Hassan El Ouazzani (Marruecos)
Por:
Hassan El Ouazzani
Traductor:
Hossain Bouzineb
Del poemario inédito Poemas sobre el balcón de la vida
Tregua
Cayó
Una nube a la vera de mi corazón. ¿Qué pasará luego
tras todo este desastre? Cayeron dos nubes. No importa.
Más muertos en el frente. Que se pongan en fila;
les voy a decorar con un poco de olvido. Cayeron ciudades;
construiré ciudades. El escuadrón del desierto conquistó
otros fuertes. Me refugiaré en los fuertes restantes. El himno,
el himno. Por favor, dejen pasar la orquesta de los ciegos,
para que la nave de la noche atraviese mis mañanas; para que
al frente lleguen los ejércitos de Holaco. Para que a Roma vaya Nerón.
Esos son mis amigos.
Vacío
En el nido de mi corazón
Se entretuvieron las mujeres.
No hay celo que les preocupe. Acordaron
por fin compartir esa superficie,
esas penas ese jirón
De nuevo
se alegran pues
las pérdidas en el vestíbulo de mi corazón.
Venganza
Bueno,
herméticamente cerraré mi corazón,
para asfixiarlas con el humo del tabaco
y con las copas del sufrimiento.
Detendré
el palpitar de mi corazón
así no tendrán
casa ni patria.
Arrancaré
mi corazón para arrancar
de mi pecho toda esta pena
Sobre el balcón de la vida
fuérase sola
entonces al frente la nave de la muerte.
Jamás me incorporaré a Jalil Hawi
Ya que
sobre mi mesa
está la copa que nunca beberé; la tertulia de amigos
la rodea; discusiones de las tantas de la noche;
historias del amor sublime; detrás de mí la nada;
delante tengo las mañanas; sobre mis hombros el viento.
No ataré mis días a los pasos de Vanghog
ya que necesito una hora para nadar en el Sena, un día
para subir al Monte del Xeij, un año para asomarme
a las alturas Beirut, dos años para cruzar la torre china
necesito
toda la vida, absolutamente toda la vida,
para que las cosas necesiten mi mano
-La noche con su lobreguez, el sol con su ferocidad, las olas
con su desconcierto, la tierra con su amplitud, las nubes con su negrura,
el desierto con su nomadismo, el río con su extrañeza-
Vida Debe,
entonces, ser más compasiva conmigo
y debe su agua invadirme
un poco.
La vida.
La vida. Así la voy a atar a mis pasos,
exactamente como la muerte abraza mi infancia.
Traducción de Hossain Bouzineb
Retórica
Deja
La retórica a un lado
Los tropos no serán nuestra morada
No fijaremos nuestros pasos en la cadencia de un verso clásico
Tan sólo seré ese vagabundo que erra detrás de la noche.
Para Rimbaud sólo era posible tejer
Una biografía de paso
¿Y para Al Hallaj? sólo descansar
bajo su hábito sufí.
No estaba previsto
que no fuéramos juntos
más que
a ese cruce de caminos
Traducción de Pablo Montoya
Cuidado con la lengua
El amor es cruzar
No el océano de verso clásico.
El amor es ser tu primer amante
Y tú oyes
después el número 100.
Traducción de Pablo Montoya
Samurai
Yo soy así.
Ofrezco mi amistad a los muertos
Cuando celebras la vida.
Llevo la noche sobre mi espalda
Cuando te extiendes en el alba.
Celebro la nieve cuando el sol
de agosto te ilumina.
Tengo fuerte la mano de los ahogados
cuando la nada me sumerge.
Hago guerras para volverme un héroe
Invento
otras
para ser un mártir.
Traducción de Pablo Montoya
Hassan El Ouazzani nació en Marruecos en 1970. Es miembro de la dirección de la Casa de la Poesía en Marruecos, y miembro de la Unión de Escritores de Marruecos. Su libro Trust, publicado en Rabat, en 1997, ha sido considerado por la crítica como uno de los principales libros de poemas escritos surgidos de la nueva generación de poetas marroquíes.