Comentarios de talleristas
Camilo Restrepo:
“Desde mi punto de vista, el proceso desarrollado por la corporación y sus aliados a través del proyecto Gulliver es de gran importancia para los beneficiarios, en el sentido de que les ofrece la posibilidad de acceder a zonas dentro de ellos mismos, a las cuales difícilmente pudieran haber llegado con la sola intervención y las oportunidades que les ofrece la educación tradicional.
La escuela, tal y como se concibe en la actualidad, es un espacio cerrado para la creatividad, en ella las posibilidades de libertad están limitadas a pequeños puntos de fuga generados por los mismos sujetos inconformes, puesto que el dominio de la lógica, la sistematicidad y la disciplina, no permiten un solo momento que nada se salga de los parámetros establecidos por el poder representado por maestros y directivos. Por fortuna, pueden darse espacios como el Proyecto Gulliver que, enarbolando las banderas de la flexibilidad de pensamiento y acción, el acercamiento amoroso y la comprensión de las necesidades y características de los niños y niñas, y la promoción de actitudes libertarias en el terreno de la expresión y la interacción con el otro, ayudan a sembrar en los sujetos la semilla de cierta rebeldía necesaria para encontrar no solo el camino de la poesía, sino también de una posible transformación de la sociedad y del entorno próximo.
Cierto es que la expresión de las emociones y sentimientos y la posibilidad de decir las cosas por fuera de la lógica textual, surten un efecto terapéutico en los seres humanos, esto pudo observarse de manera clara en las intervenciones realizadas en la I E Sanpablo, puesto que de tener un grupo de niños y niñas que reaccionaban de manera agresiva casi siempre cuando se les presentaba una dificultar en la interacción, se terminó por convivir con una comunidad que prefería el dialogo y la mediación a la agresión física. De igual manera, es pertinente anotar que los estudiantes beneficiados por el proyecto, en su mayoría mejoraron en sus niveles de producción textual.
A nivel cognitivo y emocional, se notó un crecimiento con respecto a las habilidades para la vida. Los niños y las niñas se notan más empoderados en el manejo de sus emociones y comparten esta experiencia con los demás en los diferentes espacios que lo requieren, así mismo es pertinente mencionar que el enfoque de derechos y el empoderamiento cultural les permiten llenarse de seguridad en sí mismos y en sus herramientas para actuar en la comunidad.”
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Natalia Rendón:
“El pensamiento poético, el ejercicio de escribir como extensión natural del pensamiento y la existencia creadora humana una vez es hallado difícil mente es descartado o abandonado por completo. Los niños están experimento un proceso transformador de sus simientes afectivas intelectuales y creadoras.
A través de la dinámica del proyecto el niño puede adquirir las herramientas de aprendizaje que faciliten su búsqueda personal a lo largo de su vida. A través de proyectos como este donde mediante los intereses de los niños y la búsqueda del refinamiento de su capacidad creadora y cognitiva, los niños tienen acceso a una aplicación diferente del conocimiento.
Aporta a la formación espiritual y humana que se les ha negado. A traes de la poesía los niños tienen contacto con los ancestros. Con el pensamiento humano liberador y propositivo. Con el lenguaje que trasciende la existencia y el tiempo.
A través de la poesía los niños entran en contacto con un inconsciente ancestral que habita en sus palabras y retumba en el brillo de sus ojos cuando se reconocen transformados, empoderados y asombrados ante sí mismos. Lo sagrado como experiencia colectiva humana trascendente.
Tras un año de poesía y creación conjunta los niños descubrieron ritmos interiores, asombros evocados y conjurados en sus palabras y sus sueños. Su mente y sus emociones han cambiado. Aunque no es algo milagroso, no desaparecen sus conductas más agresivas, si están transformados, han aprendido a relacionarse de manera más feliz, en más ocasiones que antes, donde solo la agresión reinaba como lenguaje.
Es difícil explicar o dar cuenta de cuánto puede afectar la emoción de un niño el afecto verdadero que invita al juego y la creación. El espíritu aterrorizado, alterado de los niños cambia inmediatamente al escuchar un cuento; los poemas son retos para su pensamiento ante lo ya admitido por su intuición. Un niño responde noblemente ante el trato noble, dignamente ante el reto respetuoso y amoroso de hallarse a sí mismo de una forma más feliz y libre.
En su inmensa lucidez, son víctimas de nuestras fallas como seres humanos, los adultos en su mayoría son incapaces de dar afecto o nutrir la imaginación de los niños de manera fortalecedora. Son el eco de sus aburridas mentes sometidas por el dolor y la carencia cotidianas.
Cuando un niño reconoce el afecto sincero y el espíritu de fraternidad y alegría, se siente protegido. Se siente confiado para florecer y explorarse desde la belleza y la trasformación positiva.
El empoderamiento que logra la poesía y la creación desde la exploración de la imaginación y la emoción suscita en ellos un vínculo con su ser ancestral, con la capacidad ontológica de recrearse, transformarse y liberarse así mismo desde la conciencia y el libre exploración de su alegría interior. El ser humano es feliz y libre cuando juega cuando crea, su existencia no está supeditada a una producción especifica que lo a conducta simplemente puede regocijarse en la plenitud de la existencia enriquecida por lo trascendente.
Cuando un niño aprende a expresar afecto, a relacionarse desde la alegría y la serenidad entiende profundamente la diferencia. Incluso los niños más agresivos reconocen cuan benéfico es su entorno cuando actúan de manera distinta.”
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Tatiana Mejía:
“El Proyecto Gulliver en el Hogar Laura Vicuña es un espacio donde las jóvenes encuentran significado a sus vidas y talentos, se sientes abrazadas, escuchadas y respetadas en lo que cada una de ellas es, siente y transmite.
El Proyecto Gulliver realiza un aporte al proceso que adelantan las jóvenes de reinserción y elaboración de un proyecto de vida nuevo y significativo, contribuyendo al autoconocimiento como herramienta fundamental de todo ser humano para ubicarse como individuo en el mundo, permitiendo la expresión verbal, escrita y corporal de ideas, opiniones y sentimientos.
El conocimiento a través de la poesía, la música, el trabajo manual, el color, la expresión corporal y cualquier otro medio artístico facilita en las jóvenes su despertar como individuos y la sanación de aspectos de su mundo emocional, mental y espiritual, favoreciéndose el crecimiento de la conciencia.
La lectura y la escritura son elementos esenciales para el desarrollo cognitivo del ser humano, facilitando en las jóvenes la comprensión lectora, la lectura en voz alta, el aprendizaje significativo, además de trabajar a través de la lectura y la escritura diferentes problemáticas sociales, familiares y personales.
El enfoque en derechos humanos y empoderamiento cultural tan importante en la formación del ser humano como sujeto de derechos y parte activa de la sociedad y realidad de la que hace parte, ayuda para que las jóvenes sean constructoras de su vida, presente y futuro.”
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“El Proyecto Gulliver aportó al proceso formativo de las niñas de la I.E. La Anunciación desde aspectos emocionales y de adquisición de conocimientos. Contribuyó al autoconocimiento como herramienta fundamental de todo ser humano para ubicarse como individuo en el mundo. Permitió la expresión verbal, escrita y corporal de ideas, opiniones y sentimientos.
La teoría y la vivencia son dos aspectos fundamentales en el proceso vivido ya que el aspecto práctico ayudó a reforzar el mensaje teórico y los contenidos se asimilan de manera más profunda, el momento vivencial requirió de una buena disposición de las niñas ya que implicó mirarse a sí mismas o vivir una situación ajena en sí misma para comprenderla, adicionalmente se compartió en grupo las sensaciones, ideas y pensamientos personales, fomentando esto la escucha activa, el respeto por el otro y la importancia de pertenecer a un grupo.
Es importante resaltar que el trabajó de las niñas siempre fue valorado cualitativamente, reconocido su talento y en algunas ocasiones se pidió mejorar algún ejercicio o corregir, nunca se calificó cuantitativamente, no se menosprecio ningún trabajo, ni se dijo que no se tuviera talento o que no sirviera alguna creación, pues la creatividad e imaginación es subjetiva y varió en estilos según personalidades y formas de ser de las estudiantes.
Al interior de la I.E. fue valorado el proyecto y el avance significativo de las niñas, como un elemento a resaltar el grupo beneficiario del proyecto fue el grupo que más asistencia presentó en la biblioteca escolar, haciendo uso de las instalaciones y del préstamo de libros.
Las niñas sembraron amor por la lectura y la escritura, siempre esperaron con ansias y curiosidad la sesión semanal del proyecto, adquirieron herramientas sobre la escritura creativa, el conocimiento de autores, se fortalecieron en las habilidades para la vida y comprendieron su valor como personas y mujeres únicas e importantes para ellas mismas y para la sociedad de la cual hacen parte.”
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Juan Felipe Posada Cardona:
“Diferentes aspectos se han fortalecido en torno a su personalidad y forma de expresarse respecto al mundo, así como las acciones violentas han disminuido y su interés por la lecto escritura ha sido mayor.
Se ha fortalecido:
- Su toma de la palabra
- Sus ganas de estar alegres y felices
- Crear nuevas formas de resolución de los problemas en clase
- Su estética y tamaño en la escritura.
- Su imaginación y habilidad creativa.
- Su escucha y habla.
Desde el principio al final hemos visto la evolución en calidad humana que han tenido los niños, niñas y adolescentes beneficiarios, pues al principio de los talleres su capacidad de tolerancia era poca a la vez que no respetaban sus propios derechos ni reconocían los de los otros, pero pasado el tiempo pude observar cómo fueron capaces de crecer humanamente, pues hablaban de sus derechos y los exigían de forma veraz y paciente a la vez que también defendían a quienes creían vulnerables y apostaban su propia persona por los compañeros de su grado.
Desde ahí también podemos hablar de un efecto terapéutico, ya que piensan que la mayor parte de sus problemas vienen del estar y hacer con los otros, al ser capaces de reconocer que, si bien puede ser cierto que los problemas y demás resultan de interactuar con los otros, también tienen sus orígenes en si mismos, en cómo nos enfrentamos a estas acciones y que tan benéficas sea. Al saber esto una carga grande cae, reconocemos que si ya se agotaron los caminos a través de la violencia, el recelo, la apatía, solo se puede hablar desde la inclusión y la construcción de nuevas alternativas para relacionarnos y poder lograr índices grandes de felicidad.
Todo gracias al enfoque que hemos procurado dentro de los talleres, pues al ejercitarnos en diferentes formas de leer, escribir e imaginar textos al igual que jugar con los conocimientos, reconocer nuestras habilidades para la vida y derechos, podemos hacer que nuestras niñas y niños logren expresar de verdad lo que sienten, pues tienen seguridad, obtienen confianza, pueden obtener las palabras que le hacen falta para manifestar sus diversos pensamientos sin miedo, ya que los talleres les brindan protección, dignificación y receptividad.”
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Kelly Jiménez:
“En las primeras sesiones de taller, en los textos que escribían los niños, pude notar cómo la violencia, la tristeza, el miedo se reunían en su cotidianidad y en su mundo interior. En las voces de los pequeños, aparecían palabras que señalaban sus aflicciones y temores profundos: “no quiero que papá me castigue”, no quiero que mi abuela sea mala conmigo”, “quiero que alguien juegue conmigo y no quedarme sola en la casa”, “tengo miedo a la oscuridad y a que papá no vuelva…”
De la misma forma, dichas dolencias manifiestas en su lenguaje escrito se hacían notorias en la manera cómo se relacionaban con sus compañeros, ya que el trato entre ellos era cargado de palabras ofensivas, golpes, gritos, burlas, permanentes desafíos… Por otra parte, al principio, en cuanto a la expresión escrita y creativa, los niños sentían una especie de aburrimiento y desidia. Rechazaban la lectura y la escritura. Por eso Gulliver apareció ante ellos como una aventura, una nueva experiencia para soñar, imaginar y creer en la belleza de la vida.
Con el desarrollo de los talleres, los niños empezaron a perder el miedo y el tedio frente a la escritura. Disfrutaban hacerlo. Se rían y gozaban al escribir, se inventaron historias de amistad, de aventuras, de amor, de dragones, de animales raros, de niños valientes, en los talleres estuvieron en un largo juego con las palabras, dibujando jardines, castillos, mares, dándole vida a muñecos quitapesares-quitapenas, bailando, viajando con la ayuda de cuentos, canciones y cortometrajes. En consecuencia, los niños empezaron a escribir con más soltura, utilizando elementos extraídos de su imaginación y creatividad, lo cual fue posible gracias a que Gulliver se construyó con ellos y para ellos como un espacio para la libertad, la infancia y la celebración de la vida.
En la tarea de contribuir al desarrollo y fortalecimiento de las habilidades para la vida, gesté momentos y dinámicas que permitieran el encuentro mágico y amoroso entre los niños, haciendo que día a día, sesión tras sesión, los pequeños quisieran abrazar a otro compañero, darle las gracias, pedirle perdón, conversarle en su tristeza o enojo, todo gracias a los juegos cooperativos, la meditación, la danza, la expresión corporal-musical, el origami, la lectura de cuentos y poemas.”
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Orlanda Agudelo:
El trabajo alrededor de la lectura y la escritura sin duda ha generado transformaciones en las niñas de la fundación en este año. Especialmente en la relación asertiva con su entorno: la manifestación de su malestar por las situaciones que no pueden cambiar como quisieran, el reconocimiento de su historia personal y de las posibles transformaciones, la relación con sus compañeras, son aspectos que aparecen en su expresión verbal y escrita con características positivas, es decir, se manifiestan abiertamente y de modo más prolijo, sin temor a reconocerse en sus escritos o a hablar de su miedos, tristezas y deseos y, a mi modo de ver, con mayor consciencia de la posibilidad sanadora que entraña la palabra.
La exploración de artes manuales con que eventualmente se acompañaron algunos talleres, pocas veces llegó a feliz término con los objetos propuestos, aparecieron con frecuencia expresiones de inseguridad, falta de confianza en su propia creatividad o temor anticipado de que saliera mal el trabajo (por lo que acudían a buscar ayuda de otra persona) o, en el otro extremo, el afán por la supuesta perfección, desencadenaba un ir y venir de materiales o de cambios en la idea inicial, que generalmente quedaba inconclusa o con un resultado que no era el que deseaban. Igualmente llama la atención la estética misma de algunos cuadernos; algunas caligrafías “descuidadas” muestran celeridad en la escritura y cierta ansiedad. Sin embargo es satisfactorio constatar que no los usan como los de la escuela, con estos se sienten tranquilas y autónomas en el diseño y uso del espacio, en la decoración y la finalidad de la escritura: saben y defienden su derecho a usarlo más como un diario personal que como uno de “tareas”.
Hay que resaltar, finalmente, que la lectura cada vez ocupa un lugar más importante en su cotidianidad; desean tener otros libros para mirar, para leer a medias, para releer, y a veces para guardarlos bajo la almohada. A veces solo para eso, pero es lo de menos. Lo de más, es que encuentran en el objeto libro una especie de amuleto, uno que por pocos o muchos días puede ser solo suyo, y regalarles más que una historia, la certeza de que el afuera –representado en los adultos que no son familia, en las bibliotecas y bibliotecarios, en los talleristas y profesores- confía en ellas. Y las tiene en cuenta y cree en su habilidad para enfrentar dificultades y “ser alguien”. Quizás por eso se ponen en sus cuentos representando reinas y princesas y magas, todopoderosas de fantasías donde todo es rosado y suavecito y chistoso, con familia y comida abundante y con amor. Sobre todo con amor.”
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Simón Rendón Chvatal:
“A través de debates, diálogos, reflexiones, exposiciones, lecturas, entre muchos otros recursos; que tratan temas como la igualdad, la equidad, la empatía, a autonomía, el decolonialismo, los pueblos originarios, las tradiciones ancestrales, actualidad latinoamericana, política, religión, y más; se han hecho avances significativos en los procesos de desarrollo de los y las jóvenes beneficiarios y beneficiarias del proyecto.
A partir de estas dinámicas, y gracias a la disposición del colegio y de los estudiantes mismos, se consiguieron resultados maravillosos que pueden verse evidenciados en los trabajos resultantes. Algunos y algunas estudiantes incluso han expresado la importancia y el papel del proyecto en la decisión de su futuro como escritores, abogados, poetas, literatos, politólogos, artistas, etcétera.
Todo esto concluyó con una emotiva despedida que derramó más de una lágrima de más de un estudiante, incluyéndome. Ahora los mismos estudiantes tienen iniciativas de escritura, fomentan el debate y el amor por otros, la defensa de la opinión, incluso de la oposición, e incontables cualidades más que consideran haber adquirido en el trascurso o por consecuencia de los talleres.
Para los beneficiarios ha sido un proceso ampliamente fructífero, han expresado, en múltiples ocasiones, lo importante que ha sido el proyecto para los desarrollos integrales de sus proyectos de vida individuales y colectivos. Esto se evidencia, precisamente, en el desarrollo que han ido teniendo a través del tiempo y en las diferentes actividades realizadas para el correcto y profundo desarrollo de las competencias emblemáticas que busca el proyecto, las cuales han sido trabajadas desde diversas actividades, que abarcan juegos dinámicos para el fortalecimiento de las habilidades sociales; Debates en búsqueda del mejoramiento de su comunicación asertiva, Reflexiones de actualidad para empatizar con las diferentes realidades de Colombia y el mundo, entre otras.”
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Iván Graciano Morelo Ruiz:
“El impacto del proyecto Gulliver ha sido muy positivo, debido a que los niños beneficiarios se han fortalecido referente al desarrollo de habilidades para la vida, de tal manera que han aprendido a convivir juntos y resolver los conflictos que se les presentan de una manera pacífica y asertiva, además es notorio el interés de los niños por la lectura y la escritura creativa, especialmente de la poesía, de hecho algunos niños ya son integrantes a nivel de su Institución educativa del Periódico Proyección. Esto se ha logra, por supuesto, a través de la cualificación en el Proyecto Gulliver.
En lo referente al efecto terapéutico, se ha logrado que los niños en los talleres hayan hecho catarsis recordando a sus seres queridos despezados, muertos y desaparecidos—algunos— en la guerra que ha afectado a Colombia por seis décadas.
Los beneficiario han comprendido que se puede vivir en paz cuando se aprender a perdonar y a utilizar la poesía como medio para sanar las hondas heridas del cuerpo y del lama y empezar de nuevo desde una perspectiva del respeto hacia sí mismo y hacia el otro.
Con respecto a lo cognitivo, el hecho de que hayan adquirido el hábito de la lectura y la escritura, ha hecho que mejoren en todas las áreas del conocimiento; es así que los niños que han tenido la oportunidad de pertenecer a este proyecto en el tiempo que llevo como tallerista, han sobresalido en los resultados de las pruebas externas aplicadas por el ministerio de educación. A futuro se espera tener profesionales que le aporten a la construcción de un país más equitativo, incluyente y en paz y que puedan dar testimonio de las bondades del proyecto Gulliver, de los cambios significativos que ha generado en sus vidas y en su entorno social y familiar.”