6º Festival Internacional de Poesía
Los ángeles de mi boca hablarán en tu corazón es un verso de Guillaume Apollinare, emblemático del 6º Festival Internacional de Poesia realizado del 13 al 20 de junio de 1996, el que estuvieron presentes poetas de 22 países de cuatro continentes con una programación de 31 lecturas de poemas y una conferencia en diferentes lugares de la ciudad y Antioquia. Asistieron cerca de 60.000 personas. Tomaron parte, entre otros, los poetas :
Tobías Burghardt (Alemania), Grant Caldwell (Australia), Christian Ide Hintze y Wolfgang Bauer (Austria), Abdullah Sidran (Bosnia), Haroldo de Campos, Marilia Yoshimasu y Lindolf Bell (Brasil), Jorge Arturo Venegas (Costa Rica), Sigfredo Ariel (Cuba), Raúl Zurita (Chile), Aurora Luque (España), John Oliver Simon (Estados Unidos), Josée Lapéyrere e Yves Prie (Francia), Ernest Pépin (Guadalupe), el poeta indígena maya Humberto Ak´abal (Guatemala),Paolo Ruffilli (Italia),Gozo Yoshimasu (Japón), Coral Bracho (México), Benjamin Zephaniah (Reino Unido), Sainkho Namtchylak (Tuva), Martha Canfield (Uruguay), Alicia Torres (Venezuela), y los colombianos Juan Manuel Roca, Mario Rivero, Edmundo Perry, Renata Durán, Luis Eduardo Rendón, Ricardo Cuéllar, León Gil, Víctor Gaviria, Omar Ortiz, Rómulo Bustos, Gloria Posada, Omar Castillo y Hernán Vargascarreño.
En esta ocasión es el poeta fundador del concretismo brasilero, Haroldo de Campos, una de las figuras más representativas del Festival, tanto por sus importantes aportes a la poesía contemporánea como por la calidad de su obra.
Una constelación de poetas puebla de nuevo las calles de la ciudad. El Festival Internacional de Poesía inaugura un importante suceso en su contexto : la Escuela de Poesía de Medellín, con la cooperación de la Escuela de Poesía de Viena y de la Universidad de Antioquia. Se logra materializar una base teórica y práctica desarrollada a manera de cursos, en los que se tratan diversos temas por poetas participantes en el Festival.
Un avance espiritual significativo por el cual se puede comprender la frase de Mc Luhan: "La ciudad como aula de clase". Quitándole la connotación académica, es importante señalar que se practica un despliegue de conocimientos de diversa índole que circulan como flujos de energía entre todos los asistentes.
Podemos destacar la presencia en la Escuela de Poesía de la virtuosa vocal Sainkho Namtchylak , oriunda de Tuva, y quien propició un nuevo camino posible para la expresión de la poesía conectada con las voces más ancestrales de su tradición chamánica. Esto devela la necesidad de preservar un compendio de saberes comunicados en el seno del Festival.
Nuevos elementos le dan un carácter de poesía más cercana a la tradición oral, ancestral, onomatopéyica. Este despliegue enriquece el panorama expresivo e informa de diversas tendencias a nivel mundial.
Fue benéfica la presencia del poeta bosnio Abdulah Sidrán, por el hondo contenido de sus versos, por su fragmentación entre un conflicto absurdo de guerra y matanza. Su poesía conmovió por su alta concentración en el dolor y la nostalgia del país escindido. Cabe también destacar la singular poesía e interpretación del poeta japonés Gozo Yoshimasu y su percepción del mundo como una reverberación fantasmal.
El Festival Internacional de Poesía en Medellín, con el solsticio de verano, cabalga una nube plena de poesía. Las muchachas cantan y están alegres porque a la ciudad la pueblan frases únicas, antes no dichas, que nos invitan a vivir sin miedo, en la dicha de cada instante. Los hombres están serenos, escuchando para ver a través de las imágenes poéticas, vivientes en cada verso dicho por su propio autor, con sus propios ritmos, tonos y modulaciones, para recordarnos la maravilla de escuchar y hablar, es decir, de volver a ser en la pasión recobrada, que creímos perdida por la fuerza de alejamiento que la supervivencia ejerce.