Registro de la Clausura
El 21º Festival Internacional de Poesía de Medellín presentó al público un gran número de poetas de primera línea, quiere decir poetas con numerosas publicaciones, participaciones en diversos festivales internacionales de poesía, reconocimientos internacionales, premios y ante todo una poesía de evidente calidad. La participación africana fue notable y el carácter musical y poético de la participación de muchos de los poetas invitados favoreció la comunicación que se estableció con el público, desde diferentes lenguajes que enriquecieron el intercambio.
Prometeo experimenta la certeza de haber generado a través de un esfuerrzo de más de dos décadas una extraordinaria expectativa en Medellín hacia la poesía y de presentar para ese amplio público un evento de gran factura estética, organizativa y humana. No solo la calidad estética, sino la profunda calidad humana de los poetas que nos visitaron, permitió que se desarrollaran procesos comunicativos que aluden no solo a los conceptos intelectuales que contiene la poesía, sino también a elementos sensibles, emocionales y humanos, que propician otro tipo de comunicación, comunitaria, congregante, transformadora del interior humano, y son todos estos aspectos los que nutren, en múltiples planos, la vida de nuestra ciudad y de sus habitantes. A la vez hemos trabajado para la poesía mundial y para la cultura humana.
El llamamiento desde el grupo directivo a operar en cada uno de los asistentes, una transformación profunda, recibió una respuesta con la asistencia multitudinaria y atenta a cada uno de los actos programados. El público del Festival demostró acto tras acto, su esperanza y su confianza en que la poesía puede cambiar su vida y modificar, con acciones poéticas sostenidas en el tiempo y de honda influencia social, la vida de la ciudad.
La atmosfera de honda fraternidad y amor que se vivió entre los poetas invitados y el grupo organizador, se extendió al público asistente. Se hace evidente, una vez más, que el Festival es el sueño y la perspectiva de la gestación de una nueva humanidad, dialogante y enriquecida con las múltiples diferencias.
El público que Medellín ha desarrollado para la poesía merece un espacio de reflexión. Se evidencia un amplio grupo de personas que tienen una noción formada y amplia sobre la poesía contemporánea del mundo y que es capaz de responder de manera múltiple y armónica a diferentes situaciones, participando de diversas formas con cantos y coros en los momentos diversos que se presentan en los diferentes actos, especialmente inauguración y clausura.
Existe un amplio público que ha madurado con el Festival y que mantiene un alto grado de concentración en los extensos actos. Que exprime hasta el último el tuétano de los poemas, hasta el último instante y que busca en la poesía una respuesta al laberinto que la sociedad interpone entre nosotros y la realidad deseada. Prueba de ello es que la clausura tuvo una duración record en la historia del Festival, de siete horas. Simultáneamente, los poetas se alimentan de la certeza del público en la poesía, y de su deseo y voluntad de transformarse y transformar su entorno.
Por ello se hace necesario desarrollar un amplio movimiento de talleres y desarrollar la tarea formidable de preservar la Escuelas de Poesía de Medellín durante todo el año de manera ininterrumpida a fin de fortalecer la vocación poética de la juventud colombiana y de contribuir a la estructuración de su conocimiento y experiencia poética en el porvenir cercano.
Julio 25, 2011
