la primera vez
cuando Papa y Nana estaban formando a la madre tierra.

El agua roció las mejillas de la madre doliente
para darles la gran noticia
las plantas se vistieron
con sus mejores molas,
con sus mejores aromas,
para preparar la guerra.

El fuego
el viento
el agua
las plantas
y los ocho hermanos
volvieron la memoria
de mi pueblo Tuleo

 

Olodililisobe / Manidililisobe

 Primer nombre de la Madre Tierra, indica que la sabiduría  germinó desde el vientre de su madre grande, la Tierra es un ser vivo, igual como fuimos concebidos, somos hechos a imagen y semejanza de ella, somos luz de la creación. Cada vez que una mujer engendra en su seno a un ser, ella está repitiendo la creación de la Madre Tierra. Olodililisobe es agua, creadora de la vida; responsable del nacimiento de la tierra como mandato de los creadores Nana y Baba. La Madre Tierra también es Madre Agua. Baba y Nana amasaron el agua para dar existencia a la Madre Tierra. Desde el inicio de la creación del mundo, el agua se convirtió en la esencia de la vida de todos los seres que la habitamos.

Olodililisobe/Manidililisobe es hacedora de todas las aguas para permitir la existencia de todos los seres que vivimos en ella. 

 

Ologwadilyay / Manigwadilyay 

El segundo nombre dado a la madre tierra, se referencia a la forma gelatinosa y resbalosa, poco a poco se fue endureciendo. Nuestras abuelas y nuestros abuelos nos recuerdan que cada vez que una mujer en la tierra está dando una vida, está recordando la historia del nacimiento de la Madre Tierra; todos somos partícipes de esa maravilla de aliento que aparece como el primer soplo de vida en el vientre de nuestras madres, que se seguirá perpetuando en generaciones siguientes. Desde entonces, para el pueblo Dule la mujer es la esencia en el pensamiento de los creadores, porque desde su vientre siguen naciendo los hijos y las hijas de Nana y Baba, para seguir defendiendo la existencia de la tierra y del cosmos. Por eso dicen nuestras parteras, el día que la mujer deje de alumbrar estaremos próximos al fin del planeta tierra.

 

Oloiddildili / Maniiddildili

 Este nombre nos cuenta cómo la tierra, de ser compacta, dejó brotar de sus entrañas al agua, para permitir el nacimiento de los continentes y los océanos. El agua, fundamento de la vida, emergió de la masa maciza de la tierra, dando origen, por la naturaleza de su fuerza, a los continentes, islas y cayos, y aparecieron grandes y pequeñas montañas, los ríos y los mares. La tierra, a través del agua, esparció todas las distintas formas de vida y la sabiduría se quedó en ella.  

 

Oloalbigidili / Manialbigidili

La tierra desde que floreció no volvió a descansar, comenzó a ir y venir todo el tiempo para estar pendiente de todos sus hijos e hijas. El agua fundamento de la vida, pues es a través de ello fluye la vida (como en la placenta). Sin el agua no sería posible que la Madre Tierra hiciera grandes cosas para seguir creando la vida; por eso permitió el nacimiento de los continentes, para que la tierra siguiera fortaleciéndose y dando vida en ella. Nuestros sabios y nuestras sabias también nos han transmitido que junto con la tierra y el agua, los creadores también colocaron al viento, fuego y plantas medicinales para permitir el equilibrio que debe reinar entre nosotros, y cuando aparece el desequilibrio entre la humanidad y la Madre Tierra, estos seres de la naturaleza hacen estragos; por eso Nana y Baba fijaron todos los contornos de la tierra con columnas de oro y de plata, para que resista y tenga fortaleza.


Abadio Green Stocel   (Manipiniktinikinia, “el nacimiento de la plata nueva”) nació en la comarca de Sasartí Mulatuppu, archipiélago de pequeñas islas coralinas, en Panamá. Poeta e investigador académico, pertenece a la Nación Tule-Kuna. Realizó estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y es doctor en Educación. Realizó un postgrado en Lingüística en la Universidad de los Andes, Bogotá. Fue por varios años Presidente de la Organización Indígena de Antioquia, OIA. Preocupado por la supervivencia de las lenguas originarias, viene trabajando sobre la manera como se debe enseñar la lengua materna desde la tradición oral, las escrituras propias y desde el origen de las palabras. Esto le ha permitido acercarse a la historia de origen de su pueblo Gunadule, y a otros pueblos originarios.

Última actualización: 19/11/2021