Prometeo # 101
Por: Fernando Rendón
Prometeo # 101
Pasión por la paz
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En solo 30 años, Vietnam libró tres guerras victoriosas contra dos de las mayores potencias colonialistas (Japón y Francia), y contra la mayor potencia imperialista de la historia: Estados Unidos (hace 40 años).
¿Cómo pudo ser esto? ¿Por qué Vietnam, un país pequeño, con una economía débil, ha sido el único país que ha derrotado militarmente a los Estados Unidos, produciéndole 58.000 bajas?
Porque su cultura se impuso a la cultura norteamericana, incluso a través de las armas y a pesar de la desventaja tecnológica.
Para tener una mayor consciencia de la cultura vietnamita, debemos remontarnos a sus orígenes mitológicos e históricos, a su poesía milenaria, a su literatura y a su filosofía, a sus valores culturales y espirituales, muy vinculados al amor fraterno y a la interrelación respetuosa con la naturaleza; a la solidaridad y al colectivismo, todo lo cual les proporcionó identidad, unidad espiritual y unidad nacional.
Fundado en estos principios, el pueblo vietnamita, eternamente silencioso y vigilante, libró una guerra de guerrillas de nueve siglos contra
la ocupación china y contra los invasores mongoles.
Este conocimiento fue heredado en la práctica a través de muchas generaciones, de forma que no puede decirse que la resistencia victoriosa de este pueblo paradigmático es obra de un solo hombre.
Es la obra de un pueblo (guiado por el líder y poeta Ho Chi Minh), que conoce muy bien sus raíces, su cultura, su literatura, fundado en la disciplina de una espiritualidad profunda y en una rica cultura nacional.
La poeta vietnamita Nguyen Phan Que Mai escribió: “Según la leyenda, los vietnamitas son hijos de los dragones y nietos de las hadas. Durante nuestros primeros tiempos, nuestro país fue invadido por ejércitos extranjeros; en respuesta, el Cielo decidió enviar a la tierra a la Madre Dragón, junto con sus hijos dragones, para ayudar a Vietnam. Mientras los dragones descendían, los barcos invasores llegaban en gran número. Los dragones derramaron jade y joyas para formar una cadena de montañas rocosas que actuaban como murallas defensivas. Los barcos invasores, al navegar a alta velocidad, chocaban con las paredes y se rompían en pedazos. La invasión fue frustrada y la bahía de Ha Long dispersada con inusuales formaciones rocosas hermosas”.
Vietnam es un pueblo de poetas, de guerreros y de gente sagrada. El trabajo, la poesía y la espiritualidad constituyen la médula central de todas sus actividades.
Hace cinco siglos el emperador vietnamita Le Thanh Tong, también poeta y escritor, uno de los personajes más amados de ese país, a la cabeza de su ejército derrotó a los invasores extranjeros. Era un guerrero, pero su corazón amaba la paz. Le Thanh Tong eligió un grupo de 28 poetas y les encomendó escribir la historia oficial de Vietnam. El pueblo vietnamita también prefiere la paz a la guerra, y elige escribir poesía antes que ir a los campos de guerra.
La literatura y la poesía han sido cantadas y expresadas durante centurias como formas centrales de la energía espiritual y cultural de los vietnamitas.
Pero aún en los escasos tiempos de paz, entre las diversas invasiones que padecieron, con la poesía y cantando, los vietnamitas han sembrado y cosechado el arroz, construyendo su sociedad en libertad.
“La poesía se extrae del suelo con sudor, como el arroz”, es un dicho de los poetas campesinos, habitantes de la aldea Chau, a una hora de Hanoi.
La poesía es la siembra y la cosecha del lenguaje, y es también la siembra y la cosecha de los alimentos que han nutrido el cuerpo del pueblo.
Pasión por la paz es una extraordinaria selección de poemas escritos por vietnamitas que fueron al campo de batalla durante siglos, para defender la unidad y la independencia del país, poemas escritos bajo fuego, entre la vida y la muerte.
Fernando Rendón
Publicado el 16 de junio de 2015.