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El rey de los zapateros -fragmento-

Por: Sigbjørn Skåden

Sigbjørn Skåden (nacido en 1976) es un escritor sami de Skánik/Skånland en el norte de Noruega. Tiene dos maestrías en la literatura, una de la Universidad de York sobre el poeta caribeño Derek Walcott, y otra de la Universidad de Tromsø sobre el desarrollo de la poesía Sami en el siglo XX. Hizo su debut como escritor de ficción en 2004 con el largo poema épico El Rey de los Zapateros. Por este libro fue nominado al Premio de Literatura del Consejo Nórdico, el premio literario más prestigioso de los países nórdicos.

En 2008 publicó la breve novela conceptual Ihpil: El Salvador de los Niños Perdidos y en 2010 publicó su segundo libro de poesía Una canción para Prekariat. También ha escrito numerosas obras para representaciones teatrales y exposiciones. "El rey de los Zapateros", 2004, es un largo poema épico situado entre las dos guerras mundiales en un pequeño pueblo sami en el norte de Noruega. Skåden ha utilizado el mito de Europa Central sobre el Judío errante, el zapatero José, que fue condenado a la vida eterna y el desarraigo eterno por golpear a Cristo en la Vía Dolorosa, para retratar a un sami cargado de culpa que se debate entre la chica que ama y el amor por su pueblo.

"La preocupación por la palabra y la frase, la ambición de formar la frase perfecta, la inclinación a inventar y reinventar el lenguaje, son todas descripciones apropiadas para el poeta, y todos estos temas que se vuelven cada vez más importantes en un mundo globalizado donde una miríada de influencias constantemente atenta contra el lenguaje y la cultura por todos lados. El poeta lucha y desgarra el lenguaje, negándose a perder el conocimiento de sí mismo.

Siempre he pensado en la globalización como algo amistoso. Para un pueblo sin estado como los samis, minoritarios en cuatro diferentes países, la globalización ha sido liberadora. El pueblo sami y su cultura y artes siempre han visto con recelo la influencia extranjera: siempre hemos opuesto resistencia al cambio. La razón de este escepticismo fue el estado minoritario del pueblo sami y los largos siglos suprimiendo la presión de las culturas mayoritarias que trazaron fronteras en la tierra sami y la dividieron entre ellas. Por muchas generaciones esta fue la única influencia que tuvieron los samis, una influencia que amenazaba con arrasar nuestra cultura. Como resultado de esto, los samis se convirtieron en una nación de puristas: todo lo que no era sami tenía que ser rechazado.

La globalización fue en alto grado un alivio. La sofocante presión de una única mayoría se trocó en un bombardeo constante desde todos lados. En un mundo global todo el mundo es una minoría. La escena artística sami se ha dado cuento de esto. Resiste las influencias menos que antes. Conservar lo particular sami pero tener un alcance global es lo que he querido hacer en mis escritos. El lenguaje con el que escribo es uno de los más inaccesibles del mundo. Por lo tanto, el lenguaje debe acceder al mundo. Quienes usamos la lengua tenemos fe en ella. Luchamos y la desgarramos, la inventamos y la reinventamos, no dejamos que permanezca como es.

Lectura de poemas del 22° Festival Internacional de Poesía de Medellín, en el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, en junio de 2012.

Última actualización: 09/02/2019