Roberto López Moreno (México)
Por: Roberto López Moreno
(Inéditos)
Tomado de Los cuatro puntos cardinales
NOCHE
Tumbalá Cancuc Tumbalá
Tumbalá Cancuc Tumbalá
Tumbalá Tumbalá
Toniná
Tenojib Ochuc Tenojib
Tenojib Ochuc Tenojib
Tenojib Tenojib
Nambarití
Bronce de día
Bronce de Noche
Noche
Noche
Mitontic Cuilá Mitontic
Mitontic Cuilá Mitontic
Mitontic Mitontic
Mapiltic
Cumbujuyú Maluco Cumbujuyú
Cumbujuyú Maluco Cumbujuyú
Cumbujuyú Cumbujuyú
Chentún
Día de bronce
Noche de bronce
Noche
Naquiltil Mocnú Naquiltil
De E=mc2
EL HOMBRE SABIO
El hombre sabio no conoce a Holderlin,
“…sólo lo tocado por los poetas…”
El hombre sabio tiene compactado el tiempo,
ha simplificado al máximo la luz para poder estudiarla.
Estudia el objeto, no el alma del objeto.
Por eso son diabólicos sus productos si se retuercen.
No ve más luz que la suya,
por eso no ve al hombre.
Él sólo sabe que sabe,
pero no que desconoce la verdad de su sabiduría,
En su oscuro cuarto produce, pero lo que produce mata,
y lo que no
solamente a los poderosos beneficia.
A su arrogancia le falta conocer
el mundo que cree que conoce.
Y escuchar, aunque sea un segundo,
la primera luz que ciego escuchó antes de haber nacido
y que sordo, sigue sin mirarla.
Si algo le hubieran dicho Tales, Heráclito, Tito Lucrecio Caro,
si algo Homero el manco o Cervantes el ciego,
si algo Dante o Dostoyevsky,
si algo Shakespeare.
Pero no, se encerró en su cubículo a analizar la cosa,
y la cosa nos está haciendo explosión entre las manos.
EL CRUCIFICADO
Lo bajaron de la cruz, deshecho,
la técnica de ese tiempo
había creado un largo cuerpo metálico
con feroz filo en uno de sus extremos,
invento terrible que le destrozó el corazón a aquel hombre
con un sólo envión sobre el deshilado cuerpo.
El costado izquierdo de la víctima
así lo decía.
así lo fluía aquella sangre derramada entre la soldadesca
por aquella Barra de Searle,
como quizá le habrán llamado lo primeros nómadas
sobre el planeta a aquel invento diabólico
que en uno de sus extremos
presumía de tal manera la muerte.
NO HAY MÁS
“No hay más que la belleza
-Edgar Allan-
y ésta no tiene más
que una expresión perfecta:
la poesía”.
La gran ecuación sobre su mundo.
Lo que crea lo creado,
por eso nada se crea ni se destruye,
sólo cambia de flor que se derrama luminosa
sobre su oscuro barro.
NO HAY MÁS
Epígrafe de Mallarmé
Partiendo de la propuesta de polaridad bicéfala
y luego su fusión inevitable
en un solo núcleo de verbario cualitativo
(el cuervo expresado por su valor canoro y policromo)
“No hay más que la belleza
-Edgar Allan-
Y su expresión perfecta”.
Nada se crea ni se destruye,
sólo cambia de flor que se derrama luminosa
sobre su oscuro barro.
ROSA DE GURAIEB
Corola de acentos
que se abre esplendorosa
en el istmo botánico del día;
suena a metal, suena a madera,
a las cuerdas azules que nos atan a la tierra;
del vértigo vegetal, hondo a la entraña,
engalla el tallo cuando estalla en llama.
Rosa de Guraieb,
rosa cromática,
aroma de sonata sur,
polen de la simetría,
…gracias por el sonido.
CORAZONADA
La raíz cuadrada de la luz,
multiplicada por el segundo anterior al primer segundo
o sea,
“el rayo de luz impulsado por su propio destino”,
interroga al 3. y su larga cola de pavorreal
-que así se va haciendo polvo en el infinito-
cuál sería su respuesta exacta
(si existiese)
para cerrar por fin el círculo en donde el corazón se afana,
solitario, contra sus cuatro paredes imposibles.
Ah, suspiros inconclusos,
nada hay exacto ni terminado, sólo la persistente luz
desde su raíz cuadrada
multiplicada por el segundo
anterior…
PROSOPOPEYA BIDIMENSIONAL
El número no es inocente, lleva una fuerte carga
que compone y descompone el mundo a cada instante
según la fuerza deducida
de los haberes multiplicados por su aceleración.
Al-Jwarizmi, cerebro lleno de inteligencia, se enciende total.
Ahora serán los modos y las formas
para que el número hable y sentencie.
Y aquel resplandor, haz de watts (guarismos y algoritmos)
en la sala principal de la “Casa de la sabiduría”,
se puso a calcular herencias
y repartió con justicia y sin equívocos
las propiedades y las transacciones .
Mientras tanta luz lucificaba hasta el último rincón sombro,
la gloria de Alá y sus escogidos
crecía y crecía de las dimanaciones de cada cifra.
Roberto Lopez Moreno Nace en Huixtla, Chiapas en 1942. En 1968 publica su primer libro. Algunos de sus libros son Morada del colibrí, Las mariposas de la Tía Nati, Verbario de varia hoguera, Yo se lo dije al presidente, La curva de la espiral, Sinfonía de los salmos, Décimas Lezámicas, Vuelo de Tierra, El arca de Carlampio (El extraño mundo zoológico de Chiapas), Ábrara, El libro VI (La construcción de la rosa), Crónica de la música de México, Breve historia de un suicidio, El heptafonólogo, Manco y loco ¡Arde!. Ha escrito poesía para niños, obras de teatro, guiones para cine y televisión, ensayos, y numerosos artículos periodísticos. Premio de Poesía Rodulfo Figueroa 1974 por En el sur de la nostalgia. Premio del Concurso de Poesía Infantil La Edad de Oro 1980 y 1981, Cuba; Recibió el Premio Chiapas de Letras 2001.
Su obra poética es un largo viaje de experiencias literarias, de interferencias temáticas, de saltos enormes subidas y de grandes abismos. El poeta no propone tesis sino el albedrío, la alteridad, la interrogación y la ciencia regresiva, aquella que puede curar como las hierbas.