Saúl Yurkievich (Argentina)
Por: Saúl Yurkievich
(Inéditos)
Sospecha
Los Arcontes no ven.
No nos ven.
Enceguecidos por el resplandor
van tan desorientados
como nosotros
sin rumbo van
como los hombres
sujetos al tiempo de la precariedad
también desaparecerán
se perderán en el olvido cósmico.
¿Dónde los mirlos
dónde los rocíos
el leve trémulo sauce
entre trigales el camino
DÓNDE?
Videntes y no visibles
los Arcontes cejan, están cegados.
A tientas van
como los humanos
se encenagan.
¿Cuál la anchura del decir
cómo ensanchar el entender?
Teniente a Dios
no soy quito de mal
y con suciedad me untan.
Cuero y carne
mi vestidura
con la carcoma en derredor
a Su mezquindad.
Trabajosas las noches
me estremezco
se sobrecoge mi vislumbre.
2
¿Dónde los sones
dónde los dones
y los advenimientos?
De la casa del lodo eres
tierra es tu avenencia
y en el polvo
está
tu fundamento
tu tumbadero.
Los Arcontes ¿desde cuándo ?
Desmontado
como ciclista que lleva
su bicicleta con la mano
me apeo
me allano.
¿Matar a Dios
para que no nos separe de los hombres ?
Sometido estoy
a una persistente espera :
no veo el fin
MIS ENTRAÑAS
Tenues mucílagos elásticos tabiques
palpitación succión salpicadura
fibras afinadas redecillas
creciente crispadura capilar
aguas cutáneas granos glóbulos
aglutinándose enjugan licuan
raíces tensas asperezas
rizomas estrías movedizas
filamentosas extensiones
penetrantes inflexos incluso embebidos
se imbrican enclavan insertan
racimos de vejigas cartílagos mucosos
gotean grasos degluten glutinosos
empapan las pelambres pujan
hilos viscosidades que serpean
ramales de gomosas tuberías
mangas elásticas barbudas córneas
pulposa maraña que se embrolla
inyecciones deyecciones estertores
caldosos humores alcalinos
torrenciales esfínteres
torbellinos de jugos estirones
revueltos reductores se propagan
secretan acritudes deshilachan
mucosas papilas enervadas
granulaciones irritantes excrecencias
mórbidos bulbos burbujas aceitosas
cuajos blandos apéndices adhesiones adiposas
meandros afelpados dentaduras
algodonosas vísceras laxos túmulos cutículas
bolos pedículos pedúnculos
tendones sebosos tegumentos tupen
ácidas tintas colman las cavernas
se tensan y se laxan pulsátiles válvulas
membranosas costras crestas crespas
apelotonan ceban criban embuten ungen chupan
ADIVINA ADIVINADOR
Cresta, corona tiene, tiene corona y cresta de metal dentado, para y no para, fuego, echa fuego por la boca, en el pecho otros ojos, ojos el cuero escamado, cola cual fofa medusa, cala, cela, en una mano un cono reluciente, en la otra un colmillo de cobra.
Rajante, mancuerna o azafrana, rapapolvo prevarica en jerga, en perigonza groa, como rana brinca, como boa ciñe, como breva lecha, sosaina todo lo sancocha, escalda, puede electrizar, cuando no atenebra aterciopela, algo gaznápiro, un poco petate, defeca fetos o boñiga áurea, alobadado babea, la barba le da cepa, sobre todo en la loma cuando abre la puerta de su pecho y muestra la otra cara de la luna.
Si sopla desacuerda, si aspira reconcilia, sólo sus hojas ceden, el ralo resto consta, consolida, terebrante sobre la arena cárdena, poco sabe, sabe a poco, rara humedad, cierto revoloteo, vago frutal, algún rumor, ese sueño, lo malo son las uñas, tercas punzan, un endurecimiento, pero suceden pausas, la reverberación, el juego.
ESPACIOS
Enclaustrado en un cuarto sin ventanas.
De pronto, enceguecedoramente, se ilumina.
Y es la muerte.
Un espacio cerrado. A medida que se lo recorre,
se estira, sin perder su cerrazón.
Otro, completamente abierto. Y se camina sobre
un suelo que no se ve.
De otro se sabe que es esférico, pero se ignora su centro,
se ignora qué extensión tiene su diámetro.
Otro es un cubo sin gravitación:
cualquier cara puede ser piso, pared o techo.
En otro, exclusivamente horizontal,
nada ni nadie tiene espesor.
Otro donde todo es adentro.
Otro donde todo es atrás.
Otro donde todo es descenso.
Otro donde todo es merma.
Otro gira en otro que gira en otro que gira en otro que
Otro espacio está completamente inmóvil: sus distancias
Pueden sólo establecerse desde un único punto.
En otro, nada es fragmento. Los puntos son inconcebibles,
lo mismo que una línea aislada o cualquier segmento.
Está aquel espacio donde ninguna recta es posible.
Aquel donde la curva no existe.
El espacio sinuoso donde toda rectitud es aparente
y donde nunca se encuentra el camino más corto.
Aquel donde la concavidad es inimaginable.
Aquel donde la inmovilidad no existe
o donde no puede diferenciarse lo móvil de lo inmóvil.
Un espacio donde todo se mueve pero nada se desplaza,
o viceversa
o versavice
Un espacio espiralado donde alternativamente
ascender es descender
o
descender es ascender
pero no se sabe cuándo.
Un espacio donde todo es borde.
Un espacio intermitente.
Un espacio donde nada es lleno
y donde nada es vacío.
O un espacio de consistencia uniforme.
Un espacio donde todo es un solo cuerpo.
Un espacio de luz completamente homogénea.
Un espacio oscuro, vacío, sin límite.
Video: Tiempo cero
Saúl Yurkievich (Argentina, 1931) Nació en La Plata, Argentina, en 1931. Poeta, prosista, ensayista, ha colaborado con numerosas publicaciones. Reside en París. Ejerce alternativamente y con pericia equiparable la creación y la crítica literarias. Ambas actividades son para él complementarias, caras de una misma moneda, dos tratamientos igualmente creativos de la palabra que imagina o dilucida mundos. Su literatura conlleva una experta reflexión sobre los modos de representación verbal, así como su crítica se basa en un experimentado manejo de la escritura. Catedrático de la Universidad de París, ha enseñado en diversas universidades americanas y europeas. Ha publicado numerosos libros de poemas y ensayo, algunos de los cuales han sido traducidos a otros idiomas, especialmente al francés.