Raúl Zurita (Chile)
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Por: Raúl Zurita
De La Vida Nueva (1994)
El ascenso del Pacífico
Se encumbró entonces el océano
y nuestras pupilas miraban el portento
sin todavía creerlo
Escuchamos de nuevo las rompientes, las
infinidades de islas
subiendo igual que estrellas sobre el cielo
Allí está el Pacífico hombre, allí, encima,
de nuestras cabezas
y no lo crees y tus ojos lloran
y no puedes entenderlo y tus ojos lloran
todos los que amamos son el mar
Todo lo que amamos es el mar
América es un mar con otro nombre
Zurita
Como en un sueño, cuando todo estaba perdido
Zurita me dijo que iba a amainar
porque en lo más profundo de la noche
había visto una estrella. Entonces
acurrucado contra el fondo de tablas del
bote me pareció que la luz nuevamente
iluminaba mis apagados ojos.
Eso bastó. Sentí que el sopor me invadía:
Y volvimos a ver las estrellas
Acurrucados unos junto a otros contra el fondo del bote
de pronto me pareció que la tempestad, la noche y yo éramos sólo
uno y que sobreviviríamos
porque es el Universo entero el que sobrevive
Sólo fue un instante, porque luego la tormenta
nuevamente estalló en mi cabeza y el miedo creció
hasta que del otro mundo me esfumaron el alma
Sólo fue un raro instante, pero aunque se me fuese
la vida
¡Yo nunca me olvidaría de él!
Alla lejos
/CI/
Se hacía tarde ya cuando tomándome un
hombro me ordenó:
«Anda y mátame a tu hijo»
Vamos –le repuse sonriendo– ¿me estás
tomando el pelo acaso?
«Bueno, si no quieres hacerlo es asunto
tuyo, pero recuerda quién soy, así que
después no te quejes»
Conforme –me escuché contestarle– ¿y dónde
quieres que cometa ese asesinato?
Entonces, como si fuera el aullido del viento
quien hablase, Él dijo:
«Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile»
Pastoral
Chile entero es un desierto
sus llanuras se han mudado y sus ríos
están más secos que las piedras
No hay un alma que camine por sus
calles y sólo los malos
parecieran estar en todas partes
¡Ah si tan sólo tú me tendieras tus
brazos las rocas se derretirían al verte!
***
Veo las nubes de Pupelde alargarse tras la
ventana y veo mis ojos como en un sueño
donde tú vas tomando
forma luego llegas y me
miras…
Entonces, cuando entre el nuevo
día a raudales borrando la noche
ten todavía un minuto más mi mano en la
tuya No me dejes solo
Raúl Zurita nació el 10 de enero de 1950, en Santiago de Chile. Ha obtenido el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2020, Premio Nacional de Literatura 2000 y Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2016. Ha publicado, entre otros, los libros Purgatorio (1979), Anteparaíso (1982), El paraíso está vacío (1984), Canto a su amor desaparecido (1985), El amor de Chile (1987), Canto de los ríos que se aman (1993) y La vida nueva (1994). Algunos de sus libros han sido traducidos al inglés, ruso, alemán e italiano.