14º Festival Internacional de Poesía de Medellín
Tal como estaba previsto, el XIV Festival Internacional de Poesía de Medellín se llevó a cabo entre el 18 y el 26 de junio de 2004. Tanto el acto inaugural como de clausura se realizaron en el Teatro Carlos Vieco del Cerro Nutibara, con una asistencia que sobrepasó la capacidad instalada, como sucedió en muchos de los 89 actos realizados en Medellín, Bogotá, Cali y ocho municipios antioqueños. En el marco de la VIII Escuela de Poesía de Medellín se realizaron siete conferencias para el amplio público, cuatro talleres, tres cursos para jóvenes poetas de la ciudad, se exhibieron 12 documentales, editados y producidos en formato DV Cam por la Corporación Prometeo, que resumen la historia del Festival Internacional de Poesía de Medellín, y una Muestra de libros y publicaciones poéticas. .
La primera versión del XIV Festival Internacional de Poesía de Medellín en Bogotá, con la participación de 28 de los poetas invitados, se desarrolló a todas luces de manera exitosa, superando incluso las expectativas, hecho que se confirma en el modo en que constantemente se superó casi por el doble de la asistencia, la capacidad de los auditorios elegidos.
El Festival Internacional de Poesía de Medellín se ha convertido, en un espacio de debate estético con una mirada altamente "tocada" por la inaplazable necesidad de justicia social y de renovación política. Ha sido claro que el público que asiste a los diferentes actos es selectivo, sabe qué quiere y qué le gusta, elige, no es ni mucho menos un actor pasivo, ni ignorante. La amplia recepción a la voz y la obra de los 10 poetas árabes que nos visitaron, por parte del público, evidencia nuestra afirmación: de un lado, se trataba de excelentes poetas, con obras que en términos generales no era "fáciles", y de otro, este público parecía estar muy bien informado sobre la actual situación en esa región del mundo, sobre todo en lo que se refiere a Irak y Palestina, cuyos poetas Nidaa Khoury Abdoul Hadi Sadoun recibieron amplias y amorosas muestras de solidaridad. Había pues allí algo más que una elección estética: había también una elección ética y política desde la perspectiva del arte.
No hemos insistido lo suficiente en la calidad de este público del Festival Internacional de Poesía de Medellín: son ya catorce años ininterrumpidos de celebrar el evento, esta cantidad de información estética se va ahora reflejada en la cualificación de los asistentes. Se trata además de un proceso en el que se está continuamente avanzando: siempre tendremos nuevos públicos, que a su vez llamarán a nuevos asistentes. Aunque parezca exagerado decirlo, creemos que el Festival ha colaborado inmensamente en la conformación de una nueva generación, más tolerante y de alguna manera más preparada espiritual y culturalmente para asumir los retos que le presenta nuestra actual realidad histórica.
Este solo hecho (la formación de públicos) evidencia la absoluta necesidad de proteger y fortalecer el Festival Internacional de Poesía de Medellín. Pero hay más razones para este fortalecimiento. En efecto, en una ciudad que ha sido de alguna manera el mayor laboratorio de la violencia en este país (recuérdese la guerra del narcotráfico, las luchas por la consolidación de posiciones en los barrios de la ciudad entre la insurgencia y el paramilitarismo, los dolorosos combates en la comuna 13, las terribles campañas de "limpieza social", etc.) y que ha podido crear un espacio de reunión fraterna alrededor de la belleza, no se puede soslayar el impacto que esta congregación produce en el "estado espiritual" de la ciudad, sobre todo si tenemos en cuenta el tradicional espíritu pragmático de nuestra cultura, en un medio que ha sido secularmente alérgico y árido a toda manifestación que no produzca dividendos financieros.
Debemos señalar también en este informe un hecho que parece irrelevante, pero que habla muy bien de la clase de público que tiene Medellín: en catorce años de realización, nunca ha habido en el Festival un hecho frecuente en cualquier acto masivo: peleas, disturbios, conatos de violencia entre los asistentes. ¿No habla eso en sí mismo de que el Festival es en los hechos un profundo acto de encuentro y comunión en medio de la diferencia?
Los poetas que participaron en el encuentro fueron: María Rosa Lojo (Argentina), Martha Gantier (Bolivia), Juan Cameron (Chile), Mario Rivero, Juan Manuel Roca, Armando Romero, Orietta Lozano, Juan Felipe Robledo, Rómulo Bustos, Horacio Benavides, Rafael del Castillo, Raúl Jaime Gaviria, Mónica Gontovnik, Juan Diego Tamayo, Darío Sánchez, Tatiana Mejía, Patricia Suárez, Yolima Zuleta, Marleny Mejía (Colombia), Ana Istarú (Costa Rica), Marcelo Morales (Cuba), Manlio Argueta (El Salvador), Craig Czury (Estados Unidos), Francisco Morales Santos(Guatemala), Nicole Cage-Florentiny (Martinica), José Emilio Pacheco, Angélica Ortiz López (Nación Huichol, México), Marianela Corriols (Nicaragua), Eduardo Chirinos (Perú), Etnairis Rivera (Puerto Rico), Lasana Sekou (San Martín), Eduardo Espina (Uruguay), Martha Canfield (Uruguay-Italia), Luis Alberto Crespo, Alí Pérez, Miguel Márquez (Venezuela), Shaip Emërllahu (Albania), Stefan Hertmans (Bélgica), Pia Tafdrup (Dinamarca), Dimitris Houliarakis (Grecia), Desmond Egan (Irlanda), Ingibjörg Haralsdottir (Islandia), Alessio Brandolini (Italia), Nuno Júdice (Portugal), Lawrence Sail (Reino Unido), Damian Kudryavtsev (Rusia), Iren Baumann, Alexandre Gillet (Suiza), Qassim Haddad (Bahrein), Abdulhadi Sadoun (Irak), Koko Kato (Japón), Amjad Nasser (Jordania), Issa Makhlouf (Líbano), Saif Al Rahbi (Omán), Nidaa Khoury (Palestina), Adnan Özer (Turquía), Nabilah al-Zubair (Yemen), Achour Fenni (Argelia), Barolong Seboni (Botswana), Abdellatif Laabi (Marruecos), Conceiçao Lima (Sao Tomé y Principe), Amina Saïd(Túnez), Chirikure Chirikure (Zimbabwe).